martes, 6 de diciembre de 2016

NINFOMANIA, O HIPERSEXUALIDAD, O PROMISCUIDAD, O FUROR UTERINO

El comportamiento sexual compulsivo, también llamado hipersexualidad, ninfomanía o adicción sexual, es una obsesión con pensamientos sexuales, sentimientos o conductas que afectan su salud, trabajo, relaciones u otras partes de su vida.

Mesalina, Cleopatra e incluso María Magdalena fueron conocidas en su época por su furor uterino, tachado de pecado casi hasta nuestros días. Hoy, la ninfomanía se contempla como una enfermedad con raíces biológicas y psíquicas. Lo cierto es que ya desde la antigua Grecia se tiene constancia de la existencia de mujeres con un insaciable apetito sexual –las célebres ninfas, divinidades propiciadoras de la reproducción, en recuerdo de las cuales se utiliza este nombre, que viene del griego ‘nymphê’ (jovencita) y ‘manía’ (obsesión)

El concepto de hipersexualidad sustituye los antiguos conceptos de «ninfomanía», (furor uterino) y de «satiriasis». La ninfomanía se consideraba un trastorno psicológico exclusivamente femenino caracterizado por una libido muy activa y una obsesión con el sexo. En los hombres el trastorno era llamado satiriasis y a quien la padecía se le denominaba sátiro o satiriaco . Actualmente, los términos ninfomanía y satiriasis no aparecen como trastornos específicos en el Manual estadístico y diagnóstico de los trastornos mentales (DSM-IV), aunque sí siguen apareciendo en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10). El umbral para lo que constituye la hipersexualidad está sujeto a debate, y los críticos preguntan si puede existir un umbral diagnóstico.

No está claro qué causa la ninfomanía. Las causas pueden ser un desequilibrio de las sustancias químicas naturales del cerebro. Problemas de salud mental, como trastornos bipolares pueden dar lugar a la hipersexualidad, y el alcohol y algunos medicamentos pueden afectar las inhibiciones sociales y sexuales en algunas personas.

Las ninfómanas hallan el sexo como una salida a una serie de problemas como la depresión, estrés, ansiedad, o soledad. El comportamiento sexual compulsivo puede tener numerosas consecuencias negativas. Pobre del hombre que caiga con una ninfómana, porque al hecho de ponerle los cuernos de todos los colores, se suma la probabilidad de contagio de múltiples enfermedades de transmisión sexual, las clásicas, como sífilis, gonorrea, chlamydiasis, etc. y las actuales como pueden ser una hepatitis B y C que pueden acabar en un hepatocarcinoma, el VIH que puede terminar en un SIDA o el tan comentado VPH, virus del papiloma humano que puede dar lugar a cánceres de cuello uterino, laringe, ano, etc.

El comportamiento sexual compulsivo sin tratamiento puede dañar la autoestima, las relaciones de pareja, la carrera profesional y a las demás personas cercanas. Además, los problemas que comportará si no se corrige, serían:
  • Luchar con sentimientos de culpa, vergüenza y baja autoestima
  • Desarrollar otras condiciones de salud mental, como la depresión, el estrés y la ansiedad extrema
  • Negligencia, mentiras a su pareja y familia, gravar o destruir relaciones significativas
  • Acumular deudas financieras, compran pornografía y servicios sexuales
  • Participar en el uso de sustancias no saludables, como el abuso de drogas o alcohol
  • Puede llegar incluso a ser deteniao por delitos sexuales
  • Perder la concentración o la actividad en el trabajo, poniendo en riesgo su empleo
  • Por supuesto, se incrementan las tasas de aborto frente a un embarazo no deseado y sus consecuencias.
Es aconsejable acudir a una buena consulta de sexología para encauzar dichos comportamientos y que no constituyan una amenaza para la propia persona y para los demás.

A continuación, mencionamos a 10 de mujeres famosas que a lo largo de su vida tuvieron que lidiar con su sexoadicción.

