miércoles, 20 de abril de 2016

CONGELAR OVULOS, LA NUEVA MODA DE LAS JOVENES PARA SER MADRES A LOS CUARENTA


La mayoría de las mujeres han pasado por la universidad y se puede permitir los 3.000 € para congelar sus óvulos. Es una manera de poder alargar el final del reloj reproductivo.

Las mujeres jóvenes cada vez más, saben que a partir de los 36 años los óvulos van a menos en cantidad y calidad. La vitrificación de óvulos, que nació como un experimento para preservar la fertilidad en mujeres que iban a someterse a tratamientos oncológicos (quimio y radioterapia) o a repetidas cirugías de ovarios, hoy triunfa (por motivos sociales) entre las treintañeras españolas. Son las madres tardías.Un colectivo en auge de mujeres -en su mayoría sanas y sin apuros para llegar a final de mes- que vitrifican sus óvulos a los 30 para ser madres a los 40. El método consiste en una congelación ultrarrápida, un shock de frío intenso que mantiene el óvulo joven hasta el momento de ser resucitado para su fecundación en laboratorio. Las tasas de supervivencia son similares a las de los óvulos frescos y rondan el 90%.

A partir de los 32 años es cuando las mujeres empiezan a planteárselo. ¿La causa? No hay una sola causa. Lo hacen por motivos muy variados. A veces porque no encuentran a la pareja adecuada para ser el padre de su hijo. O porque están en una etapa profesional de su vida en la que pueden ascender y no quieren quedarse embarazadas. O porque simplemente no terminan de verse a sí mismas como madres pero no lo descartan totalmente.

¿Influye la situación económica? Las mujeres que se deciden por este método han pasado por la universidad, tienen profesiones liberales y en general no retrasan la maternidad por una crisis laboral. Asumen, de hecho, unos gastos que no todas pueden afrontar. Pagan entre 2.500 y 3.000 euros por el tratamiento y al menos 250 al año por mantener sus óvulos dentro de un congelador. A lo que habría que sumar, llegado el momento de ir a por el bebé, otros 2.000 euros, aproximadamente, de la fecundación in vitro. Lo bueno de esto es que tienen la posibilidad de llegar a los 50 y ser madre con los óvulos de cuando se es más joven y más fértil. ¿Por qué no? La opción está ahí, depende de cada mujer elegir...

Alrededor de 20.000 treintañeras, según estimaciones de algunas clínicas de fertilidad, han vitrificado ya sus óvulos con vistas a una maternidad futura. Una posibilidad que las empresas, multinacionales sobre todo, no han pasado por alto. Así, Facebook y Apple han sido las primeras en ofrecer a sus talentos femeninos, las compañías lo llaman "incentivo", el tratamiento para congelar su fertilidad y así posponer la llegada de los hijos. El plan, muy criticado dentro y fuera de Estados Unidos, supone el desembolso por parte de los gigantes tecnológicos de 7.900 dólares por persona (unos 7.000 euros), que es lo que cuesta el proceso en EEUU, y 390 euros más al año por el mantenimiento en frío de los óvulos de sus tabuladoras. Además de ayudar con los tratamientos de fertilidad, Facebook aporta un cheque-bebé de 3.159 euros para gastos por el nacimiento de un hijo.

En finos tubos, similares a los de la ilustración superior, se guardan en frío los óvulos vitrificados. Se trata de un proceso distinto a la congelación lenta, la clásica, que se aplica para conservar el semen. La alta velocidad de enfriamiento de la vitrificación evita la formación de cristales en el interior del óvulo, pues se trata de una célula grande (si se compara, por ejemplo, con un espermatozoide) con un alto contenido de agua. Si se forman cristales en su interior, estos pueden dañar las estructuras celulares e impedir que el óvulo pueda ser utilizado en un futuro. Después de la vitrificación, sobreviven entre el 90 y el 95% de los ovocitos, con una alta tasa de fertilización y de gestación.

La técnica es relativamente nueva. En 2012 la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva le retiró la etiqueta de "experimental". Había sido concebida como un seguro de fertilidad para aquellas mujeres que iban a recibir tratamientos contra el cáncer o someterse a la extirpación de sus ovarios. Se recomienda vitrificar antes de los 37 años. El dato lo explica: a la pubertad se llega con unos 400.000 de promedio, y en cada ciclo menstrual se pierden unos 1.000, de forma que a los 35 años queda sólo el 10% de la reserva total, aproximadamente. Menos cantidad y también más viejos. Es frecuente que una mujer de 38-40 años haya agotado la reserva (crédito) de óvulos capaces de dar lugar a un niño sano. Para llevar a cabo la vitrificación de óvulos es necesario pasar antes por una estimulación ovárica. El mismo día de la extracción los ovocitos maduros se vitrifican y quedan almacenados en bidones de nitrógeno líquido, a 196 grados bajo cero, sin que exista un límite de tiempo para descongelarlos.

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