jueves, 21 de diciembre de 2017

ORGASMO DE LA MUJER

Espasmos, descargas eléctricas, derroche de energía, explosión de bienestar… Se puede verbalizar de muchas maneras, pero seguramente ninguna de ellas quede a la altura. La petite mort, así lo bautizaron los franceses a la sensación de desconexión cerebral producida tras el orgasmo. Esta expresión nos recuerda que durante unos segundos nos encontramos en un estado de inconsciencia y plenitud, que muchas veces se hace demasiado corto.

Lo que resulta chocante es que al menos aún exista un 60% de las mujeres, en todo el mundo, que ha fingido un orgasmo alguna vez. Estoy hablando de tu madre, hermana, compañera de trabajo, o de esa vecina que oyes, a menudo, al otro lado de la pared manteniendo relaciones. La presión por gustar, la incomunicación y las ‘ganas de acabar’ y dormir son las más presentes.

La mayoría de las mujeres llega de forma externa, sea por roce o por coito, pero es muy difícil que una mujer lo alcance sin ningún tipo de estimulación externa. Sí, es un hecho y, por ello, no debe cundir el pánico.

Toda pareja tiene el deber, y el derecho, de conocerse sexualmente. Cada persona tiene un cuerpo diferente e incluso una emocionalidad diferente con cada pareja. Pero las personas no se dan el margen de conocer bien a esa persona. Un margen que oscila de 3 a 6 meses. Al fin y al cabo, no hay ni dos personas ni dos genitales iguales por lo que cada mujer tendrá que comunicar cómo y dónde le gusta. Exactamente sucede con el orgasmo masculino, que no necesariamente es más rápido que el femenino. Como cuenta el libro "El sexo que queremos las mujeres" de la sexóloga Carme Sánchez, el tiempo que se tarda en llegar al orgasmo depende del grado de deseo, de la capacidad de excitación y de la adecuada estimulación, y no tanto de ser hombre o mujer.

A menudo, las mujeres piensan demasiado en aquello que se espera de ellas, olvidando aquello que verdaderamente quieren.

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