1. La reina Isabel I de Inglaterra. Elizabeth I fue conocida como La Reina Virgen, por no haberse casado nunca. Sin embargo, eso no le impidió gozar de su sexualidad y más cuando padecía adicción a mantener sexo con sus súbditos. Fue reina de Inglaterra e Irlanda desde el 17 de noviembre de 1558 hasta el día de su muerte.


2. Isabel Báthory. También conocida como "La Condesa Sangrienta", nació en 1560 en Byrbathor, en Transilvania, en la Hungría profunda. Esta mujer de la burguesía se ganó dicho apelativo, gracias a su obsesión de secuestrar a bellas chicas para matarlas y beberse  su sangre, pues pensaba que así permanecería joven por siempre; además, se menciona que abusaba sexualmente de ellas para saciar sus deseos.


3. Catalina II la Grande. Nació en Alemania, pero se casó con el duque Pedro, nieto del zar Pedro el Grande, quien era heredero al trono ruso; ya en el poder, Catalina derrocó a su propio marido convirtiéndose en la líder de Rusia.
Durante sus primeros ocho años de matrimonió con Pedro, Catalina se mantuvo virgen, pero después hizo al noble Sergey Saltykov su amante oficial; pero se sabe que la emperatriz tuvo amantes de sobra, con los que calmaba su adicción al sexo.


4. Paulina Bonaparte. Sí, fue la hermana del emperador de Francia y del gran estratega militar Napoleón Bonaparte; de hecho se menciona que fue su preferida. Desde los 15 años de edad, Paulina dejó ver su gran apetito sexual, ya que era bien sabido entre la sociedad que la joven se involucraba con hombres mayores, en especial los que pertenecían al gobierno.


5. Lola Montez. Fue una afamada bailarina española, cuyo nombre era María Dolores Eliza Rosanna Gilbert. Cuando apenas tenía 16 años, Lola se fugó con el amante de su madre, el teniente Thomas James; y a los 19 decidió hacerse bailarina profesional. Debido a su vida artística, la mujer consiguió demasiados admiradores a los que tenía comiendo de su mano, pero en la historia será recordada por haberse hecho la amante de rey bávaro, Luis I.


6. Virginia Oldoni. Era una mujer muy bella perteneciente a la nobleza italiana, de quien se conocen sus aventuras debido a que llevaba un registro en su diario; donde anotaba todos sus encuentros sexuales con sus amantes, ya que ella estaba casada con el conde Francisco de Castiglione.


7. Mata Hari. Esta mujer era bailarina erótica, pero también se dedicó al espionaje durante la Primera Guerra Mundial, motivo por el que fue ejecutada. Mata Hari era de las damas más codiciadas en París, pero fue durante su estadía en Berlín fue cuado se hizo de múltiples amantes de los dos bandos en la guerra, los cuales le trajeron muchos problemas.


8. Isadora Duncan.  La estadounidense, originaria de San Francisco, California, también era una bailarina que se distinguió por ser atea, socialista, bisexual y revolucionaria. Dentro de su ideología decidió probar las miles del sexo hasta los 25 años de edad, pero desde ese momento, no pudo parar, pues se volvió una sexoadicta.


9. Alma Mahler Werfel. Esta mujer oriunda de la ciudad de Viena, fue hija del célebre pintor Schindler. A sus escasos 22 años, se casó con el compositor Gustav Mahler; era aficionada de la música, pero no tanto como al sexo, deseo que la llevó a serle infiel a su esposo en múltiples ocasiones, con otros compositores, arquitectos, médicos y pintores. Alma fue la dama que acuñó la frase "Amo, luego existo".


10. Joan Crawford. La actriz estadounidense además de ser conocida por sus diversos trabajos en el mundo cinematográfico en Hollywood, también fue afamada por su vida sexual tan activa.
Joan fue catalogada por Scott Fitzgerald, como la mujer más desenfadada y alocada de la década de los veinte. Contrajo matrimonio en cuatro ocasiones, pero sus amantes fueron innumerables.

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