jueves, 8 de junio de 2023

RUTINAS PARA CUIDAR EL SUELO PELVICO


Es "algo que parece exclusivo de la menopausia, pero no es así, puede aparecer a cualquier edad y se relaciona con momentos de cambios hormonales o periodos de estrés". 
Y no es un tema menor porque además de perjudicar las relaciones sexuales, también "puede causar escozor, dolor o mayor riesgo de molestias urinarias, ya que la lubricación contribuye a proteger la zona íntima frente a agentes patógenos". 
La zona íntima de la mujer reclama los mismos cuidados que el resto del cuerpo, incluyendo cosméticos naturales y ejercicios específicos. Y, sobre todo, para desvelar cuáles son los cuidados que precisa nuestro bienestar íntimo, un aspecto clave en la salud femenina y también un tema tabú que no se discute abiertamente.

"Tengo 55 años, un cáncer hormonodependiente y sequedad vaginal. Hay que llamar a las cosas por su nombre y hablar de la genitalidad de manera normal. Las mujeres tenemos muchísimo pudor a decir determinadas cosas, y esta es una de ellas. Primero, porque se asocia con la edad. Ser mujer y hacerse mayor es un salto mortal, no es lo mismo para un hombre, porque se relaciona también con la falta de sexualidad y con el 'ya no eres una mujer atractiva'. Pero la realidad es que vas a ser una mujer con menopausia mucho más del 50% de tu vida. Hay que empezar a hablar de una manera clara: yo tengo sequedad vaginal. Uno, producto de mi edad, y dos, porque debido a mi cáncer tomo una pastilla que lo acentúa".

La sequedad vaginal se presenta, sí o sí, durante buena parte de nuestra vida. "Las mujeres vivimos 87 años de media en España. Cuando llega la menopausia y empezamos a tener sequedad vaginal, y a dejar de disfrutar de nuestra sexualidad por ello, cosa que sucede alrededor de los 50 años, nos quedan aproximadamente otros 40 por delante. Empecemos a normalizar esta situación y el hecho de que tenemos que trabajar para evitarla. La forma es acudir a especialistas que nos ayuden, suplementarnos de la manera adecuada y cambiar los hábitos de nuestro día a nivel de dieta, ejercicio y, también, de hidratación. Esto mejorará nuestra vida absolutamente".

De todo ello, la parte más desconocida es la relativa a la hidratación. "Nuestra vagina la necesita, como el resto de nuestro cuerpo. No esperamos a tener arrugas para aplicarnos un contorno de ojos o un cosmético en el rostro o en el cuello, lo hacemos como una rutina, a diario, porque nos viene bien y previene que la piel se estropee en el futuro. Con nuestra zona íntima debemos hacer lo mismo. Sabemos que el ácido hialurónico nos puede aportar hidratación y nos ayuda a mantener la integridad de la mucosa vaginal", recomendando incluir un producto específico como parte de nuestros hábitos diarios.

"Esto va más allá de las relaciones sexuales, tiene que ver con la salud". "Con 20 años empezamos a hidratarnos la cara y sabemos que debemos protegerla del sol y cuidarla para prevenir manchas y arrugas, pero nadie nos dice que hay que hacer lo mismo con la vagina. Y no cuando llega la menopausia, también a los 20, cuando empiezas a cuidarte la cara. Hay que usar aceites y productos específicos para hacer un trabajo de prevención, porque cuando llega la sequedad vaginal podemos hablar también de muchas otras cosas más graves, como la atrofia". No soy capaz de meterme en la cama si no hidrato mi vagina, forma parte de mi hábito normal, como lavarme los dientes, todos los días de mi vida. Y no tiene nada que ver 

PELVIC FLOW PARA ACTIVAR EL SUELO PÉLVICO

Durante el encuentro también se explicó la importancia del trabajo de la musculatura del suelo pélvico. Para entrenarlo, lo mejor es "una rutina de entrenamiento funcional donde se trabaje en sinergia con la musculatura del suelo pélvico, siendo consciente en todo momento de los músculos de la zona y de cómo se van activando". Después, una vez cogida la mecánica, "se acabará haciendo de manera casi involuntaria a través de la respiración". Porque la llave para ejercitar bien el suelo pélvico es controlar la forma en la que inhalamos y expiramos, de forma larga y pausada, cuando añadimos el golpe de fuerza al ejercicio.

Es lo que se conoce como Pelvic Flow, un entrenamiento funcional y de tonificación con el que, además de quemar grasa y ganar músculo, se practica esa contracción muscular y se aprende a reconocer y ubicar dónde se encuentra el suelo pélvico. "No todo vale para todos y no todo se reduce a los ejercicios de Kegel", "hay que cambiar los hábitos a nivel de alimentación e hidratación y ser conscientes de que es una parte muy importante de nuestra musculatura que debemos trabajar con ejercicios específicos".  


"Por nuestra experiencia en el centro, cada vez más mujeres son conscientes de la importancia de cuidar la musculatura de nuestra zona íntima, pero es cierto que aún lo relacionamos mucho con el embarazo y el postparto. Sin embargo, el trabajo y la conciencia del suelo pélvico es importante en todas las etapas de la vida de cara a prevenir patologías".

Y la menopausia no es el único momento en que nos enfrentamos a la sequedad vaginal, "que puede afectar en cualquier etapa de la vida", que apunta a que los métodos anticonceptivos hormonales tampoco ayudan a cuidar nuestra vagina, "porque repercuten en los estrógenos igual que sucede durante la menopausia".

"Las mujeres debemos comenzar a cuidar nuestra vagina desde los 20 años, pero es difícil que a esa edad seamos conscientes de ello. '¿Hidratar mi vagina? Si la tengo con castañuelas', te contestará cualquiera a quien se lo sugieras. Pues para que la tengas con más". "Hay que incorporar estos cuidados y ejercicios como un hábito, porque llegaremos más tarde a los problemas y mejor".

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