Tener mellizos o trillizos aumenta el riesgo de muerte fetal, aborto espontáneo, parto prematuro y bajo peso al nacer. Para evitar embarazos múltiples, se sabe desde hace algún tiempo que es mejor transferir solo un embrión al útero de la mujer durante el tratamiento de reproducción asistida. Pero incluso tomando esta precaución, algunas mujeres aún dan a luz a mellizos o trillizos.
Para desentrañar este misterio, el Dr. Kuroda y sus colegas analizaron casi un millón de transferencias de embriones realizadas en Japón entre 2007 y 2014. Estas operaciones dieron como resultado 277.000 embarazos, incluidos 4.310 gemelos (1,56% de los embarazos) y 109 trillizos (0,04% de los embarazos). Descubrieron que, en comparación con los embarazos naturales, las manipulaciones médicas necesarias para la FIV aumentaban el riesgo de división del cigoto (un óvulo en la primera etapa de desarrollo, inmediatamente después de la fertilización, nota del editor), lo que resulta en embarazos múltiples.
En resumen:
- congelar los embriones aumentó el riesgo de división cigótica de los embriones en un 34%;
- la maduración de los blastocistos en el laboratorio durante unos días antes de su transferencia aumentó el riesgo de división cigótica de los embriones en un 79%;
- La eclosión asistida aumentó el riesgo de división cigótica de los embriones en un 21% .
"Según nuestros hallazgos, los médicos podrán advertir mejor a las parejas sobre el riesgo levemente mayor de embarazos múltiples como resultado de la división cigótica asociada con ciertas manipulaciones embrionarias".
Cuarenta años después del nacimiento de Louise Brown, el primer "bebé de probeta" del mundo, la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) informa ahora que el número total de bebés nacidos como resultado de la fertilización in vitro (FIV) o La inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) supera los 8 millones. Se estima que más de medio millón de bebés nacen cada año de FIV e ICSI (que implica inyectar el esperma en el
La FIV se realiza fuera del cuerpo, en una probeta en cuyo interior se juntan los gametos o células sexuales (espermatozoides y óvulos), con el fin de dar a luz un embrión que posteriormente será implantado en el útero de la madre o en el de una madre sustituta.
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