martes, 29 de marzo de 2022

VIAS HEMODINAMICAS DE LA HIPERTENSION GESTACIONAL Y LA PREECLAMPSIA


La hipertensión gestacional y la preeclampsia son los 2 tipos principales de trastornos hipertensivos en el embarazo. La evaluación no invasiva de la función cardiovascular materna, que ayuda a obtener información de todos los componentes de la circulación, ha demostrado que la disfunción hemodinámica venosa es una característica de la preeclampsia pero no de la hipertensión gestacional. 

La congestión venosa es una causa conocida de disfunción orgánica, pero su papel potencial en la fisiopatología de la preeclampsia está poco investigado en la actualidad. La expansión del volumen de agua corporal ocurre tanto en la hipertensión gestacional como en la preeclampsia, y esto se asocia con la característica común de hipertensión de inicio reciente después de las 20 semanas de gestación. 

La presión arterial, por definición, es el producto de la carga de volumen intravascular y la resistencia vascular (ley de Ohm). Fundamentalmente, la hipertensión puede presentarse como un espectro de estados cardiovasculares que varía entre 2 extremos: uno con predominio de aumento del gasto cardíaco y el otro con predominio de aumento de la resistencia periférica total. En la práctica clínica, sin embargo, esta naturaleza bipolar de la hipertensión rara vez se considera, a pesar de las importantes implicaciones para la detección, prevención, manejo y seguimiento de la enfermedad. 

Esta revisión resume la evidencia de los perfiles hemodinámicos específicos del tipo en las etapas latentes y clínicas de los trastornos hipertensivos en el embarazo. La expansión del volumen gestacional superpuesta a un circuito circulatorio cerrado gestacional temprano en una condición de sobrecarga de presión o volumen predispone al paciente al deterioro gradual de la función circulatoria general, presentándose finalmente como hipertensión gestacional o preeclampsia, esta última cuando se trata de disfunción venosa. 

El fenotipo eventual del trastorno hipertensivo ya es predecible desde la gestación temprana en adelante, con la condición de incluir información de todos los componentes principales de la circulación en la evaluación cardiovascular materna: el corazón, las arterias centrales y periféricas, las venas conductoras y de capacitancia y el contenido de agua corporal. 

La relevancia de este enfoque, descrito en esta revisión, invita abiertamente a una investigación más profunda sobre la hemodinámica fundamental de los trastornos hipertensivos gestacionales, no solo desde la perspectiva del fisiólogo o científico, sino también como ayuda de los médicos para comprender y manejar efectivamente estas graves complicaciones del embarazo. 

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