jueves, 13 de marzo de 2025

LA NATALIDAD EN ESPAÑA. UN DESAFIO DEMOGRÁFICO Y SANITARIO

Nuestro país registra la segunda tasa de nacimientos más baja de Europa, con 1,2 hijos de media. Ante el problema social que supone el retraso de la maternidad y otros factores, distintas sociedades científicas han llegado a un consenso sobre natalidad y salud reproductiva. 

España se enfrenta a la peor crisis de natalidad de su historia. El año pasado se produjeron 320.656 nacimientos, lo que supuso una caída del 2,6 % respecto al anterior, y además marcó un preocupante récord: el de la cifra más baja desde 1941. Desde 2008 la tasa ha caído en picado, registrado un descenso continuado de casi el 25 % (24,7 %), según los datos de la estadística Movimiento Natural de Población, publicados por el INE.

Este fenómeno no afecta solamente a nuestro país, pero sí es especialmente alarmante, pues presenta una de las tasas de fecundidad más bajas de Europa. En concreto, comparte tasa de natalidad con China, 1,2 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional de dos hijos. 

El descenso del número de nacimientos viene de la mano con otro factor a destacar, el retraso de la edad media de la maternidad. En los últimos tres años se mantiene en 32,6 años. Sin embargo, la cifra de mujeres que tienen su primer hijo a los 40 años o más ha crecido exponencialmente en los últimos diez años, casi un 20 %. De esta forma, mientras que en 2013 representaban el 6,8 % de los nacimientos, en 2023 ese porcentaje se disparó hasta el 10,8 %.

Por todo ello, la natalidad se ha convertido en gran reto sociosanitario. No solo por su dimensión personal (personas que desean ser padres o madres y no pueden por diversos motivos), sino también desde el punto de vista del reto demográfico y la sostenibilidad del sistema de protección social. Los bajos niveles de natalidad registrados se explican por diversas razones de naturaleza socioeconómica, educativa, cultural y sanitaria. En conjunto, la decisión de formar una familia se posterga cada vez más, acarreando frecuentes problemas de fertilidad.

Así, factores como los hábitos de vida poco saludables, el sobrepeso, la contaminación ambiental y ciertas enfermedades, han contribuido al aumento de la tasa de infertilidad en nuestro país desde hace unos diez años aproximadamente. De acuerdo a la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), en España aproximadamente una de cada seis parejas en edad reproductiva tiene problemas para tener hijos.

El impacto del estilo de vida en la fertilidad. Muchos de los factores implicados en la fertilidad y en el éxito de los tratamientos, como la edad o algunas patologías, no son modificables. Sin embargo, la Sociedad Española de Ginecología (SEGO) hace hincapié en que sí existen factores de riesgo modificables que condicionan una mayor o menor tasa de gestación espontánea o tras técnicas de reproducción asistida, tal y como recogen en la Guía de asistencia práctica estilo de vida y fertilidad.

En la misma línea, desde la Sección de Esterilidad e Infertilidad se sumaron al Día Mundial de la Fertilidad brindando algunas recomendaciones para favorecer la fertilidad. Empezando por promover un estilo de vida sano y saludable, es decir, practicando ejercicio físico moderado de forma regular, controlando el peso a través de una dieta sana y equilibrada, así como evitando el consumo de sustancias perjudiciales como el tabaco, el alcohol y las drogas.

Otro consejo de la SEGO es acudir a revisiones ginecológicas periódicas. En ellas pueden detectarse patologías benignas (como los pólipos, los miomas o la endometriosis) que pueden afectar a la fertilidad natural. Asimismo, desde la sociedad científica animan a las mujeres a consultar por su reserva ovárica, pero con "reservas".

Entre las recomendaciones también señalan la necesidad de prevenir las enfermedades de transmisión sexual, utilizando el preservativo a la hora de mantener relaciones sexuales para así evitar infecciones víricas, como el Virus del Papiloma Humano, o bacterianas (gonococo o chlamydia) que pueden afectar a la fertilidad mediante la obstrucción de las trompas de Falopio o por patología cervical o seminal.

