La VI Conferencia de Presidentes Autonómicos, celebrada en el Senado, ha reiterado el carácter de reto que supone la sanidad del país, en un contexto condicionado por la lucha contra el déficit del Estado y la búsqueda de un nuevo modelo de financiación autonómica, alternativo al actual.
Entre otros temas de gran relevancia, la Conferencia de Presidentes quiso salir al paso del grave problema poblacional que tiene ante sí el país. Por ello se adoptó un acuerdo sobre la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico. Según se acordó, la pérdida de población de los años pasados no responde a factores coyunturales. Muy al contrario, la baja natalidad, la disminución del número de jóvenes y el acusado proceso de envejecimiento se han confirmado como problemas estructurales de la pirámide de población. Esto es especialmente constatable en las 10 comunidades autónomas que ya tienen un crecimiento vegetativo negativo.
En 2015 las defunciones superaron a los nacimientos en España, algo que no había ocurrido hacía muchísimo tiempo. Abundando en ello, las proyecciones demográficas vaticinan una caída ininterrumpida de población, que podría suponer la pérdida de medio millón de habitantes antes de 2031. Cifra que llegaría a los 5 millones en 2066, el equivalente al 11% de la población actual.
Así mismo, la dinámica de la fertilidad, la esperanza de vida y las migraciones hacen prever grandes cambios en la estructura de edades de la población, en todos los territorios, urbanos o rurales. Según los equipos autonómicos de expertos, tal cambio demográfico impactará de forma directa en la sostenibilidad del Estado del Bienestar, debido a la presión ejercida sobre los sistemas de salud, las pensiones y los servicios sociales de atención a las personas mayores y dependientes. Ante esta perspectiva tan poco halagüeña, los responsables de las autonomías y el Gobierno de España adoptaron un acuerdo distribuido en 4 puntos.
El primero dirigido a impulsar medidas específicas para hacer frente a los desafíos demográficos. El segundo punto, destinado a desarrollar una estrategia nacional para este reto, con carácter general y transversal, de cara a frenar tanto el envejecimiento poblacional como el despoblamiento territorial. En tercer lugar, velar para que las zonas de montaña no se vean abandonadas, atendiendo a los criterios del Foro de Regiones españolas con Desafíos Demográficos (FREDD) y el dictamen del Pleno del Comité de las Regiones, junto a las aportaciones de las distintas administraciones autonómicas. Como cuarto y último punto, la conferencia acordó defender los anteriores postulados antes las instituciones europeas.
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