A raíz de la pandemia de COVID-19 se ha incrementado en todo el mundo la congelación de óvulos por diversas razones, sin embargo, en muchos casos, no se decide sobre el destino de los que, finalmente, no llegan a ser utilizados.
A día de hoy no se dispone de mucha información sobre el destino de muchos óvulos congelados y las decisiones que toman sus propietarios sobre qué hacer con los excedentes.
Sobre este tema han investigado científicos de la Universidad de Monash y Monash IVF (Australia). Bajo el título, "Tendencias de almacenamiento, uso y resultados de disposición después de la congelación de óvulos" este equipo realizo un estudio para investigar el uso de óvulos congelados, así como el resultado del excedente de óvulos durante un período de 10 años. Se recopilaron datos no identificados sobre los resultados de los óvulos congelados en las clínicas de FIV Monash en Victoria, Australia, entre 2012 y 2021.
La cantidad de óvulos congelados almacenados sigue superando con creces a los que se utilizan en el tratamiento o se retiran del almacenamiento, ya sea para ser desechados o donados. Esto tiene implicaciones para las clínicas de fertilidad, que necesitarán nuevas estrategias para evitar una acumulación insostenible de óvulos congelados almacenados.
La investigación proporciona información y conocimientos novedosos no sólo para las personas que están considerando congelar óvulos sino también para la industria de la fertilidad, los proveedores de atención médica y los formuladores de políticas sobre el futuro manejo y uso de los excedentes de óvulos.
Durante los diez años analizados en esta investigación, 3.082 ciclos dieron como resultado la congelación de óvulos y 2.800 óvulos fueron descartados, donados o exportados a otra clínica. En total, se realizaron 645 ciclos de descongelación de óvulos, lo que se tradujo en que menos del 13 por ciento de los pacientes con óvulos almacenados los solicitarán.
Asimismo, según otros datos del estudio, de quienes se interesaron por sus óvulos almacenados, sólo el 15 por ciento optó por donar los sobrantes a otras personas con fines reproductivos. No hubo excedentes de óvulos donados para la investigación durante el período del estudio. En este sentido, la investigación proporciona nueva evidencia de que, contrariamente a las hipótesis iniciales de que los óvulos congelados podrían ser una solución a la escasez de óvulos de donantes, los óvulos excedentes rara vez se donan para investigación o para fines de reproducción.
Las pacientes optan por la congelación de óvulos por diversas razones, y hemos visto un aumento constante, particularmente como resultado de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, muchos no han considerado completamente el destino de los óvulos no utilizados. A medida que crece la prevalencia de la congelación de óvulos, es crucial garantizar que los pacientes reciban apoyo para tomar decisiones sobre sus óvulos excedentes que se alineen con sus preferencias, valores y circunstancias.
Por otra parte, restringir la donación de óvulos para investigación tiene implicaciones tanto para quienes se enfrentan a la decisión de qué hacer con los óvulos sobrantes, que hubieran preferido donar, como para el avance de la investigación. Por lo tanto, se debe explorar la posibilidad de permitir la donación y el almacenamiento para futuras investigaciones para aumentar el conjunto de óvulos disponibles.
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