miércoles, 9 de mayo de 2018

MUJER Y VITAMINA D


Resultado de imagen de vigantoletten“La vitamina D tiene un papel clave en la salud de la mujer en todas las etapas de su vida”. Esta es una de las principales conclusiones que se ha expuesto en la XVIII Edición de SAMEM, el Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer, que se celebra estos días en Madrid. Se trata de una reunión científica multidisciplinar que se ha convertido en los últimos años en el foro científico de referencia sobre la salud de la mujer en España y que tiene el propósito de dar a conocer todas las novedades y actualizaciones que se produzcan en materia de diagnóstico, tratamiento y conceptos, al tiempo que pretende aunar los criterios de las diferentes sociedades científicas y analizar los protocolos en el campo de la salud femenina.

La vitamina D interviene en múltiples aspectos de la salud global de la mujer. En la adolescencia suele ir asociada a déficits de hierro y a estados de ánimo más depresivos; por el contrario, unos buenos niveles mejoran patologías como el síndrome de ovario poliquístico. Se usa de forma rutinaria en todos los tratamientos de fertilidad, ya que mejora la maduración del ovocito y favorece la implantación del embrión.

Durante el embarazo, su déficit está asociado con riesgo de preeclamsia, partos prematuros o diabetes gestacional. Y ya en la menopausia, favorece el depósito de calcio en los huesos, haciéndolos más fuertes y mejorando la coordinación muscular. Pero además, ensayos clínicos han demostrado que unos niveles adecuados de vitamina D favorecen la salud cardiovascular, distribuyen el tejido adiposo de forma más adecuada en la adolescencia y mejoran el estado de ánimo.

A la hora de hablar de los tratamientos disponibles para paliar la insuficiencia de vitamina D en el organismo, los expertos parecen haber llegado a un acuerdo sobre los niveles óptimos, que se establecen entre 30 y 65 ng/ml. Donde surgen las distintas opiniones es en qué cantidad diaria administrar y en qué forma activa, pero en este sentido, con calcifediol cápsulas blandas tenemos las pautas de tratamiento bastante ajustadas y al presentarse en cápsulas blandas se facilita la ingesta y se evita todos los problemas que pueden acarrear otras presentaciones como las ampollas. Son fáciles de llevar y la posología está bastante bien establecida en función del grado de déficit.

La osteoporosis, la enfermedad más prevalente en mujeres post menopáusicas y más invalidantes, puede prevenirse mediante el aporte de vitamina D. Aunque sumásemos todos los infartos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares y los cánceres de mama, entre todos no llegarían a alcanzar el número de fracturas por osteoporosis que se da entre las mujeres. Dato especialmente importante si tenemos en cuenta que estas fracturas influyen en gran medida en la calidad de vida y suponen un riesgo real de fallecimiento, ya que la mortalidad entre las mujeres que se fracturan la cadera oscila entre el 14% y el 36% en España.

Pero la vitamina D no solo es importante en las patologías del hueso, como la osteoporosis, la osteomalacia y el raquitismo, también sabemos que mantener unos niveles adecuados puede mejorar, incluso, la evolución del cáncer de mama y de procesos donde hay alteraciones de la inmunidad.

Aunque en España, hemos tenido siempre la falsa creencia de que por estar en el país del sol, apenas se producirían carencias de vitamina D, recientemente, hemos empezado a ser más conscientes del déficit que padece la población general, desde la infancia hasta la tercera edad. Es fundamental que el personal sanitario sepa que la reposición es fácil y está en nuestras manos. Las medidas son tan sencillas como pedir una simple determinación de vitamina D en un análisis de sangre y extender una receta de un fármaco que, hoy por hoy, se presenta ya en un formato tan sencillo, como son las cápsulas blandas, que además está financiado por el Sistema Nacional de Salud y que cada día tiene más evidencias acerca de sus propiedades beneficiosas para nuestra salud.

En la actualidad, la determinación de vitamina D no está incluida de forma regular en los análisis de rutina entre los médicos de Atención Primaria, por lo que esta prueba generalmente solo se prescribe en determinadas situaciones de riesgo o patologías, como las insuficiencias renal o hepática, la toma de corticoides o en algunos tratamientos para el cáncer de mama y en gran medida se está solicitando también en el protocolo analítico del primer trimestre del embarazo.

La vitamina D, también conocida como calciferol, calcipotriol, ergocalciferol (vitamina D2) o colecalciferol (vitamina D3), es una vitamina liposoluble que cumple un rol fundamental ya que regula las aportaciones del calcio destinado a los huesos, la concentración sanguínea de calcio y fósforo, y favorece el desarrollo normal del esqueleto del bebé. También interviene en la formación de los dientes y en el funcionamiento del sistema nervioso.

¿Cuál es la dosis recomendada? La dosis mínima recomendada durante el embarazo es de 400 U.I. ó 10 mcg. por día (aprox. 1 vaso de de leche fortificada) y lo mismo durante el período de lactancia. La vitamina D2 (ergocalciferol), la vitamina D3 (colecalciferol) y el calcidiol se consideran prohormonas. Las tres sustancias son metabolitos en la cadena de síntesis del calcitriol, una hormona secosteroide que es la forma activa de la vitamina D. El colecalciferol es el que presenta mejor relación beneficio/riesgo y se desaconseja la toma de metabolitos o derivados (calcitriol, calcidiol, alfa-calcidol) en sujetos sin indicaciones específicas por otras patologías.

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