viernes, 14 de enero de 2022

RIESGO DE MUERTE FETAL RECURRENTE

Con el fin examinar el riesgo de recurrencia de la muerte fetal, se diseñó un estudio de cohortes retrospectivo de todos los nacimientos entre 1992–2017, en Alberta, Canadá. La muerte fetal intrauterina se definió como la muerte en el útero de un feto con una edad gestacional ≥20 semanas o un peso ≥500 g. Los mortinatos se subdividieron en los que ocurrieron antes del trabajo de parto y los que ocurrieron durante el trabajo de parto.

Se identificaron 744.897 nacimientos en 308.478 mujeres. De estas, 3.698 mujeres experimentaron una muerte fetal y, de ellas, el 97,7%, experimentó solo una. Para las mujeres con un mortinato pequeño para la edad gestacional en el primer parto, el riesgo de muerte fetal posterior aumentó sustancialmente: 4,09% (riesgo relativo 10,39; IC 95% 5,81-18,59). Para las mujeres con una primera muerte con peso adecuado para la edad gestacional, sin factores de riesgo como la hipertensión inducida por el embarazo, el riesgo con diabetes mellitus o hipertensión preexistentes también aumentó, pero en un grado mucho menor (RR 2,46; IC 95% 1,23-4,91). Para las mujeres que habían experimentado una muerte fetal intraparto por primera vez, el riesgo de otra muerte fetal intraparto fue muy alto (3,59%; RR 36,50; IC 95% 20,17-66,05). La mayoría de estos nacimientos también ocurrieron antes de las 24 semanas de gestación: 83% (10/12).

Se concluye que el riesgo de muerte fetal preparto recurrente es bajo. El aumento del riesgo en los casos en que el mortinato antes del parto no tuvo restricción de crecimiento no es clínicamente significativo. Dado el riesgo muy bajo en una semana de gestación determinada, es poco probable que la vigilancia fetal sea eficaz y puede dar lugar a intervenciones innecesarias. La muerte fetal intraparto tiene un riesgo de recurrencia muy alto, pero es posible que no se pueda prevenir.

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