lunes, 16 de junio de 2025

ACTUALIZACIONES EN INFECCIONES DE TRANSMISION SEXUAL. UNA AMENAZA PARA LA SALUD PUBLICA

Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) constituyen todavía hoy un grave problema para la salud sexual y reproductiva en todo el mundo. Entre los expertos existe especial preocupación por la incidencia de dos patologías: los casos de gonorrea han aumentado un 300 % respecto a 2014, mientras que la incidencia de la sífilis se ha duplicado en menos de una década. 

Continúa el alarmante aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS). De acuerdo a los últimos Informes Epidemiológicos Anuales publicados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), en 2023 se notificaron casi 100.000 casos de gonorrea en los países de la Unión Europea, es decir, un 31 % más en comparación con el año anterior. Si nos remontamos a una década atrás, la subida es más impactante: más del 300 % respecto a 2014.

El trabajo también refleja que en 2023 se confirmaron 41.051 casos de sífilis en el entorno de los 29 miembros de la UE, representando un aumento del 13 % desde 2022 y el doble respecto a 2014.

Todavía más preocupante resulta el panorama de las ITS en España. El último Informe de Vigilancia Epidemiológica de las ITS del Instituto de Salud Carlos III, evidencia entre 2021 y 2023 un incremento de un 42,6 % de los casos de gonorrea y un 24,1% de sífilis. Pero esto es solo la punta del iceberg de un problema que afecta enormemente a la salud sexual y reproductiva en todo el mundo.

Preocupación mundial. Como recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS), coexisten más de 30 bacterias, virus y parásitos que se propagan por contacto sexual, incluido el contacto con la vagina, el ano y la boca. Algunas ITS también pueden transmitirse de la madre al hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia.

Asimismo, la OMS señala que hay ocho patógenos que dan lugar a la máxima incidencia de ITS. Cuatro de estas enfermedades tienen cura (sífilis, gonorrea, clamidiosis y tricomoniasis) y las otras cuatro son infecciones víricas: hepatitis B, infección por el virus del herpes simple, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) e infección por el virus del papiloma humano.

A ellas se suman los brotes emergentes de nuevas infecciones que pueden contraerse por contacto sexual, como la viruela símica, las infecciones por `Shigella sonnei' y `Neisseria meningitidis', el ébola y el zika, así como la reaparición de ITS desatendidas como el linfogranuloma venéreo. Es de prever que los servicios de prevención y control de las ITS tendrán que enfrentarse a nuevos problemas para hacer frente a estas infecciones", advierte el máximo organismo de salud internacional.

En datos, cada día más de un millón de personas contraen una ITS que se puede curar. La OMS calcula que, en 2020, hubo 374 millones de nuevas infecciones de alguna de estas cuatro ITS: clamidiasis (129 millones), gonorrea (82 millones), sífilis (7,1 millones) y tricomoniasis (156 millones). Más de 490 millones de personas tenían herpes genital en 2016, y unos 300 millones de mujeres tienen infección por el virus del papiloma humano, la principal causa de cáncer de cuello uterino y de cáncer anal entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Además, las nuevas estimaciones de la OMS indican que 254 millones de personas tenían hepatitis B en 2022.

Más allá del efecto inmediato, las infecciones de transmisión sexual pueden tener consecuencias graves. Algunas, como herpes, gonorrea y sífilis, aumentan el riesgo de infectarse por el VIH. Además, la transmisión de una ITS de la madre al hijo puede causar muerte prenatal o neonatal, prematuridad e insuficiencia ponderal del recién nacido, septicemia, conjuntivitis neonatal y anomalías congénitas.

Fundamental es recordar también que la infección por el virus del papiloma humano causa cáncer de cuello uterino y otros tipos de cáncer. Por otro lado, la OMS calcula que la hepatitis B provocó más de un millón de defunciones en 2022, principalmente por cirrosis o carcinoma hepatocelular. Y otras como la gonorrea y la clamidiosis derivan en enfermedad inflamatoria pélvica y esterilidad femenina.

