miércoles, 10 de enero de 2018

CONTROL DEL BIENESTAR FETAL ANTEPARTO

INTRODUCCIÓN.-  El objetivo del control del bienestar Fetal intraparto es disminuir la morbimortalidad fetal y materna, detectando fetos en situaciones de hipoxia y acidosis para corregirla o evitarla antes de que se produzcan efectos irreversibles, principalmente a nivel neurológico.
 
MÉTODOS DE CONTROL DE BIENESTAR FETAL.- Los métodos de Control del bienestar fetal intraparto son los siguientes:


1. Frecuencia Cardiaca Fetal (FCF). La hipoxia se relaciona con cambios en el patrón de la Frecuencia Cardiaca Fetal y es importante su vigilancia en todas las gestantes. La monitorización de la Frecuencia Cardiaca Fetal puede realizarse de forma continua o intermitente.
  • Vigilancia de la Frecuencia Cardiaca Fetal en gestantes de bajo riesgo:
Control intermitente de la Frecuencia Cardiaca Fetal (auscultación o electrónica). Para poder realizarla es necesario que se cumplan los siguientes requisitos: ausencia de factores de riesgo ante o intraparto intervalos predeterminados, ratio matona/gestante 1/1. El método preferible es el sistema doppler, se debe registrar cada 15-30 minutos en la fase activa del parto y cada 5-15 minutos en el expulsivo. La auscultación debe abarcar como mínimo el período entre dos contracciones, se modificará en función de cada caso si fuese necesario.
 
El Protocolo NICE 2014 recomienda:
    • En el primer periodo del parto: cada 15-30 minutos durante 60 segundos en el periodo de pos-contracción. Inmediato o en ventanas de 20 minutos cada hora.
    • En el segundo periodo del parto monitorización continua de la Frecuencia Cardiaca Fetal, si se consensua con la paciente la monitorización intermitente se hará cada 5 min durante 60 segundos después de la contracción.
    • Monitorización continua si no se cumplen los requisitos anteriores.
  • Vigilancia de la Frecuencia Cardiaca Fetal en gestantes de alto riesgo: Se realizará monitorización continua.
El RCTG tiene una sensibilidad > 95% en la predicción de la acidosis fetal, pero baja especificidad por alta tasa de falsos positivos. La identificación y tratamiento de causas reversibles puede evitar intervenciones innecesarias, pero si continúan alteraciones del patrón normal de la Frecuencia Cardiaca Fetal es necesario realizar otras evaluaciones para identificar afección fetal.

2. Estimulación fetal.- Cuando un feto intraparto responde a la estimulación con un ascenso transitorio tiene pocas posibilidades de estar en acidosis. La ausencia de respuesta predice un pH fetal bajo. Es una prueba con alto valor predictivo negativo, pero bajo valor predictivo positivo.

Puede realizarse directamente sobre el polo cefálico o mediante estimulación vibroacústica (EVA).
Se recomienda en registros fetales atípicos. En ausencia de una respuesta positiva de aceleración se recomienda la toma de muestra de sangre del cuero cabelludo fetal si está disponible.

3. Pulsioximetría fetal.- Es una técnica de monitorización intraparto que proporciona de forma continua la saturación arterial de oxígenos (FSaO2) de la hemoglobina fetal por medios ópticos. Se aplica un sensor al feto. Es necesario que las membranas ovulares estén rotas y conocer la estática fetal para poder colocarlo preferiblemente en la mejilla.

Está indicado ante alteraciones de la Frecuencia Cardiaca Fetal y arritmias fetales. La FSaO2 >30% suele corresponder a EAB normal. Valores bajos se relacionan con valores bajos del pH. Actualmente no hay pruebas suficientes para recomendar la utilización de pulsioximetría fetal en la vigilancia fetal intraparto. (Grado de recomendación A, Nivel evidencia I)

4. Electrocardiograma fetal. Análisis del S-T.- El corazón y el cerebro son dos órganos igualmente sensibles a la hipoxia, si obtenemos datos sobre la oxigenación miocárdica podemos hacerlos extensibles al cerebro. El ECG fetal proporciona datos continuos sobre la capacidad fetal para responder a la hipoxia en el parto, aunque la información del S_T debe usarse junto al RCTG.

Se coloca un electrodo en el cuero cabelludo fetal y canaliza el segmento S-T del electrocardiograma fetal, ante hipoxia sufrirá alteraciones. Es un procedimiento útil para diagnosticar situaciones fetales clínicas comprometidas y dirigir las intervenciones ero debe complementarse con otros métodos de control de bienestar fetal.

5. Monitorización bioquímica: pH fetal.- Es el modo más preciso de evaluar el estado fetal intraparto. La monitorización bioquímica se considera la prueba fundamental para el diagnóstico de acidosis fetal. Disminuye los falsos positivos de RPBF del RCTG y la pulsioximetría y mejora los resultados perinatales. Como inconvenientes encontramos que es un método invasivo, no es continuo y precisa de muestras repetidas y no siempre coincide con el estado neonatal.

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