Con un diagnóstico precoz más complicado y síntomas menos conocidos de los que tiene el cáncer de mama, los cánceres ginecológicos necesitan de mayor visibilidad. Es lo que se ha propuesto en el Congreso de los Diputados, dentro de la jornada "Juntos por la excelencia en el abordaje de los cánceres ginecológicos".
El cáncer de ovario se presenta como la neoplasia de mayor complejidad dentro de los tumores ginecológicos, ocupando el octavo lugar como causa de muerte por cáncer en mujeres. Entre el 70% y el 80% de los diagnósticos en nuestro país se producen ya en fases avanzadas, lo que provoca, a su vez, que cerca del 80 % de las pacientes sufran una recaída. Mientras que el cáncer de endometrio es el cuarto tumor más frecuente en España y tiene la tercera tasa de mortalidad más alta de los cánceres ginecológicos.
Tanto pacientes como expertos han visto la necesidad de "pedir que la subespecialización en oncoginecología sea reconocida oficialmente en España".
En el debate centrado en la busca de un diagnóstico precoz: subespecialización y formación en oncoginecología, se ha remarcado que la cirugía juega un papel clave en este tipo de cánceres siendo más importante en el ovario, "pero debe hacerse de forma correcta con un especialista, y si hay que desplazarse para realizarla en un centro de referencia, se haga". "Unicamente se consideren centros de referencia en el abordaje del cáncer de ovario cuando hayan realizado al menos 20 cirugías anuales, tal y como lo ha establecido la Sociedad Europea de Ginecología Oncología (ESGO)".
Actualmente existen suficientes recursos y hospitales en nuestro país para implementar los tratamientos individualizados a todas las pacientes diagnosticadas, por lo que no solicitamos más centros hospitalarios o inversión, únicamente que todas las pacientes sean derivadas a centros de referencia donde se garantice una atención óptima, sin importar que tengan que trasladarse de comunidad autónoma.
El reconocimiento de la subespecialidad, requiere retos tecnológicos, financieros y de formación continuada de los profesionales, evaluar nuestros resultados, compararlos y conocer las mejores prácticas clínicas. La mejor es la inversión humana, en formación que sea ordenada y completa, no puede ser voluntaria, hay pérdida de conocimiento y habilidades, necesitamos establecer un modelo de formación.
La superespecialización genera retos estructurales, pues necesitas una estructura organizada conexión de centros, y para un diagnóstico precoz, es totalmente necesario una formación para los médicos de atención primaria para que, ante cualquier síntoma, se derive a la paciente a un centro de referencia para que sea diagnosticada.
Lo que está claro es que faltan técnicas diagnósticas, y a nivel de educación, la formación en atención primaria. Desde la comunidad científica hemos de insistir en la búsqueda de una técnica de screening para estos tumores y en alertar a médicos de atención primaria o especialistas en patología digestiva sobre la sintomatología del cáncer de ovario para que no se retrasen las pruebas diagnósticas. No hay un diagnóstico precoz, "contamos con campañas en cáncer de colon, mama y cérvix, pero no de ovarios, ahora bien, podemos identificar pacientes de riesgo, hay que educar a nivel social y concienciar mejor".
Tales cánceres suelen ser agresivos y deben detectarse a tiempo, pero falta formación general, las mujeres no saben qué es y que no es normal, esto se consigue con buenas campañas de formación impulsando educación médica en los colegios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario