miércoles, 15 de mayo de 2013

BENEFICIOS DE LA NATACION DURANTE EL EMBARAZO


Durante los nueve meses de embarazo, el cuerpo de la futura mamá sufre una serie de transformaciones, debidas fundamentalmente a los cambios hormonales. Así, según va creciendo el vientre materno la columna debe ir adaptándose y, para evitar posibles dolores, es fundamental realizar algo de ejercicio físico. En el agua, las mujeres embarazadas cuentan con un beneficio extra muy importante: la relajación, muy aconsejada por el estrés y ansiedad al que pueden ser sometidas. Además, es un medio dotado de una serie de propiedades (flotación, inmersión y presión hidrostática) que la confieren de un medio ideal para moverse y realizar ejercicios.

A través de la natación terapéutica y gracias a la flotación la mujer embarazada podrá moverse con facilidad pese a la ganancia de peso, realizando ejercicios que no supongan impacto. No obstante, el uso de artilugios como churros y/o tablas no se empleará solo para facilitar la flotación y la relajación, también podrá emplearse para realizar ejercicios resistidos tonificando así los miembros superiores y/o inferiores y preparar así a la futura mamá para necesidades del recién nacido.

Por su parte, la inmersión mejora la propiocepción, la percepción corporal, el equilibrio y la coordinación. También influye en el estado psicológico y emocional de la gestante ya que existe una mayor seguridad en la realización del ejercicio de natación terapéutica así como un menor dolor en el caso de sufrir patologías secundarias al embarazo. La presión hidrostática ayuda a mejorar el retorno venoso, aliviando la pesadez e hinchazón de las piernas tan común y molesta en el embarazo. También se puede realizar un buen trabajo respiratorio al fortalecer la musculatura inspiratoria, aumentado así la capacidad pulmonar tan reducida en los últimos meses.

La natación para embarazadas proporciona tonicidad a los músculos, ejercitando miembros superiores, zona abdominal y miembros inferiores, así como musculatura pélvica implicada en parto y que refiere una gran distensión o flacidez post-parto. Por este motivo, se considera una actividad completa, ya que, también al ser una actividad aeróbica, mejora el sistema cardiorespiratorio proporcionando unos enormes beneficios tanto a la madre como al futuro bebe. Además de todo lo citado, realizar ejercicio en el agua caliente aumenta la secreción de endorfinas y relaja la musculatura perineal, lo cual es muy importante porque facilita la fase de dilatación y reduce el riesgo de episiotomías.

Es contraindicación para el ejercicio en piscina la incontinencia urinaria y/o fecal, así como insuficiencias cardiacas y hepáticas no controladas, HTA no controlada, heridas abiertas o enfermedades infecto-contagiosas y epilepsia mal controlada.

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