Las Enfermedades de Transmisión Sexual, o ETS, son un problema actual de salud pública. Su prevalencia ha aumentado en las últimas décadas debido a cambios de relación con nuestras parejas. A día de hoy, en los Estados Unidos es la infección bacteriana más común reportada. En España, en el año 2017, se notificaron 9.865 casos de infección por clamidia. La Organización Mundial de la Salud, la OMS, ha alertado de que cada día se registran un millón de nuevos casos de ETS.
¿Qué es la Infección por Clamidia? La infección por clamidia es una enfermedad de transmisión sexual o ETS. También conocida como, chlamydia trachomatis, es una pequeña bacteria que necesita vivir dentro de las células de manera obligada. Esta bacteria, tiene un ciclo de vida que consta de dos fases:
- Primero unas partes de la bacteria se adhieren y penetran en las células. Posteriormente cambian a una forma más activa en un plazo de seis a ocho horas.
- Tras la primera fase, en dos o tres días la célula se rompe, liberando la infección y pudiendo infectar nuevas células.
Al tratarse de un largo ciclo de crecimiento, es necesario un tratamiento con antibióticos de manera prolongada para erradicar la infección.
Una característica crítica de la infección por clamidias es que la inmunidad que genera no es de larga duración. Como resultado, la reinfección o infección persistente puede ser frecuente y común. Por dicho motivo, es muy importante realizar bien el tratamiento.
¿Cuál es la Prevalencia de la Infección por Clamidia? La prevalencia de la infección por clamidia es más alta entre mujeres y hombres jóvenes, entre los 14 y los 24 años. En un estudio científico, realizado en Estados Unidos, de 14.322 individuos entre las edades de 18 y 26 años, la prevalencia de la clamidia fue del 4,2 por ciento.
La infección fue más frecuente entre las mujeres que entre los hombres. Las tasas de prevalencia más altas se registraron en mujeres afroamericanas: 14 por ciento. En España, en el año 2017, se notificaron 9.865 casos de infección por clamidia. Se trata de una tasa de 24,5 casos por 100.000 habitantes. Las comunidades donde más casos se registraron fueron Cataluña, País Vasco, Navarra y Madrid. El 52% de los casos fueron mujeres. La edad media de los casos fue de 27 años. Esta prevalencia varía según la etnia, el nivel socio-económico y la región geográfica.
La Infección por Clamidia es común en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud, la OMS, revela que en el 2012 hubo 127 millones de casos prevalentes de clamidia en todo el mundo. Actualmente existe una tendencia global creciente en la trasmisión de esta enfermedad mediante la vía de transmisión sexual.
¿Cómo se transmite la infección? La clamidia, en la mayoría de los países, en adultos y adolescentes se transmite mediante vía sexual. La clamidia se considera una enfermedad de transmisión sexual o ETS. La probabilidad de transmisión no está clara. En un estudio de 290 parejas heterosexuales, el 76 por ciento de las parejas masculinas de casos femeninos se infectaron y el 77 por ciento de las parejas femeninas de casos masculinos también dieron positivo. El hecho de que haya infecciones asintomáticas implica la existencia de una más fácil transmisión de la enfermedad y también permite que esta enfermedad pueda ocurrir de manera silenciosa.
Factores de Riesgo Los Factores de Riesgo de Infección por Clamidias incluyen:
- Edad menor a los 25 años: la menor edad puede estar relacionada con el desarrollo de la inmunidad parcial a través de exposiciones periódicas repetidas.
- Una nueva pareja sexual o más de una pareja sexual en los últimos tres meses: es un factor de riesgo de infecciones de transmisión sexual en general.
- La existencia de infección previa por clamidias.
- Uso infrecuente de preservativo.
- Antecedentes de una enfermedad de transmisión sexual diferente.
- Las disparidades socioeconómicas y raciales: ciertas minorías étnicas y jóvenes en desventaja socioeconómica.
En general, se sabe menos sobre los factores de riesgo de clamidia en hombres que en mujeres. Existe una alta prevalencia de clamidia genital y extragenital entre los hombres que tienen sexo con hombres. En un estudio basado en la población de los Países Bajos, la infección en los hombres se asocia con la edad joven, las parejas sexuales múltiples, el nivel educativo bajo o intermedio y el uso poco frecuente de preservativo.
