Con el envejecimiento continuo de la población, la incidencia de prolapso de órganos pélvicos (POP) va en aumento y, con ello, la necesidad de una mayor educación para los gineco-obstetras y sus pacientes sobre el uso adecuado de los pesarios. Publicado en Medicina pélvica femenina y cirugía reconstructiva, la investigación evaluó los factores asociados con el desplazamiento del pesario en mujeres con POP avanzado. El estudio prospectivo se realizó en un centro de uroginecología terciario entre diciembre de 2017 y 2018.
Los autores del estudio encontraron que la presencia de POP apical avanzado y una cirugía de POP previa son factores de riesgo para el desplazamiento del pesario anular. Aconsejaron que los médicos orienten y aconsejen a los pacientes antes de la inserción del pesario.
Se reclutaron mujeres con POP avanzado sintomático, definido como estadio 3 o 4 anterior, posterior o apical en el sistema de cuantificación del prolapso de órganos pélvicos [POP-Q]. Se recogieron datos demográficos y antecedentes de cirugía POP y síntomas urinarios e intestinales asociados. El prolapso se clasificó según el POP-Q, y un pesario de anillo sin soporte fue el único tipo de pesario en este estudio.
Después de la inserción del pesario vaginal, se pidió a las pacientes que caminaran y realizaran maniobras de Valsalva. Si el pesario se desplazaba, se realizaba la reinserción del dispositivo del mismo tamaño o del siguiente, hasta tres veces. Se programó una visita ambulatoria para cada paciente 3 y 6 meses después de la inserción del pesario para evaluar los síntomas. Fueron flujo vaginal, sangrado, dolor, malestar, síntomas de nueva aparición, urinarios o intestinales, y cualquier desalojo del pesario.
Para evaluar los factores asociados con el desplazamiento, se comparó a las mujeres a las que se les extrajo el pesario dentro de los 6 meses con las que retuvieron el pesario. De 93 mujeres, 78 (83,9%) pudieron retener el pesario anular durante el seguimiento de 6 meses, y 15 (16,1%) del grupo de desalojo del pesario no pudieron retener el dispositivo.
Los resultados no mostraron diferencias con respecto a la edad, el índice de masa corporal, la paridad, la escolaridad, la raza, el estado menopáusico, las comorbilidades o la actividad sexual en las mujeres con VP desplazado versus retenido. Sin embargo, las mujeres con un VP desplazado tuvieron una cirugía reconstructiva previa significativamente mayor, específicamente colporrafia anterior, y puntos POP-Q C más avanzados (prolapso apical) que las mujeres que retuvieron el dispositivo.
Los autores concluyeron que la presencia de POP apical avanzado y la cirugía de POP previa eran factores de riesgo para el desplazamiento del anillo VP.
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