viernes, 14 de diciembre de 2018

OPCIONES DE PARTO EN EL EMBARAZO A TERMINO

Un estudio encontró que, para embarazos saludables, inducir el parto después de término completo (39 semanas) en lugar de esperar a un parto natural no aumenta el riesgo de complicaciones mayores para los recién nacidos. Los resultados pueden ayudar a las mujeres y sus obstetras a tomar decisiones más informadas sobre si inducir el parto de forma electiva.

Una vez que una mujer ha llegado a término, su médico puede sugerir inducir el parto por diferentes motivos médicos o no médicos. A veces, la madre solicitará un parto inducido si se siente incómoda en sus últimas semanas.

Estar dentro del útero durante 39 semanas completas es importante para el desarrollo de un bebé. El cerebro de un bebé casi duplica su tamaño durante las últimas semanas de embarazo. Los pulmones y el hígado todavía se están desarrollando también.

Investigaciones anteriores han demostrado que inducir el parto antes de las 39 semanas de embarazo pone al bebé en riesgo de problemas de salud graves. Los investigadores querían averiguar si inducir el parto a término completo también pone al bebé en riesgo de tener problemas de salud graves. También se preguntaron si aumenta la posibilidad de que una mujer necesite una cesárea.

El equipo inscribió a 6.000 mujeres embarazadas en el estudio. Las participantes fueron asignadas al azar a dos grupos. La mitad de las mujeres esperaban tener un parto natural. La otra mitad se indujo a las 39 semanas. Los dos grupos de bebés tenían tasas similares de supervivencia y posibilidades de problemas de salud graves, como necesitar ayuda para respirar, tener convulsiones o contraer una infección. La inducción del parto también redujo la probabilidad de que las madres tuvieran una cesárea y redujo su presión arterial. La conclusión es que la inducción a las 39 semanas no debe ser rutinaria para todas las mujeres, pero es importante consensuarlo y hablar con su obstetra y decidir si quieren ser inducidas y cuándo.

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