Una nueva revisión en CMAJ (Canadian Medical Association Journal) tiene como objetivo ayudar a los médicos a diagnosticar y controlar el síndrome de ovario poliquístico (SOP), un trastorno endocrino que afecta aproximadamente al 10% de las mujeres.
Este trastorno afecta a mujeres en edad reproductiva y se asocia con infertilidad, abortos espontáneos y complicaciones del embarazo. Sus consecuencias para la salud a largo plazo incluyen hipertensión, riesgos de cáncer e impactos metabólicos y psicológicos. Las pacientes suelen acudir a la atención sanitaria entre las edades de 18 y 39 años quejándose de irregularidades en el ciclo menstrual, acné y crecimiento excesivo de vello, pero el diagnóstico y el tratamiento suelen retrasarse.
El síndrome de ovario poliquístico se puede tratar de forma eficaz, y el diagnóstico temprano puede permitir una estrecha vigilancia y atención preventiva.
El tratamiento de la afección puede incluir apoyo para perder peso, anticonceptivos hormonales combinados y medicamentos no hormonales como la metformina. Aunque las personas con SOP tienen más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad, los autores advierten que los médicos deben ser particularmente sensibles al estigma del peso, ya que los pacientes con SOP corren el riesgo de tener una imagen corporal dismórfica y trastornos alimentarios.
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