Ahora es el momento de que todos los médicos adopten la telesalud al recetar anticonceptivos, incorporen la justicia reproductiva en su práctica e incluyan los Criterios médicos de elegibilidad para el uso de anticonceptivos. Especialmente en la era de la epidemia de COVID, las sesiones de telesalud son una alternativa viable a las visitas clínicas en persona para la anticoncepción en pacientes que buscan -métodos que actúan como las píldoras anticonceptivas orales, el parche anticonceptivo y el anillo anticonceptivo.
En el caso de los anticonceptivos que contienen estrógenos, un historial que descarte contraindicaciones y una lectura previa de la presión arterial normal (PA) en la tabla o una PA normal autoinformada es suficiente para prescribir el método.
“De manera similar, una receta de 12 meses de un anticonceptivo que se surtirá en una sola visita a la farmacia en los estados que lo permitan, y considerando reabastecimientos más allá de un año, puede mejorar la atención de los pacientes durante el COVID”.
Se define la justicia reproductiva como el derecho humano a mantener la autonomía corporal personal, tener o no tener hijos, y tener hijos en comunidades seguras y sostenibles. “Para los médicos, eso significa oponerse activamente a la opresión reproductiva y adoptar un marco totalmente centrado en el paciente, donde trabajamos para dejar nuestros prejuicios en la puerta, respetar los valores y preferencias de nuestros pacientes, valorar los deseos reproductivos de todos nuestros diversos pacientes por igual, y garantizar un acceso asequible a todos los anticonceptivos ”.
Uno de los nuevos avances en la anticoncepción es el uso extendido de la anticoncepción reversible de acción prolongada (LARC), particularmente durante la pandemia, "para asegurar una excelente anticoncepción y minimizar el contacto innecesario entre el paciente y el proveedor".
Dos nuevos anticonceptivos en el mercado son un anillo vaginal combinado de estrógeno-progestina por 1 año y un nuevo parche anticonceptivo de dosis más baja.
Además, la anticoncepción oral de emergencia, incluido el levonorgestrel (Plan B, Next Step) y el acetato de ulipristal (Esmya), no son abortivos. “El público y algunos proveedores siguen confundidos acerca de la anticoncepción oral de emergencia, que actúa retrasando la ovulación en contraste con la mifepristona, que es uno de los dos medicamentos que se usan para el aborto temprano con medicamentos y para el manejo de la pérdida temprana del embarazo”.
Asimismo, los dispositivos intrauterinos (DIU) no causan enfermedad inflamatoria pélvica ni infertilidad tubárica. “Estas dos condiciones son causadas por infecciones de transmisión sexual y no independientemente por los DIU”.
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