miércoles, 4 de marzo de 2020

COMPLICACIONES DE LAS MALLAS EN LA CIRUGIA DEL SUELO PELVICO

La finalidad de este estudio publicado en BJOG. 2020 Jan, prospectivo y multicéntrico fue evaluar la incidencia a corto plazo de complicaciones graves de la cirugía por incontinencia urinaria o prolapso de órganos pélvicos. Se analizó una cohorte de 1.873 mujeres sometidas cirugía entre febrero de 2017 y agosto de 2018, con un seguimiento medio de 7 meses (0-18 meses), según el tipo de cirugía, en términos de complicaciones graves que requiere la interrupción del procedimiento o intervención quirúrgica posterior, complicación potencialmente mortal que requiere reanimación o muerte.

Cincuenta y dos mujeres (2,8%; IC 95% 2,1–3,6%) experimentaron una complicación grave durante la cirugía, que requirió la interrupción del procedimiento, o durante los primeros meses de seguimiento, con una reoperación posterior. Una mujer también requirió reanimación; no hubo fallecimientos. De 811 cabestrillos mediouretrales (CMU), 11 fueron retirados total o parcialmente (1,4%; IC 95% 0,7–2,3%), al igual que 2 de 391 mallas transvaginales (0,5%; 0,1–1,6%) y 4 de 611 mallas implantadas laparoscópicamente (0,7%; IC 95% 0,2–1,5%). La incidencia de complicaciones graves 6 meses después del procedimiento quirúrgico se estimó en torno al 3,5% (IC 95% 2,0–5,0%) después de la colocación de un CMU solo, 7,0% (IC 95% 2,8–11,3%) con CMU y cirugía de prolapso, 1,7% (IC 95% 0,0–3,8%) después de la reparación del tejido vaginal nativo, 2,8% (IC 95% 0,9–4,6%) después de la malla transvaginal y 1,0% (IC 95% 0,1–1,9%) después de la laparoscopía con malla.

En definitiva, las complicaciones graves a corto plazo son relativamente poco frecuentes. Se debe ampliar la monitorización con el fin de evaluar el riesgo a largo plazo asociado con el uso de mallas e identificarlos factores de riesgo.

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