martes, 5 de julio de 2022

LA MITAD DE LAS PERSONAS CON INCONTINENCIA URINARIA NUNCA HA ACUDIDO A SU MEDICO

Un 25% de las mujeres españolas tienen algún episodio de incontinencia a lo largo de su vida. Como incontinencia urinaria se conoce “cualquier pérdida involuntaria de orina, sean cuales sean sus características. Es decir, es independiente del volumen de la pérdida y de las causas que la hayan originado. 

Un problema de salud que afecta a la calidad de vida de las personas que lo sufren, en todas sus esferas: “A nivel laboral, emocional, afecta a la autoestima, a nivel sexual...”. Se considera que la incontinencia urinaria es uno de los factores que más afectan a la calidad de vida de las personas entre las enfermedades crónicas no oncológicas”. 

El número de personas afectadas por la incontinencia urinaria aún es muy difícil de concretar, puesto que muchas personas que lo padecen no lo reconocen ni acuden a un especialista. Sigue habiendo mucho tabú con este tema, muchas personas lo ocultan. Algunos estudios realizados sobre esta área señalan que “alrededor del 50% de las personas encuestadas que tienen incontinencia nunca han acudido al médico”. “Obtener cifras de prevalencia por lo tanto es muy difícil, aunque se estima que en España hay unos seis millones de pacientes incontinentes, una cifra que sin embargo solo responde a quienes sí buscan ayuda médica”. De este global de pacientes, la prevalencia es más frecuente en mujeres que en hombres, pero cualquier persona puede padecer incontinencia urinaria. 

Hasta un 4% de todas las mujeres españolas son incontinentes y alrededor del 2,5% de hombres: hombres y mujeres de todas las edades, desde niños que todavía se orinan por la noche en la cama hasta pacientes ancianos que viven en residencias. Por otro lado, específicamente entre la población adulta, “aproximadamente un 25% de las mujeres españolas tienen o tendrán algún episodio de incontinencia a lo largo de su vida, aumentando a más de un 60% en pacientes mayores que viven en residencias”. 

Sí existen una serie de factores que hacen que este problema predomine. Es el ejemplo de mujeres que han tenido embarazos. “Uno de los factores que más predispone a las mujeres para sufrir incontinencia es el embarazo; no el parto en sí, sino el embarazo; es decir, un parto por cesárea también predispone porque lo que predispone principalmente es el embarazo”. 

No acudir al médico ante una incontinencia urinaria no es solo cuestión de tabú sino, en cierta medida, de una normalización de este problema. Cuando se les escapa mucho sí tienden a acudir a un especialista, pero el hecho de que se te escape poco no es normal, no se debería de escapar nada de forma involuntaria. Sin embargo, con los años, se ha ido normalizando que se escape un poco la orina, el decir ‘se me escapa un poco como se le escapaba a mi madre, lo normal’. Se acaba convirtiendo en normal algo que no lo es en absoluto. A ello se le suma ese cierto tabú y las personas asumen que es normal llevar compresas a partir de una cierta edad cuando realmente no lo es. 

Distintos tratamientos para las incontinencias. Existen muy diversos tipos de tratamientos para la incontinencia, en base al tipo de problema. Por un lado, está la incontinencia que se produce con los esfuerzos -al toser, al levantar peso, etcétera-, una incontinencia que se debe a un problema de cierre de la uretra y que responde a una pérdida de tono muscular. En estos casos, muchas incontinencias se pueden tratar con tratamientos conservadores no quirúrgicos, como puede ser la fisioterapia. Si no funciona, entonces sí se pasaría a las intervenciones quirúrgicas, las cuales “están dando muy buenos resultados”. 

También existe, entre la incontinencia femenina, otro tipo no asociada a los esfuerzos, sino que se denomina ‘de urgencia’, puesto que ocurre porque a la paciente le entran muchas ganas de orinar y, antes de llegar al baño, se le escapa”. Este tipo de incontinencia se debe a problemas en el funcionamiento de la vejiga y puede tratarse con medicación. Si los medicamentos no funcionan, entonces también se puede pasar al procedimiento quirúrgico. 

Estos dos tipos de incontinencia pueden darse de manera paralela o independiente. Otros dos tipos son las que afectan a pacientes que tienen incontinencia por rebosamiento y que se debe a un exceso de retención. Y, por último, la que deriva de un problema de fistulas, es decir, tienen orificios y suelen ser problemas derivados de cirugías o de partos complicados. En este caso, el tratamiento es necesariamente quirúrgico. 

En cuanto a los hombres, la incontinencia es más compleja porque suele deberse a problemas neurológicos o de próstata. Para tratarlos se realizan cinco tipos diferentes de correcciones quirúrgicas. 

Prevención e investigación. En cuanto a la prevención de estos problemas, el trabajo viene principalmente del campo de la fisioterapia. “Se recomienda realizar ejercicios de suelo pélvico antes del parto para fortalecer esta musculatura”, quien alerta de que si antes la recomendación era que se realizaran estos ejercicios tras el parto, se ha investigado que resulta más beneficio a nivel preventivo si se realizan antes del nacimiento. Además, todo el campo de la investigación está estudiando no solo el camino de la prevención, sino aquello relativo a la calidad de los tejidos, la carga genética, etcétera. 

En el caso de la mujer, se está investigando en el campo de la biomecánica y todas estas estructuras que favorecen la continencia. Por su parte, en el caso de la investigación de la incontinencia masculina, al estar casi en todos los casos vinculada a la cirugía de próstata, se está intentando avanzar hacia cirugías que conserven el mecanismo de la continencia después de, por ejemplo, una cirugía de próstata. Intentar optimizar estas cirugías para que dejen el mínimo número de repercusiones una vez el paciente haya solucionado el problema inicial. 

Dejar pasar los años y que la situación se complique no facilita el problema, sino que lo empeora. Es más fácil que un tratamiento conservador, sin cirugía, funcione si se acude desde el principio. Por lo tanto, el consejo es que el paciente con incontinencia acuda a su especialista lo antes posible porque es fundamental hacer un buen diagnóstico para encontrar cuanto antes la alternativa menos invasiva posible.

No hay comentarios: