La terapia TSEC, que combina estrógenos con una molécula sintética, alivia los bochornos, los trastornos del sueño y aumenta la masa ósea, sin riesgos asociados. Desgraciadamente con el controvertido estudio WHI de 2002, las mujeres se alarmaron con los riesgos que podía tener la terapia de reemplazo hormonal en la menopausia. El estudio de la Universidad de California en Los Angeles se refiere a la investigación que estigmatizó el uso de hormonas para tratar los síntomas asociados a esta etapa en la vida de las mujeres, bochornos, trastornos del sueño, cambios de ánimo, molestias en las relaciones sexuales y dolores osteomusculares, por miedo a desarrollar un cáncer de mama o de útero. Estos resultados asustaron a las pacientes.
Hoy las mujeres son distintas a como eran antes y además viven por más tiempo. La menopausia llega entre los 50 y 51 años y a esa edad todavía son muy activas. Muchas siguen trabajando, otras empiezan una nueva carrera, algunas hacen trekking , etcétera. ¿Entonces cómo las ayudamos a mantener su calidad de vida hasta los 80 o 90 años?.
La terapia hormonal ideal es el tratamiento TSEC. Consiste en una combinación de estrógenos con bazedoxifeno, una molécula sintética que reemplaza la progestina, hormona que antes se utilizaba en la terapia de reemplazo hormonal y que estaba asociada al riesgo de contraer un cáncer mamario. Con los estrógenos no hay riesgo de cáncer de mama, pero sí podría haber de cáncer de útero. Sin embargo, esta molécula sintética es bien tolerada por el útero e incluso bloquea los receptores del estrógeno en esa zona, por lo que reduce los síntomas molestos de la menopausia, sin los efectos secundarios de riesgo. Esta píldora, se ingiere una vez al día, combate los bochornos, aumenta la masa ósea y reduce el riesgo de fracturas a futuro. La mayor ventaja es que disminuye en gran parte los sangramientos y la sensibilidad mamaria.
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