jueves, 15 de julio de 2021

ESPECTRO ALCOHOLICO FETAL DURANTE EL EMBARAZO

El consumo de alcohol durante el embarazo puede producir un daño orgánico, cerebral e irreversible en el feto que se agrava con el tiempo. Se pueden tratar los síntomas, pero no se puede reparar el daño que ha ocasionado. El trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF) es la única causa de discapacidad 100% prevenible. Si la madre no consume ninguna cantidad de alcohol durante la etapa de gestación no se produce este trastorno. El TEAF es un trastorno del neurodesarrollo cuya afectación cognitiva se manifiesta en el coeficiente intelectual, la atención, la memoria, el lenguaje, el aprendizaje, la función ejecutiva, la función motora y la función visoespacial


El trastorno del espectro alcohólico fetal afecta de una manera asimétrica a cada niño. Se trata de niños impulsivos, con alteraciones del pensamiento abstracto, inmadurez emocional y social y deterioro adaptativo a distintos niveles. La esperanza de vida de estas personas está en torno a 34 o 35 años. Esto se debe a suicidios, dependencia de alcohol y drogas o accidentes, entre otras causas. La incidencia del TEAF en niños adoptados de países del este es del 50%, pero en España aún no hay un estudio de prevalencia. “Cuesta reconocer que la madre biológica bebió alcohol durante el embarazo”.

Hay cuatro subtipos del espectro en función de que áreas están afectadas, ninguno es más grave que otro, dependerá del daño causado por el alcohol en cada caso. Un primer subtipo es el síndrome alcohólico fetal (SAF), con afectación del área cognitiva y conductual y un fenotipo de alteraciones faciales. En segundo lugar, el síndrome alcohólico fetal parcial que no presenta todos los criterios anteriores para el diagnóstico. En tercer lugar, está el ARND con trastornos del neurodesarrollo pero sin que se cumplan todos los requisitos físicos. Por último, elARBD donde se producen defectos de nacimiento relacionados con el alcohol sin problemas del neurodesarrollo.

El alcohol es un teratógeno que puede afectar al desarrollo del embrión cuando la madre lo consume durante el embarazo. En concreto, indica que el alcohol es más destructivo para el feto que la cocaína y está a la altura de los efectos nocivos que producen el ácido valproico y el tolueno. 

En este sentido, destacan la importancia de concienciar a la sociedad de que hay que consumir “cero alcohol durante el embarazo”. Otra de las peticiones que realizan es que se reconozca la discapacidad intelectual permanente a los niños y adultos afectados por este síndrome. “Al ser un problema de salud irreversible y grave necesitan asistencia toda la vida”. Para recibir ayudas especiales por discapacidad o una educación adaptada se necesita un diagnóstico, pero en el sistema público no se han destinado los recursos necesarios para hacerlo ni se reconoce la discapacidad intelectual permanente a los afectados por este síndrome

Diagnóstico del trastorno del espectro alcohólico fetal. La falta de formación y divulgación respecto al TEAF provoca que en muchas ocasiones el diagnóstico sea erróneo. El diagnóstico más común es de TDAH, pero también se diagnostica como trastorno de conducta, de apego reactivo o de límite de personalidad. 

El hecho de no existir psicólogos suficientes en el sistema público dificulta la detección precoz y el tratamiento. Se sospecha que un niño puede tener TEAF cuando proviene de países del este y el médico le diagnostica un retraso adaptativo. Esto requiere un seguimiento por parte de un equipo multidisciplinar, ya que son problemas mentales de abordaje complejo. 

Una terapia adecuada ayuda a la integración de los niños tanto en la familia como en la escuela y la sociedad. No hay una estrategia en salud, educación o servicios sociales porque no hay reconocimiento ni voluntad política. En estas familias hay un alto índice de divorcios y la falta de recursos humanos y económicos son un hándicap para mejorar la calidad de vida de las personas con TEAF.

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