Un nuevo estudio publicado en Endocrine Reviews, revista de la Endocrine Society. reivindica las propiedades antienvejecimiento de las hormonas clave, ofreciendo posibles tratamientos para las arrugas, las canas del cabello y otros signos del envejecimiento.
Esto proporciona una opción de tratamiento para los efectos secundarios de la menopausia, que tradicionalmente se ha limitado a un pequeño número de hormonas, como los retinoides tópicos.
Este artículo destaca los actores hormonales clave que orquestan las vías del envejecimiento de la piel, como la degradación del tejido conectivo, la supervivencia de las células madre y la pérdida de pigmento. Algunas de las hormonas que estudiamos tienen propiedades antienvejecimiento y pueden usarse en el futuro como agentes para prevenir el envejecimiento de la piel.
Tanto el envejecimiento intrínseco como el extrínseco causado por factores ambientales ocurren en la piel. Además de ser un objetivo para varias hormonas que influyen en el envejecimiento de la piel, la piel es el lugar más grande y rico para la producción de hormonas, además de las glándulas endocrinas. Estas hormonas incluían estrógenos, hormona del crecimiento, melatonina, retinoides y factor de crecimiento similar a la insulina.
Se dio un enfoque significativo a la melatonina como una molécula pequeña y barata con posibles características antienvejecimiento de la piel. La hormona es bien tolerada y es un regulador del metabolismo mitocondrial, funcionando como un antioxidante directo e indirecto.
Los síndromes de deficiencia genética también destacaron múltiples hormonas que tienen efectos biológicos en la función de la piel y el envejecimiento del cabello. Los actores endocrinos como la hormona estimulante de los α-melanocitos, las del eje hipotalámico-hipofisario-tiroideo, la oxitocina, los endocannabinoides y los moduladores de receptores activados por el proliferador de peroxisoma también pueden tener funciones en el envejecimiento de la piel. Según los investigadores, estos factores tienen efectos positivos sobre el estrés genotóxico inducido por los rayos UV vinculado al fotoenvejecimiento y la síntesis de pigmentos en el cabello y la piel.
El análisis final incluyó a 117.763 mujeres posmenopáusicas con una edad media de 60,2 años. Se informó de un historial de uso de terapia hormonal (HT) en el 40,3% de estas mujeres, y estas pacientes más a menudo tienen una edad cronológica y fenotípica más avanzada, menores ingresos, menor educación, enfermedades crónicas más frecuentes y mayor exposición a la nicotina en comparación con las no usuarias.
La discrepancia de envejecimiento se redujo en 0,17 años entre las pacientes con antecedentes de uso de HT en el análisis ajustado. Esta reducción se observó independientemente del estado socioeconómico, pero las pacientes con un estado socioeconómico bajo informaron un aumento de la discrepancia en el envejecimiento independientemente del uso de HT.
Las pacientes que comenzaron con HT cuando tenían más de 45 años y aquellas con uso de HT durante 4 a 8 años informaron una discrepancia reducida en el envejecimiento. Además, el uso de HT tuvo una interacción significativa con la educación. Las participantes con una educación superior que no eran usuarias y las usuarias informaron discrepancias de envejecimiento de 5,03 y 4,95, respectivamente.
Estos resultados destacaron una asociación entre el uso de HT y la reducción del envejecimiento biológico entre las mujeres posmenopáusicas. Esto apoya el uso de hormonas para controlar los síntomas del envejecimiento.
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