martes, 28 de mayo de 2019

ROTURA UTERINA Y ENCEFALOPATIA HIPOXICO-ISQUEMICA. UN CASO PARA NO REPETIRLO

Resultado de imagen de rotura uterinaUna mujer se presentó al hospital a las 37 semanas de gestación con quejas de contracciones y dolor abdominal. Tenía antecedentes de cesárea previa y estaba programada para una cesárea a las 39 semanas. Las matronas atendieron a la mujer y consultaron a su obstetra por teléfono. Se encontró que su cérvix tenía una dilatación de 0.5 cm y el monitor mostraba contracciones irregulares y una frecuencia cardíaca fetal normal (FHR). Le dieron medicamentos para detener las contracciones y cuando informó que su nivel de dolor era 0/10, fue dada de alta a su casa.

La noche siguiente, después de la medianoche, la mujer regresó con quejas de dolor abdominal (9/10) y contracciones. El monitor mostró que se estaba contrayendo y fue ingresada en el hospital. Seis veces en el transcurso de 8 horas, las enfermeras hablaron por teléfono con el obstetra, quien le recetó 3 dosis de analgésicos en respuesta a las quejas de dolor del paciente. La paciente llamó a las enfermeras en busca de ayuda durante toda la noche y también llamó al obstetra a su teléfono personal para decirle que le dolía y pedirle que la ayudara. El obstetra le dijo que le harían una ecografía y que darían a luz al bebé por la mañana.

El dolor de la mujer en su mayoría no respondió a la medicación y la FHR se volvió no tranquilizadora a las 8 am. Cinco minutos más tarde, el obstetra le ordenó una cesárea por teléfono y le dijo que se dirigía al hospital. La cirugía se inició a las 8:52 am por otro obstetra que ya estaba en el hospital. El obstetra que atendió llegó justo después de la incisión. El feto se encontró flotando fuera del útero roto y se extrajo a las 8:54 am. Sufrió una encefalopatía isquémica hipóxica con daño cerebral severo resultante y fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos neonatales donde recibió hipotermia y fue hospitalizado durante 84 días.


Después de que se completó la terapia de enfriamiento, se informó a los padres que el bebé tenía un 70% de probabilidades de parálisis cerebral (PC). Se requirió la colocación del tubo de alimentación y el bebé fue trasladado a un centro de atención a largo plazo y se le diagnosticó CP cuadripléjico espástico. Durante el primer año de vida del niño, requirió hospitalización por muchos episodios de neumonía por aspiración, y finalmente se le colocó una traqueotomía. El niño puede oír pero solo puede ver la luz. Requiere asistencia con todas las actividades de la vida diaria y necesitará atención las 24 horas del resto de su vida.

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