viernes, 3 de marzo de 2017

LOS FRAGMENTOS DE ADN DEL TUMOR AYUDAN A PREDECIR LOS RESULTADOS EN EL CANCER DE OVARIO


Un estudio reciente investigó los niveles de fragmentos de ADN específicos en la sangre de pacientes con cáncer de ovario. Los resultados podrían conducir a un análisis de sangre que puede hacer predicciones precisas sobre el tamaño del tumor y la progresión de la enfermedad.


El cáncer de ovario afecta a alrededor de 20.000 mujeres en los Estados Unidos cada año. Es el noveno cáncer más común en los Estados Unidos, pero la quinta causa principal de muerte por cáncer. El cáncer de ovario que se diagnostica más precozmente, tiene mayores probabilidades de éxito.

Actualmente, al igual que con la mayoría de los otros tipos de cáncer, es difícil evaluar la eficacia del tratamiento. En un mundo perfecto, si los médicos tuvieran plena constancia de cómo un tumor estaba respondiendo a ciertos medicamentos, podrían manipular el tipo de fármaco y el programa con más fiabilidad.


El cáncer ovárico seroso de alto grado (HGSOC) es la forma más maligna del cáncer de ovario, representando el 70 por ciento de los casos. El tratamiento y la progresión de HGSOC se valoran midiendo los niveles de una proteína llamada CA-125. Sin embargo, después de uno o dos ciclos de tratamiento, los niveles no cambian con suficiente rapidez. Esto dificulta la interpretación de los resultados. Además, el CA-125 puede ser expresado por el tejido normal, haciendo que las lecturas falsas sean una preocupación adicional.

Investigadores del Instituto de Cambridge de Investigación del Cáncer del Reino Unido recientemente han propuesto investigar otra molécula que podría actuar como un marcador más sensible. La molécula en cuestión está circulando en sangre como ADN tumoral (ctDNA). Estas secciones cortas del código genético se liberan de las células tumorales a medida que mueren. Entran en la circulación y pueden ser recogidos en el torrente sanguíneo. CtDNA ha sido estudiado durante más de 20 años, pero hacer uso de ella como una herramienta de diagnóstico no ha sido fácil, pequeñas porciones de ctDNA debe ser identificados dentro de un mar de fragmentos de ADN.


Gracias a los recientes avances en la sensibilidad de la tecnología de ensayo, ctDNA se ha convertido en una herramienta potencialmente útil para evaluar la progresión del cáncer. Para investigar estos fragmentos más, se concentraron específicamente en los niveles de ctDNA que portaba mutaciones en el gen TP53. Estas mutaciones se pueden encontrar en el 99 por ciento de los pacientes con HGSOC. Encontraron que los niveles de TP53 mutado en ctDNA (TP53MAF) se correlacionaron con el volumen del tumor (en comparación con la tomografía computarizada), y también el tiempo de progresión.


En comparación con las capacidades diagnósticas de CA-125, TP53MAF le fue mucho mejor. CA-125 tardó 84 días para reflejar los cambios después de la quimioterapia. TP53MAF, por otro lado, tomó sólo 37 días. En los pacientes tratados por una recaída, una disminución de 60 por ciento o menos en TP53MAF se asoció con una respuesta más débil a la quimioterapia y un tiempo de progresión de menos de 6 meses. Una disminución en los niveles de más del 60 por ciento se asoció con un mayor tiempo de progresión. En términos simples, una mayor caída en la cantidad de ADN tumoral que se encuentra en la sangre se correlaciona con mejores resultados de los pacientes.


Estos hallazgos tienen un fuerte potencial para la utilidad clínica debido a la facilidad de ensayo de ADN en el plasma y el bajo costo y la velocidad de la prueba de ctDNA Tener información muy temprana sobre la respuesta podría facultar a los pacientes y los médicos para probar opciones alternativas de tratamiento y de alta utilidad en los ensayos que vinculan los biomarcadores con la terapia dirigida.

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