Pese a todo, desde la SEGO insisten en la importancia de la edad, en tanto en cuanto se trata del factor que determina la posibilidad de ser madre. A las mujeres que quieran conseguir un embarazo recomiendan asistir a la consulta preconcepcional donde recibirá recomendaciones personalizadas u otras genéricas como el beneficio de tomar suplementos vitamínicos con ácido fólico y Vitamina B12. Si tras un tiempo razonable (6-12 meses) no se ha conseguido una gestación, instan a regresar al ginecólogo para realizar un estudio básico de esterilidad.

Por último, para aquellas mujeres que quieren retrasar la maternidad más allá de los 35 años, es conveniente consultar con el ginecólogo la posibilidad de realizar una preservación de la fertilidad mediante la vitrificación de los ovocitos para poderlos utilizar en el futuro.

España, un país de referencia en medicina reproductiva. Cabe destacar, asimismo, que existen multitud de tratamientos para personas y parejas con problemas de fertilidad que pueden implicar a uno solo de los miembros de la pareja o a ambos si su origen se debe a la concurrencia de varios factores.

Los tratamientos médicos habituales implican desde la administración de fármacos hasta la realización de cirugías como, por ejemplo, en el caso de malformaciones uterinas u obstrucción en las trompas de Falopio. Por otro lado, existen Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) como la Inseminación Artificial (IA) o la fertilización in vitro, ya sea de manera convencional o por el método de Inyección Intracitoplasmática (ICSI), que hacen posible lograr el embarazo.

Además, en un elevado porcentaje de los casos se pueden someter a tratamientos que atajen el problema, pero una alternativa que muchas parejas contemplan cuando las TRA no son suficientes es recurrir a donantes de gametos. Son una opción establecida en determinados diagnósticos de infertilidad y una buena alternativa para parejas que han intentado todos los tratamientos convencionales posibles sin éxito.

Ante este escenario, la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) junto a la SEGO, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), las asociaciones de pacientes Red Nacional de Infértiles (RNI) y ASPROÍN, y las federaciones españolas de Sociología (FES), Nutrición (FESNAD) y Matronas (FAME), han elaborado un consenso sobre la natalidad y la salud reproductiva que propone trazar una hoja de ruta para mejorar la fertilidad y la fecundidad de los españoles.

La finalidad del Consenso español sobre natalidad y salud reproductiva es impulsar la información y educación en salud reproductiva, incidir en la prevención de la infertilidad y esterilidad y su tratamiento a tiempo, y articular un sistema de abordaje eficiente de los retos sociosanitarios que plantea la reproducción y la reproducción humana asistida (RHA) en nuestro país.

La guía subraya que los problemas de esterilidad afectan en España a entre el 15 y el 20 % de la población y, aunque la ciencia intenta amortiguar la cifra con tratamientos médicos que resuelven los problemas reproductivos de una parte de la población, aún existe mucho desconocimiento, estigma y falta de atención mediática y política. De ahí que hayamos puesto en marcha este documento, elaborado por los principales agentes del ámbito de la reproducción y la salud reproductiva en España, que no solo analiza los factores que nos han situado en la coyuntura actual, sino que, además, traza una hoja de ruta a través de los distintos estadios reproductivos de las ciudadanas españolas, recogiendo recomendaciones sobre medidas dirigidas al público en general y a los decisores públicos. 

La fertilidad y la fecundidad es una cuestión médica y social, resaltan las principales instituciones dedicadas a la fertilidad en España. Es por eso que los especialistas que han trabajado en el documento coinciden en la necesidad de poner la cuestión reproductiva en el centro si verdaderamente queremos aportar soluciones a una sociedad que tiene problemas reproductivos de primer nivel.