Por otro lado, varios estudios han documentado altas tasas de infección repetida en los meses posteriores a una infección inicial por clamidia. La proporción media general de mujeres reinfectadas con clamidia es del 13,9 por ciento. La proporción media de hombres es del 11,3 por ciento. También es importante notificar que existe una alta incidencia y prevalencia de enfermedades de transmisión sexual, incluida la clamidia, entre hombres que tienen sexo con hombres. Existen pocos datos sobre el riesgo de ETS en mujeres que tienen sexo con mujeres, pero el riesgo no es más bajo que la población general. Este tipo de relaciones no están exentas de riesgo, incluida la transmisión de clamidias.
¿Cómo se si tengo Clamidias? La clamidia es la causa más frecuente de infección urinaria y genital en mujeres y en hombres. Sin embargo, en casos no despreciables, la infección puede ser asintomática y no dar ningún tipo de síntomas. En los casos que si se manifiesta, lo más frecuente en las mujeres es: dolor al orinar, flujo vaginal, y dolor durante las relaciones sexuales. Los hombres también se infectan dando: micción dolorosa, secreción del pene, dolor testicular.
La infección por chlamydia trachomatis puede implicar complicaciones o problemas en la salud reproductiva de las mujeres: esterilidad, enfermedad inflamatoria pélvica, dolor pélvico crónico. En los hombres puede provocar: prostatitis o dolor pélvico crónico.
Consecuencias por la Infección Las consecuencias de la infección por clamidias aparecen más frecuentemente en casos complicados y sin tratamiento. A pesar de ello, es importante hacer constar este antecedente en casos de consulta ginecológica. Esta enfermedad de transmisión sexual puede provocar una inflamación pélvica de los órganos genitales internos.
La inflamación puede implicar la aparición de cicatrices en las trompas de Falopio, los ovarios, el endometrio y, en ocasiones, en la cavidad abdominal: peritoneo e intestinos. Un ambiente pélvico inflamatorio y las adherencias existentes, puede incrementar la dificultad en conseguir un embarazo y aumentar el riesgo de tener futuros embarazos ectópicos. Ambos efectos negativos se deben a que las trompas tienen cicatrices o adherencias. Ambos términos significan lo mismo.
La clamidia, así como otras ETS, causan una enfermedad inflamatoria pélvica con lesión de los órganos genitales internos: útero, ovarios y trompas de Falopio.
Tratamiento de la Infección por Clamidia El Tratamiento de la Infección por Clamidia es imprescindible. Los objetivos de tratamiento de esta infección son:
- Reducir la sintomatología.
- Prevenir las secuelas o complicaciones: enfermedad inflamatoria pélvica, esterilidad, dolor pélvico crónico, embarazo ectópico y dolor testicular crónico.
- Disminuir el riesgo de transmisión a otras personas con las que se tengan relaciones sexuales.
Como norma general, tras el tratamiento adecuado, los síntomas se resuelven a los 15 días en un 83-86% de los pacientes.
El tratamiento se realiza con antibiótico vía oral. Este se puede hacer con doxiciclina o azitromicina. Ambos tratamientos son efectivos para curar la enfermedad. Debe ser un especialista quien haga la prescripción médica y seguimiento de la enfermedad.
Estoy embarazada. ¿Cómo puede afectar a mi bebé? En las embarazadas, la chlamydia trachomatis genital puede provocar complicaciones en el embarazo. Las complicaciones más frecuentes son el parto prematuro, la rotura prematura de las membranas, el bajo peso al nacer de los lactantes, y la infección en el útero después del parto.
Los recién nacidos que contraen la clamidia durante el parto pueden desarrollar infección en los pulmones y en los ojos. Debido a ello, es importante tratar la clamidia también en mujeres gestantes. Encontrar un tratamiento efectivo con efectos secundarios mínimos es muy importante. Los antibióticos curan esta enfermedad también en las embarazadas. Las complicaciones en el embarazo también se solventan con el tratamiento.
- La doxiciclina, tratamiento habitual, no se puede dar durante la gestación, pero otros tratamientos pueden ser efectivos.
- Tratamientos como la amoxicilina, eritromicina, clindamicina, y azitromicina han demostrado eficacia en la curación de la infección y su recidiva.
- La azitromicina y la clindamicina parecen provocar menos efectos secundarios que la eritromicina.
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