Los problemas de fertilidad afectan a 1 de cada 3 parejas. De entre todos los métodos propuestos para solucionarlos, el yoga de la fertilidad, o yoga de la infertilidad, ofrece un nuevo enfoque al atacar el estrés de forma prioritaria. ¿Sería este método la solución para todas aquellas que esperan impacientes el momento de concretar su proyecto de maternidad?
La investigación que realiza en colaboración con la Universidad de Harvard muestra la existencia de un vínculo entre los estilos de vida y la infertilidad. Esto lleva a imaginar una nueva forma de yoga que se llama yoga de la fertilidad. A diferencia del yoga prenatal, este método incorpora posturas de hatha yoga, reglas de estilo de vida y una dieta específica. La evaluación médica de los efectos del yoga de la fertilidad muestra que su práctica regular, a razón de dos sesiones por semana, aumenta las posibilidades de éxito de la FIV (Fecundación por Inseminación Artificial) en un 32%, cifra suficiente por sí sola.
No todas las formas de infertilidad pueden ser tratadas por este método, especialmente cuando su origen es orgánico. El yoga de la fertilidad está dirigido principalmente a mujeres con ciclos irregulares, insuficiencia ovárica, síndrome de ovario poliquístico o endometriosis. El yoga para la fertilidad tampoco puede reemplazar a la PMA (Procreación Asistida Médicamente), pero, como se vio anteriormente, puede aumentar significativamente sus posibilidades de éxito.
En Estados Unidos, donde el yoga de la fertilidad está más desarrollado que en Francia, suele practicarse tres meses antes de la FIV para optimizar sus efectos. Los beneficios del yoga para la fertilidad van más allá de los efectos buscados por las aspirantes a la maternidad. El reequilibrio hormonal permite tratar muchas otras dolencias específicamente femeninas
El yoga de la fertilidad se centra en dos prioridades: reducir el estrés y reequilibrar el sistema hormonal. Las sesiones se desarrollan en tres etapas sucesivas. Comienzan con la respiración abdominal para estimular la circulación sanguínea. Luego vienen las posturas destinadas a estimular la zona pélvica. La sesión termina con un tiempo de meditación que promueve el apaciguamiento mental y el dejarse llevar.
El yoga de la fertilidad se adapta a las fases del ciclo femenino. Al inicio del ciclo, antes de la ovulación, los ejercicios tienen como objetivo fortalecer la movilidad de la pelvis. En la segunda parte del ciclo, la práctica adquiere un aspecto más suave y meditativo, centrándose en la respiración y excluyendo torsiones y compresiones.
En general, los profesionales de la salud, ginecólogos y obstetras en particular, acogen con buenos ojos este nuevo método de yoga. El enfoque holístico, con el objetivo de aprehender a los pacientes como un todo, despierta el interés de los centros de procreación médicamente asistida, que lo aconsejan cada vez más antes de un curso de TRA.
La absorción de sustancias tóxicas y la presencia de disruptores endocrinos en muchos alimentos y productos de consumo cotidiano, como los cosméticos, modifican los equilibrios hormonales y repercuten en la fertilidad. Estas causas son esgrimidas regularmente por muchos especialistas para explicar el aumento de los casos de infertilidad. Evitando el consumo de tabaco y alcohol, favoreciendo una dieta sana, productos ecológicos, evitando los alimentos procesados, a menudo demasiado salados o demasiado dulces, los envasados en envases y botellas de plástico, durmiendo lo suficiente y vigilando la composición de los cosméticos que usas, ¡optimizas tus posibilidades de quedar embarazada!
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