domingo, 9 de julio de 2023

VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO. ACTUALIZACION

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una infección viral DNA común, de transmisión sexual que afecta a millones de personas en todo el mundo. A medida que la ciencia y la medicina avanzan, se han desarrollado protocolos y algoritmos actualizados para el manejo y prevención del VPH. 

Se ha convertido en un importante problema de salud a nivel mundial debido a su asociación con el desarrollo de diversos tipos de cáncer, como 100% el cáncer de cuello uterino, 90% cáncer de ano, 70% cáncer de vulva y vagina, cáncer de pene y algunos tipos de cáncer de cabeza y cuello. Se estima que al año aparecen 570.000 nuevos casos de cáncer relacionados con el VPH.

Estos protocolos están respaldados por la evidencia científica más reciente y son utilizados por los profesionales de la salud en todo el mundo. A continuación, se presentan algunas de las estrategias más recientes:

Detección temprana y cribado: Prueba de ADN del VPH: Se recomienda la prueba de ADN del VPH como método primario de cribado en mujeres a partir de los 30 años. El tamizaje para la detección del VPH se realiza mediante pruebas de ácido desoxirribonucleico (ADN) viral.

La prueba de VPH basada en el ADN, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y la captura de híbridos, es ampliamente utilizada para detectar la presencia del virus en muestras de células cervicales. prueba detecta la presencia del virus y puede identificar los tipos de alto riesgo más comunes. 
  • Pruebas de genotipificación: Las pruebas de genotipificación permiten identificar los tipos específicos de VPH presentes en una muestra. Esto es útil para determinar el riesgo individual de desarrollar lesiones precancerosas o cáncer y para guiar el manejo clínico.
  • Citología cervical: La prueba de Papanicolaou (Paptest) sola o en combinación con la prueba de ADN del VPH, sigue siendo una herramienta importante para la detección temprana de lesiones precancerosas o cancerosas en el cuello uterino asociadas al HPV.
Vacunación: Vacunas bivalentes, tetravalentes y nonavalentes: Las vacunas desarrolladas contra el VPH protegen contra las cepas de alto riesgo más comunes, reduciendo así la incidencia de infecciones y cánceres cervicales asociados con estas cepas.

Pautas de vacunación: Se recomienda la administración de la vacuna del VPH a niños y niñas en edades tempranas a partir de los 9 años, antes de la exposición sexual, para lograr la inmunidad antes del inicio de la actividad sexual, para prevenir el VPH y sus complicaciones, como el cáncer anal y genital. La vacuna nonavalente es la más recomendable y protege contra nueve tipos de VPH, incluyendo los que causan la mayoría de los casos de cáncer cervical y no se pone límite superior de edad.. 

Además está indicada y financiada en mujeres sometidas a conizaciones cervicales por lesiones de alto riesgo en cuanto se conozca el diagnóstico.

Prevención
  • Educación y concienciación: Las campañas de salud pública y la educación sobre la prevención y los riesgos del VPH son fundamentales para reducir la propagación de la infección. 
  • Uso del condón: Aunque no proporciona una protección completa, el uso del condón puede reducir el riesgo de transmisión del VPH durante el contacto sexual.
Seguimiento y tratamiento:
  • Colposcopia: Las mujeres con resultados anormales en las pruebas de VPH o citología cervical pueden someterse a una colposcopia para examinar más detalladamente el cuello uterino y tomar una biopsia (muestras de tejido) si es necesario y determinar el grado de las lesiones.
  • Tratamiento de lesiones precancerosas: Las opciones de tratamiento para las lesiones precancerosas incluyen la crioterapia, la conización y la escisión electroquirúrgica con asa (LEEP) para eliminar lesiones cervicales precancerosas causadas por el VPH y prevenir la progresión a cáncer cervical invasivo.
  • Seguimiento a largo plazo:
    • Control médico regular: Las personas diagnosticadas con el VPH deben someterse a controles médicos periódicos para monitorear su salud y detectar cualquier cambio en las células cervicales. 
Es importante también  monitorear a los grupos de riesgo: personas VIH positivas, homosexuales, personas transplantadas con inmunosupresores, inmunodeficiencias primarias y personas con enfermedad inflamatoria intestinal (Chron y colitis ulcerosa)
    • Asesoramiento y educación:
      • Educación sexual: Se enfatiza la importancia de la educación sexual para promover comportamientos responsables y prevenir la propagación del VPH. Esto incluye información sobre la vacunación, el uso del condón y la detección temprana.
    • Consejería genética: En casos de infecciones persistentes por VPH o cánceres relacionados, se puede ofrecer asesoramiento genético para evaluar el riesgo familiar y brindar orientación sobre opciones de prevención y tratamiento.
Es importante destacar que la investigación y el desarrollo de nuevos protocolos y algoritmos para el VPH siguen en curso, y los profesionales de la salud están comprometidos en mejorar la prevención, detección y tratamiento de esta infección viral para proteger la salud de la población. Siempre es recomendable consultar con un médico o profesional de la salud para obtener información actualizada y personalizada sobre el VPH.

No hay comentarios: