En la actualidad, el 22% de las mujeres gestantes en España son obesas y el 23% tiene sobrepeso, hecho que aumenta la probabilidad de que el bebé recién nacido sea en un futuro una persona con más peso del recomendado. Según estudios publicados, una mujer obesa que se queda embarazada y gana más de 12 kilos durante su embarazo tiene hasta tres veces más riesgo de tener un niño excesivamente grande al nacer y hasta tres veces más riesgo de tener un niño y un adulto obeso en el futuro. Otras consecuencias son, entre otras, el aumento de hasta dos veces más riesgo de aborto espontáneo, dos veces más riesgo de cesárea, tres veces más riesgo de mortalidad perinatal o tres veces más riesgo de diabetes gestacional.
Estos datos han sido expuestos con motivo de la celebración, del Día Nacional de la lucha contra la obesidad en el que tres sociedades científicas españolas (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) han advertido de los riesgos para la salud de la madre y el bebé que conlleva el sobrepeso antes y durante el embarazo. La clave es prevenir. "Prevenir la obesidad antes y durante el embarazo debe ser un objetivo prioritario de todos". Porque "los niños que nacen de madres obesas tienen más probabilidades de ser obesos en el futuro.
Así, es preciso recordar un estudio publicado en el año 2012 en la revista científica Diabetes Care. Algunos resultados de este estudio realizado con más de 10.000 mujeres, mostraron que las mujeres con sobrepeso tenían un 65% más de probabilidades de tener bebés con más peso mientras que las mujeres obesas tienen una probabilidad del 163%.
Hay cuatro labores y/o funciones claves que deben hacerse: informar a las mujeres sobre los riesgos que conlleva la obesidad durante el embarazo; planificar el embarazo y perder peso antes de éste si es necesario; dar recomendaciones de dieta y actividad física personalizadas en cada mujer; y vigilar la ganancia de peso durante el embarazo.
Estos datos han sido expuestos con motivo de la celebración, del Día Nacional de la lucha contra la obesidad en el que tres sociedades científicas españolas (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) han advertido de los riesgos para la salud de la madre y el bebé que conlleva el sobrepeso antes y durante el embarazo. La clave es prevenir. "Prevenir la obesidad antes y durante el embarazo debe ser un objetivo prioritario de todos". Porque "los niños que nacen de madres obesas tienen más probabilidades de ser obesos en el futuro.
Así, es preciso recordar un estudio publicado en el año 2012 en la revista científica Diabetes Care. Algunos resultados de este estudio realizado con más de 10.000 mujeres, mostraron que las mujeres con sobrepeso tenían un 65% más de probabilidades de tener bebés con más peso mientras que las mujeres obesas tienen una probabilidad del 163%.
Hay cuatro labores y/o funciones claves que deben hacerse: informar a las mujeres sobre los riesgos que conlleva la obesidad durante el embarazo; planificar el embarazo y perder peso antes de éste si es necesario; dar recomendaciones de dieta y actividad física personalizadas en cada mujer; y vigilar la ganancia de peso durante el embarazo.
La prevención de la obesidad durante el embarazo es algo crucial para la salud de la madre y también la de generaciones posteriores porque hay que tener claro que, tal y como han recordado los representantes de estas sociedades, la obesidad no es un problema de estética sino un problema de salud. En España, a día de hoy, un 25% de los adultos son obesos y la obesidad infantil ronda porcentajes de hasta el 15-20%.
Una mujer gestante es obesa cuando su IMC es superior a 30 kg/m2 en la primera evaluación obstétrica, por ello "es necesario planificar el embarazo atendiendo al peso, procurando quedarse embarazada con un peso razonable según un IMC entre 18,5 y 25 ajustado a la edad y talla de la mujer". Es importante y recomendable antes de quedarse embarazada que si el IMC es mayor de 30 kg/m2 o si está entre 25 y 30 y la mujer presenta alguna comorbilidad asociada a la obesidad principalmente hipertensión arterial o diabetes mellitus tipo2, bajar de peso bajo supervisión médica realizando cambios en la dieta y aumentar el tiempo de actividad física. No se trata tanto de aumentar los minutos diario de ejerció físico sino de disminuir el tiempo que se está sentado, es decir, es importante disminuir el sedentario.
Años atrás y quizá ahora se siga oyendo en nuestro país eso de que "en el embarazo hay que comer por dos", pero esta frase tan sólo corresponde a un dicho popular y a un mito bastante arraigado en nuestra sociedad. "No, en el en el embarazo no hay que comer por dos", sino "llevar una dieta sana y equilibrada, libre de exceso de grasas y azúcares, prestado especial atención al calcio, al hierro y al ácido folio que se pueden suplementar". Durante el segundo trimestre se debe incrementar la dieta en 300 Kcal diarias, durante el tercer trimestre, 450 y durante la lactancia, 500 Kcal.
Por tanto, durante el embarazo es importante comer de forma sana y variada (los patrones serían los mismos que los indicados para la población general). Lo recomendable, es llevar una dieta rica en frutas y verduras, evitando el exceso de azúcares y grasas y teniendo en cuenta que las necesidades nutricionales aumentan a partir del segundo trimestre. A su vez, al igual que la alimentación es importante la realización de ejercicio físico moderado diario, de unos 20-30 minutos al día.
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