El Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) ha publicado nuevas directrices sobre la prevención y el tratamiento no quirúrgico de la disfunción del suelo pélvico. La guía está dirigida a mujeres, que a los efectos de la guía NICE dice "incluyen aquellas que no se identifican como mujeres pero que tienen órganos pélvicos", de 12 años o más.
Esta es la primera pauta de NICE para abordar esta afección, que según NICE "es una afección en la que los músculos del piso pélvico alrededor de la vejiga, el canal anal y la vagina no funcionan correctamente".
La prevalencia de la disfunción del suelo pélvico es alta y se identifica que hasta 1 de cada 2 mujeres tienen algún grado de prolapso de órganos pélvicos cuando se examinan. El efecto dominó del prolapso para muchas mujeres es un impacto negativo significativo en la calidad de vida, por ejemplo, con la capacidad de ser físicamente activa limitada y la interacción social y el compromiso reducido.
La disfunción del suelo pélvico puede provocar una variedad de síntomas, siendo los más comunes la incontinencia urinaria, la incontinencia fecal y el prolapso de órganos pélvicos. Otros síntomas incluyen disfunción sexual y dolor pélvico crónico. Además de hacer recomendaciones sobre la prevención de la disfunción del piso pélvico, para aquellas mujeres que ya padecen la afección, la guía NICE recomienda intervenciones para ayudar a controlar los síntomas específicos que una mujer puede estar experimentando y para tratar de ayudar a prevenir que la afección empeore.
Sensibilización. Con la nueva directriz, NICE espera "marcar la diferencia para las mujeres que tienen o están en riesgo de disfunción del piso pélvico", asegurando que más mujeres conozcan la afección, reciban mejor apoyo y asesoramiento, y se les ofrezca entrenamiento de los músculos del piso pélvico, y que menos mujeres requieren atención especializada o cirugía.
La concienciación es una parte clave para controlar la afección, especialmente porque la intervención temprana ofrece la oportunidad de prevenir el deterioro de la afección. La guía destaca la importancia de comunicar información sobre la afección en una variedad de entornos y formatos, adaptando esta información para mujeres de diferentes grupos de edad y circunstancias, por ejemplo, mujeres embarazadas. Además de ayudar a llegar a las mujeres, crear conciencia sobre la afección y sobre los pasos que se pueden tomar para abordarla, puede ayudar a "normalizar'' la afección y, al hacerlo, ayudar a una persona a superar cualquier vergüenza que pueda experimentar, la vergüenza que pueda tener. puede obstaculizar su búsqueda de ayuda.
NICE destaca, "Mejorar el conocimiento de las mujeres sobre la salud del suelo pélvico es importante porque aumenta las posibilidades de que tomen medidas para prevenir la disfunción del suelo pélvico".
Al igual que con otras afecciones de salud, existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que una mujer desarrolle una disfunción del suelo pélvico o que la afección empeore. Estos factores de riesgo pueden no ser modificables, por ejemplo, la edad y los antecedentes familiares de incontinencia urinaria o fecal, pero aunque estos factores de riesgo son inevitables, NICE explica cómo es importante que una mujer los conozca para que pueda mejorar. "se anima a reducir cualquier factor de riesgo modificable", como la falta de ejercicio, el tabaquismo y un índice de masa corporal superior a 25, y "utilizar interacciones preventivas como el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico".
Acciones positivas. La actividad física y una dieta saludable ayudan a prevenir la disfunción del suelo pélvico. Como parte de una dieta saludable, se destaca comer suficiente fibra, ya que esto ayuda a lograr una buena consistencia de las heces, lo que a su vez puede ayudar a evitar el estreñimiento, un factor de riesgo significativo para la disfunción del piso pélvico, y ayuda a prevenir los síntomas de incontinencia fecal. Junto con una dieta saludable, la actividad física ayuda a mantener un peso saludable. NICE enfatiza que la pérdida de peso no tiene que haber ocurrido antes de que se inicien otras opciones de manejo de la disfunción del piso pélvico.
NICE aconseja alentar a "mujeres de todas las edades a que realicen entrenamiento de los músculos del suelo pélvico" y que continúen haciéndolo durante toda la vida, ya que "el entrenamiento a largo plazo continúa previniendo los síntomas". Es importante asegurarse de que la formación se esté realizando correctamente.
Dentro de las pautas, también se cubren la función de los dispositivos intravaginales para mujeres con incontinencia urinaria, el uso de pesarios para aquellas con prolapso sintomático de órganos pélvicos y la función de la medicación en el manejo de síntomas específicos como consecuencia de la disfunción del suelo pélvico.
Para una afección que puede asociarse con muchos aspectos negativos, NICE deja en claro lo importante que es un enfoque positivo, ya que esto "mejora la motivación del paciente y la adherencia a los cambios de estilo de vida". Además, hacer que las mujeres tomen conciencia de la afección desde una edad temprana ayuda a aumentar la conciencia no solo sobre la disfunción del piso pélvico como una afección, sino también sobre las adaptaciones en el estilo de vida que se pueden hacer para tratar de prevenirla en primer lugar, y para aquellas mujeres que ya tienen la condición les ofrece la mejor oportunidad para evitar que empeore.
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