miércoles, 2 de noviembre de 2022

SEXO Y MENOPAUSIA

A partir de la menopausia algunas mujeres pueden llegar a disfrutar más del sexo, porque ya no existe el riesgo de embarazo. Otras menos, porque el descenso hormonal pasa factura: el deseo baja, los tejidos del área genital y vaginal se adelgazan, la sequedad en esa zona aumenta y se lubrica menos, lo que puede provocar molestias durante la penetración. 

Pero la menopausia no es ni de lejos el final de la vida sexual, y el sexo no debe centrarse solo en la penetración. Hay muchas otras actividades que pueden resultar placenteras. En este sentido es fundamental la comunicación con la pareja y explorar juntos nuevas formas de disfrutar de la sexualidad y potenciar el deseo en esta etapa.

La sexualidad es inherente al ser humano, y es una fuente de placer, autoestima y bienestar. Por ello, si tienes algún problema, debes consultarlo con tu ginecóloga/o (¡y no esperes mucho!). Existen tratamientos para mejorar la falta de tono o de lubricación y la sequedad. También es importante prestar atención a la parte psicológica, porque cumplir los 50, o acercarse a esa edad, y asumir que ya no eres fértil es algo que mentalmente cuesta. 

Para el bajón de la libido ¿hay remedio?

El descenso hormonal provoca una atrofia vaginal y también afecta a nivel mental y emocional, así que es frecuente “pensar menos en sexo”. Aparte, la sequedad y la falta de lubricación influyen en las relaciones sexuales. Si no resultan placenteras, es normal que disminuya el interés. Pero existen tratamientos para combatir esos problemas. Si los utilizas y te sientes mejor contigo misma y con tu cuerpo, tus relaciones serán más satisfactorias. Los tratamientos hormonales son la clave cuando la falta de deseo se debe a esta causa. Aparte, el deseo es una cuestión más mental de lo que parece. Si estás poco motivada, tal vez también tienes que cambiar algunos hábitos o mejorar aspectos de tu relación de pareja. Sentirse sexy es una actitud, no es solo una cuestión física.

Socialmente, a partir de los 50 se considera que el atractivo sexual de una mujer va en detrimento, porque su físico no responde a los cánones establecidos. Sobre todo, si además gana peso. Es la consecuencia del culto al cuerpo y a la juventud, que genera tanta presión. Hay que cuidarse, sí, pero por la propia salud y bienestar, y aceptar y adaptarse a los cambios. Además, el atractivo que desprende una persona no radica solo en su aspecto. La sensualidad o el magnetismo se deben a múltiples factores: su actitud, forma de hablar, inteligencia, estilo personal, sentido del humor, experiencia vital, intereses, seguridad… En este sentido, sentirse bien con uno mismo es un elemento clave, a cualquier edad. Y ser sincero y actuar con naturalidad también.

Para combatir la sequedad, la pérdida del tono vaginal y la falta de lubricación existen diversos tratamientos innovadores que favorecen la reparación y la regeneración de los tejidos y pueden ayudar a mejorar el tono muscular, la sensibilidad, el aspecto y la funcionalidad de la zona genital. 

Desde cremas hidratantes (Mucus, Colpotrofin, Hidrafem), òvulos vaginales (Intrarosa, Lubripiú, Vagirux) y geles que incluyen una pequeña dosis hormonal, técnicas que aplican el láser a nivel local para estimular la producción de colágeno y mejorar la tensión local y la lubricación, microinyecciones intradérmicas de ácido hialurónico y más cosas… También es importante cuidar el suelo pélvico y acudir a una especialista en fisioterapia si es preciso. A veces solo con ejercicios de Kegel e hipopresivos podemos notar una gran mejoría. 

Para mejorar los orgasmos: la atrofia vaginal afecta a las relaciones sexuales. Para mejorar los orgasmos es necesario, por tanto, tratar los efectos que produce a nivel del área genital, para aumentar el bienestar personal y el placer. Y es importante una valoración integral de cada caso, ya que hay muchos factores que pueden afectar este aspecto de la sexualidad. Así que, si tienes problemas de este tipo, lo mejor es que consultes con un especialista en menopausia y/o en sexualidad. Cuida tu dieta, evita tóxicos, haz deporte y no te automediques.

A partir de la menopausia aumenta el riesgo de trastornos cardiovasculares. Puede subir la tensión, y también los niveles de colesterol. También se acentúa la pérdida de masa ósea y muscular. También hay más riesgo de desarrollar un cáncer y de diabetes. Por ello es importante seguir una dieta saludable y evitar el consumo de alimentos ricos en sal, procesados, embutidos, snacks… También hay que evitar en lo posible tomar alcohol y sobre todo el tabaco, que tiene un efecto tóxico. 

Hacer deporte con regularidad ayuda a mejorar el tono muscular y a reducir la pérdida de masa muscular, reduce el estrés y genera la producción de endorfinas, que aportan bienestar. Aunque no todos son igual de recomendables. Los deportes de impacto, como el running y el crossfit, pueden afectar al suelo pélvico. 

Por otro lado, es importante no automedicarse y tener presente que algunos fármacos, como los diuréticos, antihistamínicos o antidepresivos pueden agravar la sequedad vaginal.

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