lunes, 19 de abril de 2021

TERAPIA HORMONAL PARA MENOPAUSICAS CON NICTURIA

Un estudio observacional prospectivo encontró que la terapia hormonal resultó en una reducción significativa en la prevalencia de nicturia y molestias en mujeres posmenopáusicas con dos micciones nocturnas. El estudio piloto de Bélgica en la revista Menopause concluyó que los resultados fueron especialmente positivos tanto para el estrógeno + progesterona (E + P) como para el complejo de estrógeno selectivo de tejidos (TSEC).

En la práctica clínica, encontramos que muchas mujeres posmenopáusicas sufren de nicturia. El estudio actual buscó observar si el tratamiento hormonal es efectivo en la misma población. Las 245 mujeres posmenopáusicas fueron reclutadas en el departamento de ginecología del Hospital Universitario de Ghent entre marzo de 2018 y enero de 2020. Las mujeres se dividieron en 4 grupos, según la elección de la paciente: E + P (n = 133); estrógeno solo en pacientes con una histerectomía previa (n = 47); TSEC (n = 33); y ningún tratamiento (n = 32).

La nocturia y sus factores causales se observaron mediante dos cuestionarios estandarizados antes y después del tratamiento: el Módulo de Nocturia del Cuestionario de la Consulta Internacional sobre Incontinencia (ICIQ-N) y el Estudio de la etiología de la nocturia en el individuo para orientar los resultados (TANGO).

Para los 3 grupos de tratamiento en general, hubo una reducción significativa en la prevalencia de nicturia dos veces por noche: del 27,7% al 16,4%. La reducción más pronunciada se observó en pacientes tratados con E + P o TSEC: P = 0,018 para ambos grupos.

Al inicio del estudio, el 45% de las mujeres que optaron por la terapia hormonal informaron 1 micción nocturna. Pero para el 67,7% de estas mujeres, 6 meses de tratamiento no cambiaron la frecuencia nocturna y en el 8,3% hubo un aumento de la frecuencia nocturna a 2 micciones por noche. Por otro lado, el 24% de las mujeres con 1 micción nocturna al inicio del estudio experimentaron una disminución a ninguna micción nocturna después del tratamiento (P <0,001).

Estas mejoras podrían atribuirse a una reducción significativa en la puntuación total del sueño en pacientes tratados con E + P o TSEC: P <0,001 y P = 0,013, respectivamente. Aunque no se han investigado específicamente, estos resultados alentadores del sueño pueden reflejar un cambio en los sofocos porque la transpiración y el sudor durante la noche perturban el sueño.

La terapia con estrógenos solos condujo a una reducción significativa en la puntuación total del tracto urinario, que fue el resultado de una disminución en la prevalencia de urgencia ( P = 0,039). Esperábamos ver un efecto en las funciones renal y de la vejiga, pero esto no se observó bien durante el período de estudio.

Las mujeres posmenopáusicas que padecen nicturia debido a problemas subyacentes del sueño podrían beneficiarse del tratamiento hormonal para disminuir la frecuencia nocturna.

No hay comentarios: