lunes, 15 de enero de 2018

USO DE LOS NUEVOS TIPOS DE PESARIOS PARA PROLAPSO


A pesar de que padecer un prolapso sea muy común (mucho más de lo que la gente cree) y que en las últimas décadas no haya habido demasiados cambios, actualmente han ido surgiendo nuevos pesarios. La palabra “prolapso”, aun hoy en día, sigue siendo un tema tabú para muchas mujeres. Sobre todo, a partir de los 65 años se comienza a padecer prolapso debido al deterioro y relajación cada vez mayor de la musculatura del suelo pélvico (aunque el origen comienza antes: tras debilidad no recuperada en el postparto, por practicar deportes de impacto,…).

El hecho de sufrir un prolapso limita enormente la calidad de vida, ya que genera síntomas como incontinencia urinaria o molestías pélvicas. Además, tampoco hay que olvidar que puede afectar la relación de pareja, ya que, no sólo disminuye el disfrute sexual, sino que también puede ser visible (en los grados más altos del prolapso), generando en la que posee problemas de confianza y autoestima.

Aunque en muchos casos, sobre todo en prolapsos severos, los prolapsos se operan, no siempre ese tratamiento es exitoso, ya que un 30% da las mujeres que lo hacen tienen el riesgo de volver a ser reintervenidas los primeros 4 años tras la primera operación quirúrgica (Estudio de Olsen). Y además en prolapso límites o por debajo de un grado II el tratamiento conservador hay que valorarlo.

Los diferentes tipos de pesarios son una excelente alternativa para pacientes que no se plantean realizarse una intervención quirúrgica. El uso de los pesarios se remonta a hace siglos, pero ha ido evolucionando, cambiando de tal manera que los materiales han mejorado y se han hecho más prácticos. De hecho, en los últimos años una gran cantidad de ellos son de silicona. Entre sus ventajas se encuentran que son muy seguros, no suelen tener complicaciones con su uso y tienen escasas contraindicaciones. Entre otras cosas, además de reducir en el momento el prolapso uterino, evitan que se produzca la incontinencia urinaria por esfuerzo.

Entre sus desventajas, requiere un poco de practica el manejo de estos dispositivos, su aplicación, inserción,… por eso en este artículo te hablamos de como aplicártelo es mas sencillo de lo que crees.

No obstante, en los últimos años el diseño de los pesarios ha ido evolucionando, siendo cada día más sencillo de aplicar, y esperamos que en un futuro lo sea aún más.

El pesario suele ser la primera opción que recomiendan los ginecólogos ante el prolapso como tratamiento no quirúrgico, sobre todo es una gran alternativa en mujeres que todavía son jóvenes. Piensa que si quieres tener más hijos una intervención no es la mejor opción. Además incluso si no piensas en tenerlos, si eres aun joven y te sometes a una operación no tienes 100% asegurado que con el paso de los años no tengas que volver a pasar por otra nuevamente.

Sus indicaciones son:

–Reducir o disminuir los síntomas del prolapso: incontinencia, molestias,… Al mismo tiempo, pueden disminuir el uso de compresas para la incontinencia.
-Su uso evita que se agrave el prolapso y evolucione.
-Ideal para mujeres que quieren ser madre y estar embarazadas.
-Aunque no corrige el problema, es un apoyo a la rehabilitación del suelo pélvico.
-Menos complicaciones que una operación, además de evitar una posible reintervención.
-En mujeres sexualmente activas, muchos de ellos no impiden mantener relaciones sexuales llevándolos puestos. Además, no necesitan ser retirados para ir al aseo.

Las pocas contraindicaciones que tienen los tipos de pesario son:

-No los uses si padeces infección urinaria.
-Como suelen estar fabricados de silicona, su mantenimiento es mínimo. Sin embargo, esta contraindicado su uso en personas con alergia a este material.
-En caso de que no se realice la correcta limpieza del pesario, o que no se esté colocando bien, pueden dar lugar a: olores vaginales (debido a la presencia de fluidos estancados) y/o erosiones (si se aplica incorrectamente de forma reiterada).

Actualmente, además de los de silicona se fabrican también en plástico, siendo de uso reutilizable ya que no absorben el flujo vaginal ni se deterioran rápidamente. Los que se realizan en silicona y son autoextraíbles puedes esterilizarlos, en caso de que lo creas oportuno (recuerda que la vagina está diseñada para no ser un medio estéril). Existen muchísimos modelos con distintas formas y tamaños, lo cual puede llevar a confundirte a la hora de saber si te convienen.

Muchos de ellos se diseñan con una forma especifica para reducir un tipo de prolapso en concreto, además de que otros se hacen con el objetivo de evitar las fugas de orina por incontinencia de esfuerzo. En resumen, el médico elegirá el tipo de pesario según la gravedad del prolapso, la presencia o ausencia de un útero, actividad sexual, y la incontinencia urinaria de esfuerzo concomitante.

Dentro de los pesarios convencionales, los modelos más conocidos son:

Anillo y donut. Ambos son pesarios de apoyo, los cuales son muy usados por los ginecólogos por ser fáciles de insertar. En el caso del anillo, va mejor con los prolapsos leves y moderados, tipo I y II. Para retirarlo, se quita fácilmente, plegándose por la mitad. Este dispositivo puede aprenderse a usar por sí solo con un poco de práctica.

