DESMITIFICANDO LA VAGINOSIS BACTERIANA

A pesar de ser la afección vaginal más común entre las mujeres en edad reproductiva, los síntomas de la VB a menudo se confunden con una candidiasis. Si bien hay algunas actividades que pueden aumentar el riesgo de VB de una mujer, como la actividad sexual con múltiples o nuevas parejas y/o relaciones sexuales sin protección, fumar cigarrillos y ducharse vaginales, eso no significa que la paciente desarrollará una infección VB por participar en estas actividades. 

Las pacientes a menudo sienten ansiedad y vergüenza ante un diagnóstico de VB, pero la VB no debería ser una fuente de estigmatización. La VB es bastante común y está causada por un desequilibrio del microbioma vaginal natural y no debería ser motivo de vergüenza o vergüenza.

Existen medicamentos orales y tópicos para la VB. Lo que escucho a menudo de mis pacientes es preocupación por las fugas de los medicamentos contra la VB y que manchan su ropa interior, lo que, según dicen, puede ser complicado, vergonzoso e inconveniente.

Hay una opción de tratamiento adicional que utiliza clindamicina, un antibiótico establecido utilizado para el tratamiento de la VB, en una tecnología de formulación única. Es un tratamiento completo en una sola dosis administrada por vía intravaginal en cualquier momento del día con una formulación termoestable única que aumenta la viscosidad a la temperatura corporal haciendo que cubra y se ajuste a la forma de la vagina. Esto conduce a una liberación gradual de clindamicina con el tiempo, lo que aumenta el tiempo de retención vaginal y está formulado para limitar las fugas. 

Los malentendidos en torno a la vaginosis bacteriana pueden retrasar el tratamiento, pero avances como XACIATO ofrecen soluciones efectivas, enfatizando la importancia de la comunicación abierta y la investigación continua para la atención integral de la salud de la mujer. XACIATO también ha demostrado una eficacia sólida tanto en la VB nueva como en la recurrente, lo cual sabemos que es importante dado que la VB tiene una alta tasa de recurrencia: el 58 % de las mujeres que tienen VB contraerán otra infección por VB durante el próximo año.

Como médicos, debemos asegurarnos de reiterar a los pacientes que la VB no es algo de lo que las mujeres deban avergonzarse. Hay mucha estigmatización y desinformación en torno a la VB y es nuestro trabajo educar a nuestras pacientes y crear un espacio seguro donde se sientan animadas a hablar sobre cualquiera de sus cambios vaginales. Este diálogo abierto es lo que nos permite diagnosticar la VB de forma rápida y precisa y, a partir de ahí, crear un plan de tratamiento individualizado.

Si bien cualquier mujer puede contraer VB, las mujeres negras e hispanas se ven afectadas de manera desproporcionada, aunque no está claro por qué algunas mujeres de color tienen tasas más altas de VB. El microbioma vaginal es un entorno complejo formado por diferentes bacterias, y el equilibrio entre ellas no es igual para todas las mujeres. Esta es la razón por la que es de vital importancia continuar la investigación sobre la salud de las mujeres, particularmente entre las mujeres de color.