lunes, 2 de mayo de 2022

EXPOSICION A 17-OH PROGESTERONA DURANTE EL EMBARAZO, AUMENTÓ EL RIESGO DE CANCER EN LA DESCENDENCIA

Según un estudio norteamericano, la exposición a caproato de 17a-hidroxiprogesterona (17-OHP), prescrito a millones de mujeres embarazadas y con riesgo de aborto en las décadas de los 50 y 60 en Estados Unidos y Europa, aumentó el riesgo de cáncer en la descendencia expuesta, sobre todo si la exposición se produjo en el primer trimestre del embarazo y con una dosis de tres inyecciones.

En 1956, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el empleo del progestágeno sintético caproato de 17ahidroxiprogesterona (17-OHP) para tratar varias afecciones ginecológicas y obstétricas, incluyendo antecedentes y amenaza de aborto y administrándose en una dosis alta (250 mg/mL en inyección intramuscular) a millones de mujeres embarazadas estadounidenses y europeas durante las décadas de 1950 y 1960. 

Un estudio reciente de la Universidad de Texas en Houston (Estados Unidos), demuestra que la exposición a 17-OHP aumentó el riesgo de cáncer en la descendencia, sobre todo si la exposición se produjo en el primer trimestre del embarazo y con una dosis de tres inyecciones. La administración al final de la gestación confirió un riesgo adicional en la descendencia masculina. Todos los cánceres se diagnosticaron antes de los 50 años. Estas son las principales conclusiones de In utero exposure to 17a-hydroxyprogesterone caproate and risk of cancer in offspring, publicado en American Journal of Obstetrics and Ginecology el pasado mes de enero y que sugiere precaución en el empleo de 17-OHP al principio del embarazo.

La controversia ha rodeado el uso del 17-OHP para la prevención del parto pretérmino y otras indicaciones obstétricas. En octubre de 1973, la FDA señaló una falta de evidencia sustancial para apoyar su empleo para la prevención de aborto. A pesar de que los requisitos de etiquetado de los progestágenos fueron modificados posteriormente, la FDA retiró su aprobación en septiembre de 2000 a petición del fabricante y porque ya no se comercializaba, pero lo volvió a aprobar en febrero de 2011 para mujeres embarazadas con antecedentes de partos prematuros espontáneos sobre la base de un ensayo aleatorizado que demostró una reducción en la incidencia a las 37 semanas. No obstante, ese mismo estudio planteó incógnitas respecto a la toxicidad fetal, observando un pequeño, aunque no estadísticamente significativo, aumento de muertes fetales y mortinatos entre las mujeres que recibieron 17-OHP.

Otros dos estudios señalaron un exceso de eventos fetales adversos graves o eventos neonatales. La FDA exigió un ensayo suplementario, que fue completado en marzo de 2019 y no demostró reducción en la incidencia de parto prematuro a las 35 semanas o morbilidad y mortalidad neonata. Un año después la FDA propuso retirarlo del mercado porque el estudio posterior a la comercialización requerido no pudo verificar el beneficio clínico, concluyendo que "la evidencia disponible no muestra que sea efectivo para su uso aprobado".

17-OHPC se utilizó en España en los años 50-60 como tratamiento de la amenaza de aborto. La dosis utilizada era 250 mg/mL en 1 o 2 inyecciones. Cuando en 2011 la FDA lo volvió a aprobar en la prevención del parto pretérmino en mujeres con antecedentes (es decir historia previa de partos prematuros), se comercializó únicamente en Estados Unidos (no en Europa) con el nombre de Makena (Makena Covis Pharmaceuticals). 

Recientemente, la FDA lo ha descatalogado para esta indicación, ya que hay publicaciones recientes que cuestionan su eficacia. Tanto las publicaciones que no han demostrado que el 17-OHPC reduzca el riesgo de parto prematuro en pacientes con antecedentes como la de Murphy asociándolo con cáncer cuestionan la seguridad de este fármaco tanto a corto como largo plazo, así como su ineficacia en la prevención del parto prematuro.

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