martes, 24 de octubre de 2017

HIMENOPLASTIA


La himenoplastia es un procedimiento quirúrgico de una duración entre 45 y 60 minutos que consiste en restaurar el himen, una membrana carnosa en forma de anillo situada a la entrada de la vagina cuya función fisiológica no está clara y cuyo valor social en algunas culturas radica en garantizar la virginidad femenina.

Cuando se desgarra el himen tras contacto sexual, la membrana se rompe en forma de “estrella” y la mujer sangra por la ruptura del himen, por ello en la himenoplastia se reconstruye el himen mediante distintos procesos y se deja un pequeño orificio para la salida de la menstruación y otros fluidos. Los puntos se reabsorben solos.

Técnicas para realizar una himenoplastia.-

La más sencilla es aquella en la que simplemente se unen los restos que puedan quedar de himen aplicando anestesia local. Solo se puede realizar en algunos casos en que la ruptura es pequeña.
También se puede utilizar un material biológico desgarrable que se implanta en la entrada de la vagina de manera que imite al himen “virginal” llamado Alloplant, técnica similar a crear una membrana con una irrigación sanguínea. Algunas veces, puede incluir una cápsula gelatinosa de una sustancia creada en laboratorio que imita la sangre.

Se puede practicar una cirugía plástica vaginal, en la que se hace una incisión a ambos lados de la mucosa que recubre las paredes vaginales y se unen entre sí. Al contrario que las otras dos técnicas, en este caso se debe esperar un tiempo antes de tener relaciones sexuales ya que hay que dar tiempo a la recuperación y cicatrización. Se recomienda un descanso de al menos 24 horas después de la cirugía.

Los riesgos de someterse a una himenoplastía son:
  • Dolor.
  • Inflamación.
  • Infección en la zona tratada.
  • Hemorragia.
  • Daño en vejiga o recto (complicación poco común).
Tras la cirugía, el himen se comportará de la misma forma que antes de la primera relación sexual y que la mujer, incluso, volverá a sentir dolor y sangrar como en “su primera vez”.

Es una práctica quirúrgica muy solicitada por mujeres cuya cultura le da una gran importancia a la virginidad de la mujer y en las que se practica la llamada Prueba de Virginidad un procedimiento que determina si una mujer es virgen. La prueba consta de una inspección del himen, dando por sentado que sólo puede romperse como resultado de una relación sexual. Surgió como solución a aquellas mujeres que sin ser vírgenes querían aparentarlo en su noche de bodas. Las razones más consagradas para ello son el rechazo de la propia familia y/o de la familia del marido, así como el repudio del propio futuro cónyuge. En algunos casos de determinados países se castiga con medidas que pueden llegar a la muerte por lapidación en algunas culturas.

La reconstrucción del himen puede, por tanto, ser una opción para las mujeres que por presión social o familiar deben llegar vírgenes al matrimonio.Es necesario saber que pueden existir varios motivos distintos al de haber realizado el coito por los cuales la mujer puede no tener himen o no sangrar durante el primer coito, como por ejemplo:
  • Una de cada mil mujeres nacen sin himen.
  • Hasta el 44% de las mujeres no sufren pérdida de sangre durante el primer coito, lo que significa que en algunas culturas que se realiza prueba de sangrado éste no se produciría.
  • El himen puede romperse por la introducción de un dedo en la vagina o un tampón
  • Practicar ejercicios como equitación, natación, bicicleta o gimnasia.
  • Flujo menstrual excesivo.

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