Y desde este momento me propongo cambiar el
seminario de hoy por una serie de seminarios dedicados a la historia del Sr.F, el
instrumento, unas veces vivo y otras veces zombi, que a lo largo de los siglos
ha tenido sus épocas doradas y sus épocas de desdoro, debido también, como
ahora ocurre, a envidias y competencias desleales, por prejuicios religiosos,
por perversas ambiciones económicas de unos y otros, y en estos tiempos que
corren, por una Medicina defensiva temible y coartadora, por una imperdonable e
irrecuperable decadencia en su enseñanza a las nuevas generaciones de jóvenes
obstetras en la instrumentación para el parto, y vilipendiado y maltratado por
una mala prensa sensacionalista, injusta y frívola, muy poco científica, pero que
cala profundamente en la atemorizada mentalidad de la sociedad que vivimos, sin
tener en cuenta las miles de vidas de hijos y madres que se han salvado gracias
al fórceps a lo largo de los tiempos.
Y dicha serie de historias, de sus inventores, de
sus desdichas, de sus complicaciones y de sus malas y buenas intenciones, las
irá narrando nuestro querido fantasma a mis alumnos, a mis residentes y a
aquellos médicos con “licencia para matar”, que quieran seguir
aprendiendo y reflexionando sobre el tema para ayudar a traer vida.
Y si los tristes, jodidos y cariacontecidos compañeros obstetras
protagonistas del desafortunado parto que a todos nos ha roto el alma, la vida,
la profesión y a veces incluso también nuestra maltrecha economía familiar,
hubieran sabido y conocido (veo que ya no se enseña la práctica tocúrgica como
antes), cómo aplicar un fórceps rotador y flexor, siguiendo las fuerzas de
tracción adecuadas al eje de la curva de Carus en una pelvis capaz, tal vez no
estuviéramos contando ahora, el tristísimo episodio vivido y quizás no me
hubiera dado pie a mí a contarles y describirles esta historia en fascículos sobre
el FÓRCEPS (Sr. F).
Nunca, a lo largo de la historia se dejó de buscar
el instrumento ideal para ayudar en el parto, en la primera época para extraer
fetos muertos y en la segunda época, desde los Chamberlen, para extraer fetos
vivos, y pienso que se seguirá buscando por mucho tiempo, con obstetras e
ingenieros trabajando codo con codo, para ayudar a bien parir, en definitiva, para
ayudar a la Humanidad.
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