En el caso del donut, es más grueso que el del anillo, de gran utilidad para calmar los síntomas de un cistocele o un rectocele. Al ser más grueso, es menos flexible y dificil de plegar, por lo que no es tan sencillo insertarlo y quitarlo.

Gehrung. Este modelo sirve de apoyo de la vejiga y se usa ante prolapsos de tipo cistocele o rectocele, aunque también puede usarse en prolapsos uterino de grado III. Es más complicado de aplicar, por lo que lo inserta el especialista y deja en la zona colocado.

Gellhorn. Se usa más en prolapsos de mayores grados. Como es más díficil de colocar y retirar no se recomienda en mujeres que sean activas a nivel sexual, para que no tengan que estar retirándolo.

Con forma de cubo: Los pesarios de cubo son una buena opción para los prolapsos tipo III y IV, además de los cistocele y rectocele. Por su forma con 6 lados hace un apoyo completo del prolapso. Al ser flexible puede comprimirse para colocarse. Además, al contener una cadena, tiene más fácil la extracción. La forma del cubo, al insertarse en la vagina hace de vacío o succión y se queda colocado. Por eso, antes de tirar del cordón del pesario para extraerlo, conviene introducir un dedo ligeramente para rompe la succión ejercida.

Los nuevos pesarios buscan ser fáciles de insertar y retirar por parte de las mujeres. Se trata de dispositivos que no se quedan insertados durante días y que los retira el especialista, sino que su enfoque es que sean más sencillos de aplicar, que reduzcan el prolapso y eviten pérdidas de orina. Los más sencillos suelen ser eficaces ante todo en grados leves y/o moderados de prolapso.

- El pesario Colpexin es una esfera que sirve de soporte de los músculos del suelo pélvico: evita las pérdidas de orina y reduce el estado del prolapso. Una de sus mayores ventajas es su fácil modo de aplicación, siendo una desventaja que a un importante número de mujeres se les cae al realizar la defecación.

- Otro pesario que se usa (en EEUU) es Uresta, el cual ayuda también en la mejora de la incontinencia urinaria. Este dispositivo es un poco más complicado de insertar y retirar que el anterior, pero las mujeres que lo usan están más satisfechas con sus resultados.

Incostress es de gran utilidad ante problemas de debilidad de suelo pélvico (evitando pérdidas de orina), y en casos de prolapsos uterinos leves (tipos I y II). Aunque no es un ejercitador de suelo pélvico, una vez que está colocado dentro puede ayudar a percibir mejor la contracción de los músculos perineales. Como ventaja, es fácil de aplicar y retirar (por un extremo de extracción, que tiene del mismo material de silicona). El tiempo máximo de Incostress recomendado de uso es de 8 horas. Aunque requiere un poco de práctica, es sencillo de autoinsertar (se pliega) y retirar. No obstante, conviene tener en cuenta dos aspectos:

– Para retirarlo hay que introducir un dedo para romper el vacío de succión.
– Aunque estos pesarios son de silicona y requieren un cuidado mínimo, conviene ser más cuidadoso en la higiene para evitar que se acumulen fluidos vaginales en las zonas de los agujeros.

Además, al contener los agujeros para realizar la succión, es conveniente retirarlo por las noches, para poder limpiarlo y evitar que se quede el flujo vaginal en el cubo. Cómo colocar el pesario:

1º Vacía la vejiga antes de aplicarte el pesario.
2º Notarás que es más sencillo introducirlo si realizas ejercicios perineales repetidamente, para relajar los músculos del suelo pélvico.
3º Para colocarte el dispositivo, busca la posición más cómoda (muchas mujeres lo hacen más fácil de pie, a veces con una pierna elevada apoyada en una silla).
4º A la hora de introducirlo, puede serte útil usar un poco de hidratante intimo en caso de que sufras sequedad vaginal.
5º Debes ser capaz de colocarlo y retirarlo tú misma con un poco de maña.Cuando el prolapso es tipo 3 y 4, es mas díficil aplicarlo. Muchas veces es necesario coger practica tras varias veces, incluso en ocasiones se requiere buscar varias veces el pesarios de distintas medidas.
6º En caso de introducir el pesario de cubo, debes plegarlo antes de insertarlo, usando los dos dedos principales de la mano para introducirlo (mientras te ayudas con la otra mano en separar los labios menores).
7º Comprueba que no se mueve el pesario (tira un poco del cordón, muevete y cambia de posición para confirmarlo).
8º Además, debes notar que estás con él cómoda sin tener molestias. Esto incluye: no molestar al sentarte, estornudar o toser, defecar,… No tiene porque molestar o moverse.

Mantenimiento del pesario.- Una vez que eres capaz de quitártelo y ponértelo con facilidad, conviene que tengas una serie de cuidados para su mantenimiento. Los pesarios que son insertados por parte del ginecólogo, requerirán ser revisados periódicamente por éste (cada cierto periodo de tiempo, unos meses,…). En la consulta, observara si hay alguna zona que este lesionada (ulcerada, irritada, ver el apoyo del prolapso como se realiza,…).

En algunos pesarios, es conveniente retirarlo una vez a la semana. No obstante, hay muchos modelos que requieren quietarse todos los días. Además, muchos de estos pesarios pueden requerir ser quitados para las relaciones sexuales.

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