Los esfuerzos de la OMS. En vista del calibre del desafío de salud pública que suponen estas patologías, la 75ª Asamblea Mundial de la Salud solicitó al Director General de la OMS presentar informes a dicho órgano en 2024, 2026, 2028 y 2031 acerca de los progresos realizados en la aplicación de las estrategias mundiales del sector de la salud contra el VIH, las hepatitis víricas y las ITS durante el periodo comprendido entre 2022 y 2030.

Así, el año pasado vio la luz el primer reporte, donde quedó patente que, en todo el mundo, las epidemias de VIH y hepatitis viral, así como las infecciones de transmisión sexual, siguen planteando importantes problemas de salud pública, causando 2,5 millones de muertes cada año.

En 2022, los estados miembros de la OMS establecieron un ambicioso objetivo de reducir en diez veces el número anual de infecciones por sífilis entre adultos para 2030, de 7,1 millones a 0,71 millones. Con todo, los nuevos casos de sífilis entre adultos de 15 a 49 años aumentaron en más de 1 millón ese año, llegando a 8 millones, con especial incidencia en América y África.

Dada esta situación, junto a la insuficiente reducción de las nuevas infecciones por el virus del VIH y la hepatitis, el informe advierte de las amenazas para el logro de los objetivos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la salud para 2030.

Existe una gran preocupación por la creciente incidencia de la sífilis. Afortunadamente, se han hecho progresos significativos en otros frentes, incluida la mejora del acceso a productos de salud esenciales, como diagnósticos y tratamientos. Tenemos las herramientas para poner fin a estas epidemias que amenazan a la salud pública para 2030, pero ahora debemos asegurarnos de que, en el contexto de un mundo cada vez más complejo, los países hagan todo lo que esté a su alcance para alcanzar los ambiciosos objetivos que se han fijado. Los nuevos datos también muestran un aumento en la gonorrea multirresistente.

En 2023, de los 87 países donde se llevó a cabo una vigilancia mejorada de la resistencia a los antimicrobianos utilizados en el tratamiento de la gonorrea, nueve informaron altos niveles (5 % a 40 %) de resistencia a la ceftriaxona, el tratamiento de última línea para la gonorrea. Además, en 2022, se notificaron aproximadamente 1,2 millones de nuevos casos de hepatitis B y casi 1 millón de hepatitis C. El número estimado de muertes por hepatitis viral aumentó de 1,1 millones en 2019 a 1,3 millones en 2022 a pesar de las herramientas efectivas de prevención, diagnóstico y tratamiento.

Al mismo tiempo, las nuevas infecciones por VIH solo cayeron de 1,5 millones a 1,3 millones entre 2020 y 2022. Grupos clave de la población (los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que se inyectan drogas, las personas transgénero, trabajadoras y trabajadores sexuales, y las personas encarceladas y que viven en otros entornos cerrados) todavía experimentan tasas de prevalencia del VIH significativamente más altas que la población general. Se estima que el 55 % de las nuevas infecciones por VIH ocurren entre estas poblaciones y sus parejas. Asimismo, las muertes relacionadas con el VIH siguen siendo altas: hubo ese año 630.000 fallecimientos, el 13 % de ellos entre niños menores de 15 años.

Los esfuerzos de los países y socios para ampliar los servicios para las ITS, el VIH y la hepatitis están dando sus frutos en gran medida, constata el informe. La OMS ha validado la eliminación de la transmisión del VIH y/o la sífilis de madre a hijo en 19 países, un resultado fruto de los esfuerzos en la detección y el tratamiento de estas enfermedades en mujeres embarazadas. Botsuana y Namibia están en camino de eliminar el VIH, y Namibia es el primer país en presentar un expediente para evaluar la triple eliminación de la transmisión de madre a hijo del VIH, la hepatitis B y la sífilis.

A nivel mundial, la cobertura del tratamiento del VIH ha alcanzado el 76 %, con la carga viral suprimida en el 93 % de las personas que reciben tratamiento. Entretanto, continúan los esfuerzos para aumentar la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) y la detección de mujeres seropositivas.