En España, el 10 % de los nacimientos se producen fruto de técnicas de reproducción asistida. En el año 2021 se realizaron alrededor de 200.000 tratamientos de esta índole, que dieron lugar al nacimiento de más de 40.000 bebés. En torno a estas cifras surgen algunas preguntas: ¿nos reproducimos cuando queremos o cuando podemos? ¿Todas las personas tienen las mismas oportunidades para reproducirse? ¿Qué lugar ocupa la salud reproductiva en nuestra sociedad? ¿Cuánto saben los españoles sobre fertilidad? ¿Podemos prevenir la infertilidad? ¿Qué podemos hacer para detener el invierno demográfico?

Algunas de estas preguntas se resuelven en el consenso a modo de propuestas que van desde las sociológicas hasta las médicas, con la idea de aportar soluciones a un problema que excede las fronteras de la planificación familiar, afectando a la salud y a la sociedad. En este documento hemos dado cita a otras sociedades científicas y federaciones que tienen mucho que decir y que proyectar sobre un asunto tan importante. Estamos hablando del presente y del futuro de las familias de todo un país. Pero no queríamos hacerlo sin ellas, sin las mujeres y las parejas que se han enfrentado o se enfrentan a los problemas que acarrea la infertilidad. Por eso ha sido de especial relevancia contar en nuestro consenso con las asociaciones de pacientes, que tienen el pulso de cómo se vive desde el fracaso reproductivo la falta de información y la falta de medidas políticas y económicas que den un giro a nuestro país en materia reproductiva.

Otra institución que tiene un gran papel en el cambio es la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Los médicos de cabecera son los profesionales que más veces un paciente consulta en su vida y su labor a la hora de dar pautas, consejos y alertas sobre la salud del paciente es fundamental, como lo es también el de los ginecólogos que visitan en la primera etapa reproductiva a la mujer y en su visita preconcepcional, o el de las matronas.

Uno de los puntos fundamentales que reclama el consenso es un plan nacional de fertilidad, así como un acceso más equitativo a los tratamientos reproductivos, que no cause desigualdad. Actualmente en cada comunidad autónoma hay un condicionado de acceso al servicio público de fertilidad, lo que genera desigualdades territoriales en un mismo país para las pacientes con problemas reproductivos idénticos. Debemos facilitar, normalizar y estandarizar los criterios de acceso a los procesos de reproducción asistida, como acompañamiento terapéutico necesario para las mujeres con problemas para concebir, porque nos guste o no la medicina es una aliada en este problema reproductivo que no solo afecta a las parejas, sino a todo un país. No podemos obviar que el 10 % de los niños nacen hoy en España gracias a estas técnicas.

El siguiente paso es compartir el Consenso español sobre natalidad y salud reproductiva con los políticos españoles para trasladar el estado de la cuestión e invitarles a generar iniciativas que lleven a cabo propuestas como las que recoge el documento, en aras de dar un paso más en materia de salud reproductiva.

Estamos todos en esto: sociólogos, médicos, nutricionistas, matronas, pacientes... la fertilidad y la fecundidad nos atañe a todos. Juntos podemos comprenderlas, mejorarlas y buscar soluciones adonde el sistema falla, pero sin la administración no podemos dar el paso definitivo. Por eso ha sido tan importante documentar esta situación, alcanzar un consenso y ponerlo a disposición de la población, así como de nuestros políticos que deberían ser los encargados de hacer el resto.

Políticas familiares y conciliación. Con las mismas, tanto los representantes de la Federación Española de Sociología como los políticos involucrados en el reto demográfico del documento coinciden en que hay que superar el prejuicio de que la maternidad y la paternidad es algo particular, y elevarlo a la cuestión pública, porque nada va a afectarnos tanto como sociedad, como la falta de familias.

El consenso propone a este respecto impulsar medidas de apoyo a la conciliación laboral y personal tanto de madres y padres como de mujeres y parejas en tratamiento reproductivo, otra medida que ha sido bien acogida por los representantes políticos en el evento. En este sentido, tenemos que proteger a la familia desde la libertad. En un país familiarista como España necesitamos instituciones que velen por esta unidad, respetando cada tipo de familia, sea cual sea su composición.

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