Después de la alerta de la FDA en 2011 con respecto a la malla transvaginal, ha habido una disminución en el uso de cabestrillos mediouretrales medios (siglas en inglés, MUS). Sin embargo, son una opción de tratamiento eficaz para la incontinencia urinaria de esfuerzo con pocas complicaciones. El manejo de la incontinencia recurrente después de un cabestrillo sigue siendo objeto de debate.
El seguimiento a largo plazo después de un MUS primario confirma su eficacia y seguridad. No queda evidencia de nivel 1 sobre el mejor paso después de un MUS fallido. Las estrategias de tratamiento preferidas incluyen colocar un nuevo MUS repetido, pero sin evidencia que demuestre las diferencias en las tasas de curación entre la cinta transobturadora y el abordaje retropúbico. Los cabestrillos pubovaginales (PVS) y los agentes de volumen uretral también son opciones de tratamiento aceptables. Un nuevo agente de volumen, el hidrogel de poliacrilamida, ha demostrado una excelente tasa de éxito a corto plazo en pacientes después de un cabestrillo fallido.
En resumen, el MUS es una opción de tratamiento eficaz para la incontinencia urinaria de esfuerzo. Los pacientes que desarrollan incontinencia urinaria recurrente son una población heterogénea que debe ser evaluada por hiperactividad del detrusor, cabestrillo mal colocado, ISD no reconocido. Los pacientes con ISD tienen más probabilidades de beneficiarse de los PVS. A otros pacientes con incontinencia recurrente demostrada probablemente les irá bien con un MUS repetido.
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