miércoles, 29 de diciembre de 2021

CIRUGÍA DEL CÁNCER DE MAMA

El cáncer de mama es una de las patologías ginecológicas malignas más frecuentes y es habitual que se deba realizar una intervención quirúrgica. Por ello nuestros especialistas te quieren explicar con detalle los aspectos más importantes de la cirugía del cáncer de mama.

INCIDENCIA Y TASAS DE CURACIÓN DEL CÁNCER DE MAMA

En España se diagnostican cada año en torno a 33.000 nuevos casos de cáncer de mama, y se calcula que 1 de cada 8 mujeres desarrollará un cáncer de mama a lo largo de su vida.

El porcentaje de curación de los cánceres de mama alcanza actualmente el 90% y se sitúa muy cerca del 100% en los estadios precoces, gracias, entre otros factores, a que el cáncer es detectado en fases muy iniciales durante revisiones preventivas o en revisiones programadas cuando hay síntomas recientes.

Factores de riesgo del cáncer de mama
Dos familiares cercanos han padecido cáncer de mama.
Un familiar varón ha padecido cáncer de mama.
Un familiar diagnosticado antes de los 35 años.
Consumir alcohol, fumar, no practicar actividad física o mantener un alto consumo de grasas.

Síntomas más frecuentes del cáncer de mama
Un bulto en la mama o en la axila.
Hinchazón, endurecimiento o cambio en la forma de la mama.
Secreciones espontáneas en el pezón.
Retracción de un pezón.
Engrosamiento de la piel de la mama.
Dolor en cualquier parte de la mama.

PASO A PASO: DESDE EL DIAGNÓSTICO HASTA LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA

Tras la mamografía o ecografía de mamas, si el radiólogo indica que hay sospecha de cáncer, se inicia un estudio para confirmar o descartar la sospecha.
Los radiólogos llevan a cabo una punción biopsia (con anestesia local y de forma ambulatoria) para obtener una muestra de tejido de la zona sospechosa.
Los anatomopatólogos analizan la muestra y descartan o confirman si se trata de un cáncer de mama.

Si se confirma el cáncer de mama, el equipo de especialistas se reúne, completa el diagnóstico y consensúa un plan de tratamiento personalizado acorde con las características del tumor.
En algunos casos, es conveniente realizar quimioterapia antes de llevar a cabo la intervención quirúrgica. 
A continuación, frecuentemente se procede con un tratamiento conservador y se extirpa únicamente el tumor y el ganglio centinela.
En estadios precoces de cáncer de mama, es posible realizar radioterapia intraoperatoria durante la intervención. De ese modo, con solo 30 minutos más, se evita a la paciente sesiones diarias de radioterapia externa post-cirugía.
Solo en algunas ocasiones es necesario realizar una mastectomía (extirpación de la glándula mamaria o de una parte de ella). En este caso, se planifica la reconstrucción inmediata de la mama para que la paciente, al despertar del quirófano, conserve su integridad anatómica.
Durante todo el proceso, los profesionales implicados en el tratamiento permanecen a disposición de la paciente para satisfacer sus dudas, atender sus necesidades y proporcionarles el apoyo más adecuado y constante.

CÓMO PREPARARSE PARA LA INTERVENCIÓN

Es necesario que la paciente informe a su cirujano sobre los medicamentos, suplementos nutricionales o remedios naturales que pueda estar tomando, para que el especialista pueda indicarle si debe o no debe dejar de tomarlos los días previos a la intervención.

Se recomienda a la paciente que los días previos a la intervención disminuya el ritmo de vida y el estrés, no consuma tabaco (porque puede dificultar la recuperación postoperatoria), no tome alcohol durante las 48 horas previas a la intervención y que siga las indicaciones de su ginecólogo para mantener una dieta suave.
No fumar
No tomar alcohol
Mantener una dieta suave
Disminuir el estrés

CÓMO ES EL PROCESO DE HOSPITALIZACIÓN

El día de la cirugía es importante que la paciente acuda acompañada.
Una vez ingresada en planta, a la paciente se le informa sobre la hora aproximada de la intervención y, antes de entrar en quirófano, se le administra la medicación pautada por el anestesista.
Una vez finalizada la cirugía, la paciente pasa al área de reanimación hasta que se le da el alta a planta, donde a la paciente se le explica qué puede hacer, cuándo podrá beber, alimentarse, levantarse o recibir visitas.
En caso de que la paciente sienta dolor, debe comunicarlo al personal de enfermería.

RADIOTERAPIA INTRAOPERATORIA

La Radioterapia Intraoperatoria (RIO) se emplea en el tratamiento de diferentes tumores, pero es especialmente adecuada en el tratamiento del cáncer de mama cuando el tumor es de pequeño tamaño.

Es una técnica que permite administrar radioterapia mientras la paciente está en quirófano y se está llevando a cabo la intervención quirúrgica en la que se extirpa el tumor. 
Es posible visualizar de manera muy precisa el área a irradiar.
Se eliminan totalmente las células del tumor.
Se evita dañar los tejidos sanos.
Se reduce la duración de los tratamientos.
Se consigue una recuperación más rápida.

En un único acto quirúrgico es posible extirpar el tumor, administrar radioterapia, reconstruir la mama y evitar las sesiones de radioterapia externa posterior a la intervención.

TIPOS DE CIRUGÍA DEL CÁNCER DE MAMA

El objetivo de la cirugía de cáncer de mama es extirpar todas las células cancerosas de la mama.
El tamaño y el estadio del cáncer son algunos de los factores que pueden determinar el tipo de intervención quirúrgica más adecuado.
Tumorectomía (cirugía conservadora de la mama)
Mastectomía
Mastectomía de reducción de riesgo
Cirugía reconstructiva de la mama
Biopsia del ganglio centinela

TUMORECTOMÍA (CIRUGÍA CONSERVADORA DE LA MAMA)

La tumorectomía o cirugía conservadora de la mama es una intervención quirúrgica en la que se extirpa el tumor, una pequeña cantidad del tejido sano que lo rodea y el ganglio centinela, pero se conserva la mama.
La posibilidad de realizar una cirugía conservadora de la mama depende de factores como el tamaño del tumor, su localización y los deseos de la paciente.
Generalmente, la cirugía conservadora de seno precisa administración de radioterapia, con la finalidad de eliminar las células tumorales que pudieran quedar.
Tiempo de recuperación post-cirugía: generalmente, entre 5 y 10 días de reposo relativo.

MASTECTOMÍA

La mastectomía es una intervención quirúrgica en la que se extirpa la totalidad o parte de una o ambas mamas.
La realización de la mastectomía depende de factores como el tamaño del tumor, su localización y los deseos de la paciente.
Siempre que sea posible, se planifica la reconstrucción inmediata de la mama para que la paciente, al término de la intervención, conserve su integridad anatómica.
Tiempo de recuperación post-cirugía: generalmente entre 2 y 4 días de hospitalización y entre 6 y 8 semanas de reposo relativo.

MASTECTOMÍA DE REDUCCIÓN DE RIESGO

La mastectomía de reducción de riesgo es un procedimiento quirúrgico que consiste en extirpar una o ambas mamas a mujeres que no han desarrollado cáncer, pero que tienen un alto riesgo de padecerlo.
La mastectomía es una cirugía preventiva que disminuye significativamente las posibilidades de sufrir un cáncer de mama, pero que no elimina por completo la posibilidad de padecerlo en el futuro.
Tiempo de recuperación post-cirugía: generalmente entre 2 y 4 días de hospitalización y entre 6 y 8 semanas de reposo relativo.

CIRUGÍA RECONSTRUCTIVA DE LA MAMA

La cirugía de reconstrucción de la mama se lleva cabo con el objetivo de recrear la forma natural de la mama después de una mastectomía, a fin de que el seno o senos tengan una apariencia similar a la que tenían antes de la cirugía.
En muchas ocasiones, la reconstrucción de la mama se puede llevar a cabo en el mismo acto quirúrgico en que se extirpa la mama, para que la paciente, tras la intervención, conserve su integridad anatómica.
Pero si es necesario, también es posible realizar la cirugía de reconstrucción mamaria con posterioridad, cuando la paciente ha completado el tratamiento indicado por su ginecólogo.

BIOPSIA DEL GANGLIO CENTINELA

El ganglio centinela es el ganglio linfático en el que las células cancerosas tienen más probabilidad de diseminarse.
La biopsia del ganglio centinela es un procedimiento quirúrgico que consiste en detectar el ganglio, extirparlo y analizarlo para averiguar si el cáncer se ha diseminado hacia el sistema linfático.

RIESGOS Y EFECTOS SECUNDARIOS

La cirugía del cáncer de mama es un procedimiento seguro que suele presentar pocas complicaciones o efectos secundarios durante o después de la cirugía.
Los efectos secundarios producidos por la intervención quirúrgica dependen del tipo de intervención y del perfil de cada paciente
Los efectos secundarios más comunes son el dolor o el entumecimiento en la zona donde se ha llevado a cabo la cirugía, las reacciones a la anestesia local, el sangrado y la posibilidad de infección.

CONTROLES Y SEGUIMIENTO DEL CÁNCER DE MAMA

Generalmente, las revisiones incluyen historia clínica, exploración física completa, análisis de sangre con determinación de marcadores tumorales, mamografía anual y otras pruebas que puedan considerarse necesarias para verificar que no reaparece la enfermedad.
Una vez se ha completado el tratamiento, durante los dos primeros años es conveniente realizar revisiones ginecológicas periódicas cada tres o cuatro meses.
Primeros 2 años: controles ginecológicos cada 3 a 4 meses.
Transcurridos los dos primeros años, las revisiones y los controles se realizan generalmente cada cuatro a seis meses hasta los cinco años y, desde entonces, las revisiones deben hacerse como mínimo con periodicidad anual.
Entre los 2 y los 5 años: controles ginecológicos cada 4 a 6 meses
A partir de los 5 años: controles ginecológicos cada 12 meses.
Si la paciente siente molestia o cree tener algún síntoma, es necesario que acuda cuanto antes a la consulta de su ginecólogo para hacer las pruebas médicas que permitan alcanzar un diagnóstico seguro y, si fuera preciso, iniciar cuanto antes el tratamiento adecuado

PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE MAMA

La edad de inclusión en el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama depende de cada comunidad autónoma: en la mayoría de los casos, las mujeres que están en la franja de edad que se considera de mayor riesgo (entre los 50 y los 69 años) pueden participar cada dos años.
Gracias a la mamografía es posible visualizar tumores antes de que hayan invadido el tejido mamario, órganos a distancia o ganglios linfáticos. De ese modo, se puede identificar el cáncer de mama en su etapa más inicial (hasta 2 años antes de que se hagan palpables) y conseguir un diagnóstico precoz que puede salvar vidas.
Recomendamos a nuestras pacientes que a partir de los 40 años, aunque no tengan síntomas, comiencen a hacerse una mamografía anual conjuntamente con la revisión. Y si existe alto riesgo de cáncer por antecedentes familiares de cáncer de mama u ovarios, recomendamos que la mamografía empiece a realizarse a partir de los 30 años.

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