
La combinación de atezolizumab con terapias dirigidas al gen TP53 muestra actividad, con un caso de respuesta extraordinaria, según datos de un nuevo estudio.
Científicos de la Universidad Vanderbilt han llevado a cabo un ensayo de fase Ib/II en el que demuestran la viabilidad del tratamiento de combinación con atezolizumab y idasanutlina, en pacientes con tumores de mama metastásicos ER+ sin mutaciones en el gen TP53. Una proporción de estas pacientes logró controlar la enfermedad durante más de 6 meses, incluyendo un caso de repuesta durante 14 meses. Esta paciente, que discontinuó la terapia debido a un efecto adverso, mantuvo su enfermedad estable durante los tres años posteriores. El mismo ensayo también evaluó la combinación de atezolizumab con cobimetinib en pacientes con mutaciones en TP53, constatándose enfermedad estable como mejor respuesta.
A pesar de los avances en el tratamiento del cáncer de mama metastásico, la enfermedad sigue siendo incurable y una de las principales causas de mortalidad relacionada con cáncer. Aunque los inhibidores de los puntos de control inmunológico, tales como pembrolizumab, se han convertido en terapia estándar en los tumores triple negativos, la eficacia de este agente en los ER+ es limitada. Sobre estas observaciones los autores del actual estudio han explotado las vulnerabilidades asociadas a TP53.
Específicamente, los tumores sin mutaciones en este gen son potencialmente susceptibles a los antagonistas de MDM2, tales como la idasanutlina, cuya acción promueve la senescencia tumoral, facilitando con ello la infiltración por células inmunitarias. Adicionalmente, en los tumores mutados en TP53, la inhibición de la quinasa MEK mediante cobimetinib, en combinación con un agente anti-PD-1, podría restaurar la presentación de antígenos tumorales y restablecer la respuesta inmunitaria frente al tumor.
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