miércoles, 15 de marzo de 2023

TERAPIA HORMONAL EN PACIENTES DE RIESGO

Es válido preocuparse por el efecto de hormonas exógenas, en pacientes de riesgo de cáncer de mama, los estrógenos promueven la aparición de cáncer en modelos animales, los progestágenos también pueden producirlo en ratones. 

En nuestra especie, algunos progestágenos, pueden promover la aparición de cáncer de mama en pacientes portadoras del mutaciones en el gen BRCA1, el primer embarazo porta una acción protectora sobre el cáncer de mama, lo que es importante para establecer el momento en que se indica un tratamiento hormonal en pacientes de riesgo. Además los niveles séricos de estradiol, se asocian con la aparición de cáncer de mama con receptor estrógenico positivo. 

Los anticonceptivos hormonales combinados en forma oral, reducen el riesgo de padecer cáncer de ovario y endometrio, en pacientes sanas y en portadoras de mutaciones en los genes BRCA o con antecedentes familiares de cáncer de mama no portadoras de mutaciones conocidas. Esta reducción del riesgo aumenta con los años de uso. Estos tipos de cáncer están relacionados con la presencia de éstas mutaciones. Los beneficios del uso de anticonceptivos hormonales por 10 años, pueden durar hasta 15 años, luego de suspender su uso, sin aumentar el riesgo de cáncer de mama. Los riesgos asociados a tratamientos hormonales de larga duración como los implantes o los dispositivos intrauterinos con progestágenos, parecen ser mínimos, pero deben estudiarse más a fondo. 

En cuanto a la terapia hormonal de reemplazo de la postmenopausia, en pacientes portadoras de mutaciones en los genes BRCA, la resección de los ovarios antes de los 45 años, disminuye en un 50 % el riesgo de desarrollo de cáncer de mama, el uso de terapia hormonal de reemplazo, no afecta ésta disminución del riesgo. El riesgo de cáncer de mama, suele ser menor en mujeres que reciben terapia de estrógeno sólo. Las que reciben progestágenos, es recomendable que utilicen progesterona micronizada, que reduce el riesgo cardiovascular y no afecta el riesgo de cáncer de mama. En éstas pacientes la terapia de reemplazo, es útil en mejorar la calidad de vida, disminuir el riesgo de desarrollo de osteoporosis y enfermedad cardiovascular, con posibles efectos beneficiosos, sobre la afectación cognitiva y en disminuir los síntomas vasomotores. Los estudios actuales demuestran que no hay un aumento del cáncer de mama en pacientes que reciben terapia de reemplazo estrogénico en seguimientos de hasta 3,6 años, pero se necesita evaluar un seguimiento más prolongado. La duración de la terapia podria ser al menos hasta la edad de aparición de la menopausia natural (alredor de los 50 años), aunque se han apreciado beneficios cardiovasculares con su uso hasta los 60 años. Y cada tratamiento debe ser individualizado. 

En pacientes con antecedentes familiares sin mutación de riesgo detectable, no se ha apreciado un aumento de riesgo adicional con el uso de terapia de reemplazo hormonal. Incluso la terapia ha demostrado mejores resultados del tratamiento del cáncer de mama en aquellas que lo llegan a desarrollar. Un par de estudios han demostrado una disminución en las tasas de mortalidad por todas las causas en pacientes que reciben terapia hormonal de reemplazo, esta reducción no varió en la presencia de factores de riesgo conocidos, como el consumo de alcohol, la paridad, los antecedentes familiares y antecedentes de enfermedad mamaria benigna. 

El efecto protector cardiovascular y sobre la mortalidad en general, de la terapia hormonal de reemplazo, se produce si se inicia antes de los 60 años de edad o antes de los 10 años de producida la menopausia y reduce la mortilidad por todas las causas en un 30 %, cuando se compara con el placebo. 

Los beneficios de la terapia hormonal de reemplazo en menopáusicas jóvenes, dados por tasas más bajas de incidencia de diábetes, reducción de la resistencia a la insulina y protección sobre la pérdida de masa ósea, superan con creces los riesgos posibles, en la mayoría de las pacientes que tienen una menopausia temprana. 

Resumiendo, se ha de de ser cautelosos al momento de prescribir terapia hormonal de reemplazo en pacientes con riesgo aumentado de desarrollar cáncer de mama, sin embargo con frecuencia se han malinterpretado los riesgos y se han subestimado los beneficios, la toma de decisiones en este sentido, debe ser individualizada y consensuada con las pacientes. 

La anticoncepción hormonal puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, no por hormonas, si no al evitar los embarazos, que tienen un efecto protector sobre éste cáncer, en general las píldoras anticonceptivas de uso actual, son seguras en las pacientes con riesgo de cáncer de mama, con un efecto protector sobre los cánceres de ovario y endometrio que también se presentan con más frecuencia en las portadoras de mutaciones genéticas conocidas. 

La terapia hormonal de reemplazo postmenopausica moderna, en general es segura especialmente durante los primeros 5 años de uso, si se prescribe antes de los 60 años o durante los primeros 10 años luego de la menopausia, mejora la calidad de vida, reduce la mortalidad por todas las causas y disminuye los riesgos de enfermedad coronaria y osteoporosis. 

Las opciones de tratamiento modernas, deben elegirse en base a una toma de decisiones compartidas, teniendo en cuenta la salud de la paciente, preferencias de los profesionales, individualizadas, con una comprensión de los riesgos y beneficios de las hormonas.

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