viernes, 22 de junio de 2018

ASOCIACION ENTRE EL TRAUMA DEL SUELO PELVICO EN EL PARTO Y PROLAPSO

 
Los recientes estudios demuestran que existe asociación entre sufrir un trauma perineal en el parto con padecer prolapso años después. De hecho, un último estudio de este año 2017 indicaba que, tras 20 años, casi la mitad de las mujeres que habían padecido el trauma vaginal obstétrico tenían un prolapso con posterioridad.

La realidad es que sufrir un trauma obstétrico ya de por sí es un problema importante. Para empezar, si te han practicado puntos de sutura (por haber realizado una episiotomía, o haber tenido un desgarro), puede generar y provocar molestias posteriores: dolor para sentarse, en las relaciones sexuales,… Esta cicatriz a nivel perineal, mal curada puede acarrear aún más problemas: Si la herida crea adherencias, las molestias aumentarán pudiendo generar dolor constante en las relaciones sexuales, dispareunia…Si hay suerte y la herida cicatriza correctamente, estas molestias podrán desparecer con los meses.

Pero, lamentablemente, eso no quiere decir que no puedan haber otro tipo de secuelas: es frecuente que quede debilidad de los músculos del suelo pélvico. Esta debilidad, si no se recupera, en el futuro puede generar problemas como incontinencia urinaria, prolapsos o falta de disfrute sexual. La gran duda de sufrir un trauma en el parto es si, pasado el puerperio, puedes llegar a padecer con el tiempo  incontinencia o un prolapso. Si eso ocurre y se produce un prolapso, se convierte en una condición angustiante, la cual lamentablemente a día de hoy es muy común: además de los problemas de incontinencia, para muchas supone nuevamente otros tantos de incomodidad, dejar de tener relaciones sexuales,…

Un gran porcentaje de las mujeres con trauma perineal en el parto padece con posterioridad un prolapso. Como es conocida esta vinculación entre tener un trauma y padecer prolapso después, este año se publicó el estudio citado anteriormente para dar a conocer la prevalencia (o frecuencia exacta con la que se produce la lesión) de prolapso de los órganos pélvicos, examinando a las mujeres que habían padecido el trauma en el parto 20 años después. Para realizar el estudio, entre 2013 y 2014 se valoraron a 608 mujeres que habían tenido a su primer hijo entre 1990 y 1997 con trauma obstétrico. A estas mujeres se les practicó un examen clínico (incluyendo exploración y síntomas) junto con una ecografía del suelo pélvico. Con los datos obtenidos, registraron las mujeres con presencia de prolapso, incluyendo que tuvieran o no presencia de síntomas (incontinencia, molestias,…).

-Un total 275 (el 45%, casi la mitad) tenían prolapso (con o sin síntomas).
-75 mujeres, un 13% tenían prolapso con síntomas.
-Además de ello, también se registraron otras lesiones:por ejemplo, un 19% tenían lesión del músculo elevador del ano (avulsión).

Como conclusión del estudio, se confirma que existe una gran prevalencia de que, después del trauma producido en un primer parto, se encuentre años después con síntomas y signos de prolapso. Además de determinar la frecuencia con la que se producen los prolapsos, el estudio también buscaba saber que factores predisponen más a tener con posterioridad el prolapso. Entre otros factores, se buscó determinar la relación que existe para sufrir el temido prolapso y el tipo de trauma obstétrico que se haya producido.

En un estudio preliminar en 2015, se demuestra que el parto con fórceps se asocia con un mayor riesgo de prolapso de órganos pélvicos (revisadas las pacientes tras 16-24 años del parto).

Por supuesto, siempre quedan muchas otras dudas por despejar como, por ejemplo, ver otros aspectos de las mujeres que participaron en el estudio y que tenían el prolapso. Un ejemplo sería ver el estilo de vida que tenían las mujeres (si practicaban con frecuencia actividades deportivas de impacto,…). Pero lo que está claro es que, con un 45% de las participantes con prolapso, padecer un trauma obstétrico es una señal de alarma para preocuparse en pensar en un futuro no tan lejano.

Es cierto que actualmente cada vez hay más alternativas para poder gestionar los problemas de prolapso mejorando la calidad de vida, como es se ha producido con la llegada de nuevos tipos de pesarios y dispositivos para la incontinencia. Pero estos datos destacan la necesidad de concienciarse sobre la importancia de realizar una prevención de los prolapsos, desde el cuidado durante el embarazo, el tipo de intervención que haya en el parto, o hasta una recuperación adecuada en el postparto….

Para evitar que las mujeres lleguen a tener un prolapso tras un trauma del suelo pélvico en el parto:

1º Entre otras opciones, la primera sería concienciar a la población sobre este problema, el cual podría evitarse en un gran número de casos.

2º De cara a evitar lesiones del suelo pélvico en el parto, en la etapa del embarazo se puede trabajar el suelo pélvico. Entre otras alternativas, se pueden realizar diversas medidas como el masaje perineal; el uso de dispositivos de biofeedback para el suelo pélvico como Epi-No (producto el cual en otros países como en Francia se financia por el sistema de salud); o realizar otros ejercicios como posturas de estiramientos, sentadillas,…

3º Por su puesto, es evidente que en el parto será importante el cambio de determinados centros asistenciales sobre su protocolo de actuación. Este cambio sería evitando, en la medida de lo posible, la aplicación de técnicas instrumentales.

Sin embargo, una reciente publicación de la prestigiosa The Lancet corrobora que en los países desarrollados sigue habiendo exceso de instrumentación:…. Si bien en los países en desarrollo el problema es mayor, ya que hay una elevada mortandad por la falta de medios (por escasez de matronas,…), se confirma que todos los países se deberían replantear el modo en el cual se realiza la asistencia maternal.

4º Por otra parte, en el caso de que hayan tenido un trama de suelo pélvico en el parto, no es suficiente con cuidar sólo la herida perineal. En el postparto sería de gran ayuda acudir a un centro especializado para un mejor seguimiento y recuperación muscular (incluyendo ejercicios perineales, posturales, trabajar la zona del core,…). Además de ello, también es recomendable completar el trabajo en un centro especializado con el cuidado diario en casa. Actualmente existen muchas opciones (según el tipo de caso): desde las innovadoras bolas chinas con aumento de peso (como Pelvix Concept) hasta sofisticados dispositivos de biofeedback para hacer ejercicios de Kegel (como kGoal o Elvie).

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