lunes, 12 de febrero de 2018

TRUCOS PARA CONTROLAR LA VEJIGA HIPERACTIVA



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La hiperactividad vesical suele producirse por contracciones fuertes y constantes del músculo que la recubre, el detrusor. Para que se entienda de forma sencilla qué es lo que sucede para que se produzca la “urgencia miccional”, lo que ocurre es que la vejiga está contrayéndose antes de estar completamente llena, y envía la orden al cerebro de que hay que orinar cuanto antes.

El problema comienza cuando tus esfínteres no son capaces de mantener cerrado el orificio de salida, o dicho en otras palabras, “el grifo no es capaz de estar cerrado” y entonces se produce el escape de orina antes de que llegues al baño.

Este tipo de incontinencia sería llamado de incontinencia de urgencia, aunque con mucha frecuencia está mezclada con la debilidad de los músculos del suelo pélvico, por lo que suele ser una incontinencia mixta: tu vejiga te crea la necesidad de orinar antes de tiempo y tus músculos del suelo pélvico no son capaces de retener y controlar la salida de la orina.

TRUCOS PARA EVITAR LA INCONTINENCIA DE URGENCIA

1º CUIDA TU VEJIGA Y EVITA LOS SÍNTOMAS:

1. Aunque no se le da a este punto la suficiente importancia, piensa que, si “cuidas” tu vejiga y no la irritas, disminuirás la probabilidad de que tengas esos momentos de urgencia, por lo que la prevención es la mejor arma para evitar los escapes. Algunas claves son:

  • No vayas constantemente al aseo, para tener la vejiga vacía. Piensa que si haces esto constantemente, cada vez será más pequeña la capacidad vesical y lo único que conseguirás es que se active el detrusor con mayor frecuencia aunque no hayas ingerido mucho líquido. 
  • Evita el café y refrescos excitantes: al evitar excitantes como la cafeína o la teína no excitarás al detrusor y evitarás la sensación de urgencia y la frecuencia en la micción. 
  • Vigila tu hidratación: nunca dejes para evitar acudir al “aseo”, pero igual que puede ser negativo tener que estar acudiendo al baño, puede ser contraproducente que dejes de hidratarte. 
  • Evita el estreñimiento: el estreñimiento perjudica problemas de incontinencia de urgencia, por eso es aconsejable evitarlo a toda costa: toma fibra, muévete, hidrátate,… 
  • Deja el tabaco: Se ha observado que las personas fumadoras, y aquellas con problemas respiratorios que les hagan toser con frecuencia tienen mayor predisposición a la hora de sufrir incontinencia. 
  • Evita la obesidad y controla los alimentos irritantes: tanto el exceso de peso como consumir alimentos irritantes (tales como los picantes, los que estriñen,….) no ayudan a tu problema, ya que fomenta la vejiga hiperactiva. Si mejoras tu alimentación probablemente se reducirá tu frecuencia de visitas al aseo. 
  • Evita el frío: los clímas gélidos aumentan la irritabilidad vesical.
2. Ponte en manos de un profesional. Visita al especialista: acude al Ginecólogo/urólogo. 
  • Hará un diagnostico detallado (verá las mayores causas de la vejiga hiperactiva, si hay otras enfermedades asociadas,…).
  • Creará un tratamiento personalizado:
    • La prescripción de fármacos que ayuden a relajar la vejiga estará relacionada con tu historial médico: tendrá en cuenta si eres diabetic@, tienes cistitis continuadas…. Actualmente existen muchas alternativas para el tratamiento mediante medicación, el uso de anticolinérgicos suele prescribirse con frecuencia ante los síntomas de vejiga hiperactiva.
    • No sólo se trata de de administrar fármacos para relajar al detrusor, también se puede reeducar.
    • Mediante técnicas de modificación de la conducta, como con el calendario miccional, se puede entrenar a la vejiga y reprogramar su funcionamiento
    • ¿Cómo se hace la reprogramación? Mediante el control de las veces que acudes al aseo, puedes conseguir espaciar el tiempo hasta cada 3-4 horas de separación (5-6 veces en el día).
    • Reentrena tu vejiga y entrena también tus músculos del suelo pélvico. En una unidad de suelo pélvico con un fisioterapeuta especializado pueden ayudarte a relajar el detrusor mediante distintos tratamientos como los de electroterapia. Además, te ayudarán a entrenar la musculatura del suelo pélvico y a realizar un tratamiento completo.

2º CÓMO CONTROLAR LA VEJIGA ANTE LA URGENCIA MICCIONAL

1. Ante la urgencia: que no cunda el pánico. La regla nº 1 es estar tranquila: ni corras hacia el baño, ni te aceleres. Lo único que vas a conseguir con eso es: primero perder el control de los esfínteres, aumentar la actividad del detrusor y la vejiga hiperactiva, consiguiendo por tanto una mayor urgencia y aumento de la probabilidad de fugas. Por este motivo:
  • Recuerda: respira con tranquilidad, nada de acelerarte. Es importante para no “activar” aún más a la vejiga.
  • ¿Estás por la calle? Trata de no correr en dirección al bar más cercano, ya que lo que vas a conseguir es aumentar las contracciones, mejor seguir caminando o incluso pararte.
  • ¿Estás lejos del aseo? Es mejor quedarse sentado hasta que pase la urgencia (la presión de la zona perineal contra el asiento te puede ayudar a un mayor control). De hecho, puedes controlar mejor la situación si te inclinas ligeramente hacia delante.
  • ¿ Suele ocurrirte que, a medida que llegas a casa o al inodoro, notas más fuertes las contracciones y ganas de miccionar? Si estás llegando a casa, metiendo la llave dentro de la cerradura, poniendo la mano en el pomo de la puerta del aseo, o subiendo la tapa del inodoro, y aumentan las contracciones…Trata de no pensar en ello, es más, mira hacia otro lado y trata de pensar en otra cosa.
  • ¿El motivo? Si estás mirando es posible que tu cerebro piense que ya estás en “el sitio” y mande la orden a los músculos del suelo pélvico de que pueden relajarse antes de tiempo, produciendo la fuga, además de que la vejiga puede mandar aún más contracciones para contraerse para miccionar.
2. Realiza contracciones perineales para evitar las fugas.
  • Si tratas de contraer los músculos del suelo pélvico puedes evitar escapes de orina. Por una parte, si tienes incontinencia mixta estás consiguiendo tomar el control de la situación. Además, conseguirás que vaya pasando el tiempo y se relaje la vejiga.
  • ¿Sigues teniendo la necesidad de miccionar? Sigue realizando las contracciones hasta que la vejiga se relaje.
  • Una vez que pase esa necesidad imperiosa ya puedes tratar de ir al aseo con calma

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