Los fórceps se han utilizado para partos de parto difíciles durante cientos de años hasta mediados de 1600, que se remontan al uso por los obstetras-cirujanos de la reina Henriette, esposa del rey Carlos I de Inglaterra, como Peter Champerlen y su saga familiar. En aras del secreto, los fórceps fueron llevados a la sala de partos en una caja forrada y sólo se utilizarían una vez que todos estuvieran fuera de la habitación.
Pero realmente se planteó que tenía que haber una mejor manera de salvar a los bebés, pero evitar destruir la anatomía vaginal y pélvica de las mujeres y por eso se fueron realizando más de 600 modificaciones del instrumento. Pero a pesar de todo, seguían produciéndose lesiones y avulsiones de la musculatura de la pelvis y del periné, cuando no lesiones fetales.
Este estudio prospectivo y multicéntrico incluyó a 322 mujeres evaluadas a los 6-12 meses posparto mediante ecografía transperineal de cuatro dimensiones para identificar la avulsión del músculo elevador del ano. El investigador que realizó la ecografía desconocía todos los datos clínicos. También se registraron datos significativos sobre el nacimiento: modo de parto, edad de la madre e índice de masa corporal, duración de la segunda etapa, episiotomía, desgarro perineal, anestesia, asistente, perímetro cefálico y peso fetal.
303 volúmenes fueron válidos para evaluación. La prevalencia global de avulsión del músculo elevador del ano fue del 18,8% (IC del 95%: 14,4–23,2%). En nuestro análisis multivariado, solo el modo de parto alcanzó significación estadística como factor de riesgo de avulsión del músculo elevador del ano ( p <0,001). La prevalencia según los diferentes modos de parto fue del 7,8% en el parto espontáneo, del 28,8% en el parto asistido por vacío y del 51,1% en el parto asistido con fórceps. En comparación con el parto espontáneo, la OR para la avulsión del MELA fue de 12,31 con fórceps (IC 95% 5,65-26,80) y 4,78 con parto asistido por vacío (IC 95% 2,15-10,63).
Preguntarle a cualquier mujer que tenga un levator destruido, un perineo e introito lesionado, cómo se siente al respecto, es probable que recibas una respuesta del 99,9% de que hubieran preferido una C de emergencia. La avulsión del elevador del ano durante el parto vaginal en mujeres primíparas ocurre en casi uno de cada cinco partos. El modo de parto es un factor de riesgo intraparto significativo y modificable para esta lesión. La incidencia es menor en el parto espontáneo y aumenta significativamente cuando se usa un instrumento para ayudar al parto, especialmente fórceps.
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