lunes, 16 de enero de 2023

CIRUGIA ROBOTICA. UNA OPCION VIABLE PARA LA PECTOPEXIA

Si bien la sacrocolpopexia ha sido el estándar de oro para la corrección anatómica del prolapso de órganos pélvicos durante más de tres décadas, es un procedimiento técnicamente desafiante que resulta en dividir la pelvis con material de malla y, a menudo, requiere una manipulación intestinal extensa.

La pectopexia laparoscópica fue introducida por Banerjee et al en 2011 como una nueva opción en la reconstrucción del suelo pélvico, utilizando porciones laterales del ligamento iliopectineo para la fijación bilateral con malla de las estructuras descendidas. La naturaleza mínimamente invasiva de este procedimiento lo convierte en un candidato ideal para la cirugía robótica, aunque este enfoque no ha sido bien estudiado.

Un reciente estudio de cohorte retrospectivo realizado por Bolovis et al. de Klinikum Nürnberg en Nuremberg, Alemania, examinó el uso de la pectopexia robótica apoyada en malla en 3 entornos diferentes: histeropectopexia con útero intacto (n=18), cervicopectopexia combinada con histerectomía supracervical en el mismo sesiones si había patología uterina presente (n=6), y vaginopectopexia en pacientes que se presentaban después de una histerectomía total previa (n=6).

Todos los procedimientos fueron realizados por el mismo equipo de 2 cirujanos robóticos y de piso pélvico utilizando el sistema robótico da Vinci Xi® . La técnica quirúrgica reflejó el método utilizado para la pectopexia laparoscópica por Banerjee et al, con ajustes para optimizar la técnica en el entorno robótico.

En este estudio, casi la mitad de todas las pacientes (14/30) necesitaron procedimientos adicionales relacionados con síntomas urogenitales u otras indicaciones ginecológicas generales (p. ej., histerectomía supracervical, colporrafia anterior/posterior). El tiempo medio de operación en todos los procedimientos fue de 111 minutos, siendo la cervicopectopexia la que más duró debido a la necesidad de una histerectomía supracervical concomitante. La duración media de la estancia hospitalaria fue de 5,4 días, aunque los autores señalaron que esto podría reducirse en circunstancias óptimas a la cirugía ambulatoria.

Los resultados mostraron que no hubo conversiones entre los 30 casos, ni complicaciones intraoperatorias (específicamente, ninguna lesión de órgano, vaso o nervio, o pérdida de sangre > 200 ml). Cuatro pacientes requirieron intervención médica postoperatoria.

Según los autores del estudio, los problemas observados en estos 4 casos no estaban directamente relacionados con el procedimiento robótico. Un caso de incontinencia urinaria posoperatoria se consideró una secuela de la corrección del prolapso (la llamada incontinencia urinaria de esfuerzo enmascarada) y se trató de forma conservadora con el uso de un pesario.

“Lo más importante de este procedimiento es que le brinda una alternativa a cada cirujano del piso pélvico”. “Cuando realizamos cirugías vaginales, tenemos opciones. Todos los cirujanos laparoscópicos realizan sacrocolpopexias, pero ¿qué sucede si la cirugía no tiene éxito? ¿Cuál es el plan B? Con nuestro enfoque que demostramos en este estudio, los cirujanos que aún desean utilizar las sacrocolpopexias como su primera opción tienen un plan B”.

La colocación del útero, es el componente más importante de la cirugía. "Debe poder mantener algo de elasticidad tanto para la vejiga como para la función sexual. Se necesita algo de práctica para hacerlo correctamente. Trabajar con un equipo consistente de 2 cirujanos en el mismo procedimiento que nosotros ayuda a mejorar la calidad y la confiabilidad, pero no es un procedimiento muy complejo, ciertamente es algo que cualquier cirujano ginecológico promedio podría aprender”.

En la evaluación posterior al procedimiento de 3 a 6 meses, los 30 pacientes del estudio informaron satisfacción con su resultado posoperatorio. Los resultados anatómicos se evaluaron utilizando los criterios de prolapso de órganos pélvicos (POP)-Q; todos los pacientes se consideraron estadio 0 o 1. No hubo indicaciones para repetir la cirugía. En consecuencia, de acuerdo con el criterio principal de valoración del estudio de éxito del tratamiento (definido como estadio POP-Q de ≤1, ausencia de síndrome de protuberancia vaginal y ausencia de indicaciones para repetir la cirugía por POP anterior o apical), este estudio tuvo una tasa de éxito del 100 %.

“El objetivo principal de cualquier tratamiento médico es la satisfacción del paciente, razón por la cual lo incluimos como una medida central de este estudio”. “El paciente entra con una queja y quiere que se solucione. La pectopexia robótica permite a los cirujanos utilizar su experiencia para dejar cada marcador anatómico en la mejor ubicación para el paciente. Puede ajustar la tensión en el punto de fijación del útero, puede ajustar la altura del suelo pélvico. Esos son factores muy importantes desde la perspectiva de la satisfacción del paciente”.

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