Analizada la situación, el informe lanza una serie de recomendaciones para que los países fortalezcan los enfoques comunes para alcanzar los objetivos, como "participar en diálogos de políticas y financiación para desarrollar casos de inversión transversales y planes de sostenibilidad a largo plazo a nivel nacional; sintetizar y armonizar aún más la orientación, los planes específicos de la enfermedad y el apoyo a la aplicación en el marco de un enfoque de atención primaria de la salud y acelerar el ritmo de los esfuerzos para combatir la criminalización, el estigma y la discriminación que aún están presentes en los entornos de salud, en particular contra las poblaciones más afectadas por el VIH, la hepatitis viral y las ITS. Igualmente, pide ampliar los enfoques y los paquetes de atención destinados a eliminar múltiples enfermedades, basándose en las lecciones aprendidas de la triple eliminación de la transmisión de madre a hijo; así como reforzar el énfasis en la prevención primaria, el diagnóstico y el tratamiento de estas enfermedades para mejorar la conciencia, en particular de la hepatitis y las ITS".

En suma, sentencia el documento de la OMS, "si bien los ambiciosos objetivos establecidos por los Estados Miembros para 2025 y 2030 están ayudando a avanzar, el progreso en la lucha contra estas enfermedades es desigual. Con muchos indicadores que muestran un retraso en el logro de los Objetivos Globales, existe una necesidad urgente de una mayor voluntad política y compromiso para acelerar el ritmo de los esfuerzos".

Las ITS en España ¿Es extrapolable esta situación a España? A grandes rasgos, así es. Según el mencionado informe del Centro Nacional de Epidemiología (CNE), siguiendo la tendencia de los últimos años, las infecciones de transmisión sexual no dejaron de crecer en España en 2023.

Desde el inicio de la década de 2000 se observa un aumento en la incidencia de infecciones de ITS como gonorrea, sífilis y la clamidia, especialmente en hombres jóvenes, aunque la edad varía en función de la enfermedad. La clamidia, por ejemplo, es más común en menores de 25 años, a diferencia del linfogranuloma venéreo.

Entre 2021 y 2023 la infección gonocócica creció un 42,6 % y la sífilis un 24,1 %. La clamidia ha aumentado un 20,7 % anual entre 2016 y 2023.

Sin embargo, el informe también advierte sobre la dificultad de comparar las tasas de incidencia entre comunidades autónomas debido a diferencias en sus sistemas de vigilancia; aunque todas las regiones cuentan con declaración individualizada de casos, es crucial mejorar la calidad de los datos, especialmente en lo relativo al modo de transmisión.

Tal y como recuerda el Ministerio de Sanidad, los datos disponibles sobre las estrategias para las ITS de la Organización Mundial de la Salud, publicado en 2024, sugieren que se está lejos de cumplir los objetivos de 2030, con tendencias crecientes en lugar de decrecientes en las nuevas ITS.

Para combatir el problema creciente de las ITS, España ha puesto en marcha el Plan de Prevención y Control de la infección por el VIH y las ITS 2021-2030, con el objetivo de eliminar estas infecciones como problema de salud pública para el año 2030. El plan se basa en un enfoque integral que abarca la prevención, el diagnóstico precoz, el tratamiento, la atención a la cronicidad y la mejora de la calidad de vida, sin olvidar la lucha contra el estigma y la discriminación.

En línea con este plan, el Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) han unido fuerzas para elaborar las nuevas Guías de Manejo de las ITS.

Todo esfuerzo con el objetivo de "llegar al año 2030 en las mejores condiciones posibles y evitar que estas infecciones sean un grave problema de salud pública. Por ello, deben ser una prioridad política y técnica", Llevamos 20 años de crecimiento de las ITS, por lo que tenemos que cambiar el foco y hablar de poblaciones vulnerables y de campañas de información hacia población general, y sobre todo, donde hay más contagios". Las estimaciones de los próximos años, "si no hacemos nada, no son halagüeñas".

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