martes, 27 de septiembre de 2022

NUEVA TECNOLOGIA PARA LA DETECCION TEMPRANA DEL CANCER DE OVARIO

Actualmente, no se dispone de un método de detección rutinaria de cáncer de ovario destinado a personas que no manifiestan síntomas o lesión conocida. Esto provoca que se diagnostique con mayor frecuencia en etapas avanzadas.

Ante una lesión sospechosa, es necesaria la cirugía para diagnosticar el cáncer de ovario. Los síntomas de este tipo de cáncer pueden ser vagos, como gases e hinchazón, pero hay algunos que no deben ignorarse tales como dolor o presión pélvico, sensación de saciedad rápidamente después de comer, flujo vaginal o sangrado anormal, urgencia de orinar con frecuencia, fatiga, malestar estomacal, dolor durante las relaciones sexuales, estreñimiento o cambios menstruales.

Dada la importancia de actuar con rapidez, un nuevo estudio realizado en el Wilmot Cancer Institute, de Rochester (Nueva York) se ha centrado en un nuevo tipo de tecnología que puede capturar células de cáncer de ovario ´perdidas´, a partir de un simple análisis de sangre y predecir con éxito el cáncer en personas que tienen una lesión o un quiste en la región pélvica. Dicha tecnología, basada en lo que se conoce como "biopsia líquida", permitió a los médicos clasificar qué pacientes necesitaban atención inmediata de un oncólogo-ginecológico especialmente capacitado para mejorar la supervivencia.

El cáncer de ovario se encuentra con mayor frecuencia en personas de mediana edad o mayores. En el estudio de Wilmot, la edad media de los participantes fue de 56 años. De los 183 participantes, se encontró que 42 tenían cáncer de ovario, lo que representa el 23 por ciento. La tecnología también descubrió que otros 20 participantes tenían cánceres no ováricos.

El estudio analizó la expresión génica de células capturadas en la sangre y evaluó 72 transcripciones de genes diferentes y siete biomarcadores sanguíneos relacionados con el cáncer de ovario (incluido el CA125). De esta colección, se identificaron nueve transcripciones de genes y cuatro biomarcadores que fueron útiles para detectar cánceres. Se utilizaron para desarrollar un algoritmo conocido como MAGIC (Evaluación de malignidad mediante la identificación de genes en células capturadas). El algoritmo logró una sensibilidad del 95 por ciento y una precisión del 83 por ciento para detectar el cáncer de ovario.

El hecho de que podamos capturar células tumorales circulantes y analizarlas a partir de una simple extracción de sangre es fundamental. Una prueba no invasiva que prediga la malignidad de antemano permitiría que las personas con mayor riesgo sean tratadas adecuadamente.

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