lunes, 22 de abril de 2024

IMPACTO ADVERSO DE LA ATROFIA VULVOVAGINAL EN LA CALIDAD DE VIDA

Qué es la atrofia vaginal o vulvovaginal y cuáles son sus causas?
Los síntomas relacionados con la atrofia vulvovaginal (AVV) que afectan negativamente la calidad de vida se observan en una proporción significativa de mujeres posmenopáusicas, La AVV se presenta en aproximadamente la mitad de las mujeres posmenopáusicas, lo que provoca una multitud de síntomas urinarios, genitales y sexuales. La disminución de los niveles de estrógeno en la sangre, que a menudo ocurre durante la menopausia, conduce a la AVV.

Dado que la esperanza de vida de las mujeres ha aumentado, se espera que estas pacientes se vean afectadas por los síntomas de la menopausia durante una mayor proporción de sus vidas. Por tanto, es necesario realizar evaluaciones subjetivas y objetivas de AVV tanto en contextos clínicos como de investigación. Los síntomas de AVV pueden variar de molestias leves a graves y están influenciados por el tiempo, la edad de la paciente, la paridad, el tipo de menopausia, el parto vaginal, la frecuencia de la actividad coital, otras afecciones médicas y el tabaquismo. La AVV no desaparecerá sin un tratamiento adecuado, ya que es una enfermedad crónica en el período posmenopáusico. Actualmente, la AVV está infradiagnosticada y tratada, y sigue faltando conocimiento sobre la salud vaginal. 

Para evaluar la incidencia de AVV en mujeres posmenopáusicas en un entorno rural, los investigadores realizaron un estudio transversal. Los participantes incluyeron mujeres posmenopáusicas de 45 a 75 años con al menos 1 síntoma vaginal. Se utilizó un cuestionario probado previamente para obtener datos de los participantes, incluido el tiempo desde la última menstruación, historial de actividad sexual reciente, estado civil, comorbilidades, estilo de vida y paridad.

La Escala de Molestia de síntomas vaginales se utilizó para evaluar síntomas como sequedad vaginal, dolor, irritación o ardor, picazón, dolor o sangrado durante las relaciones sexuales, dolor durante la penetración, dolor durante el ejercicio, secreción, incontinencia urinaria, aumento de urgencia, micción frecuente, otros síntomas urinarios. dificultades, dolor abdominal bajo, cistitis poscoital e infecciones recurrentes del tracto urinario. Los síntomas se calificaron en una escala de 5 niveles, donde 0 indica nada y 4 indica extremadamente. Las puntuaciones más altas indicaron un mayor malestar. Además, la AVV se confirmó mediante un examen clínico ginecológico.

De las participantes, el 34% tenía entre 56 y 60 años y sólo el 6% tenía entre 71 y 75 años. El 38% reportó tener 2 hijos, el 36% más de 2 hijos y el 23% un solo hijo.

Se informaron comorbilidades en el 87% de las pacientes y solo el 3% eran nulíparas. El consumo de café fue reportado por el 54%, el consumo de alcohol por el 17% y el tabaquismo por el 7%.

El síntoma más común fue la sequedad vaginal en el 77% de las pacientes. El 23% de las pacientes informó que no les molestaba la sequedad vaginal, mientras que aproximadamente el 19% se vio extremadamente afectada. En cuanto a irritación o ardor, al 28% no le molestó y al 9% le molestó mucho. En cuanto a la picazón, al 27% de los pacientes no les molestó y al 11% les molestó mucho. Estas tasas fueron del 33% y 0%, respectivamente, para el dolor durante el coito, del 34% y 1%, respectivamente, para el dolor durante la penetración, del 46% y 1%, respectivamente, para el sangrado durante el coito, y del 26% y 9%, respectivamente. , para el flujo vaginal.

El 40% informó que no le molestaba el dolor durante el ejercicio, mientras que el 2% sentía una molestia extrema. Estas tasas fueron del 43% y 8%, respectivamente, para la incontinencia urinaria, del 32% y 10%, respectivamente, para la polaquiuria, del 45% y 2%, respectivamente, para infecciones recurrentes del tracto urinario, del 44% y 1%, respectivamente, para cistitis poscoital, y 44% y 1%, respectivamente, para dolor abdominal bajo.

El 50% de las pacientes informaron molestias leves causadas por los síntomas de AVV, molestias moderadas en el 48% y molestias extremas en el 2%. El funcionamiento sexual con antecedentes de actividad sexual reciente fue el dominio de calidad de vida más afectado, con una media de 2,00 ± 0,55.

Al evaluar la frecuencia mediante el índice de salud vaginal, una puntuación inferior a 15 indicaba atrofia de la vagina. El 51% de los pacientes reportó una puntuación de 11 a 15, el 5% de 21 a 25, el 7% menos de 5, el 21% entre 5 y 10 y el 16% de 16 a 20. Estos resultados indicaron que una proporción significativa de mujeres se ven gravemente afectadas por los síntomas de AVV. Los investigadores recomendaron realizar más investigaciones para evaluar las variaciones regionales en las experiencias de las mujeres.

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