miércoles, 16 de agosto de 2017

RECOMENDACIONES PARA EL VERANO EN EL CUIDADO INTIMO FEMENINO


Llega el verano y con él las altas temperaturas, la humedad y la exposición a prendas mojadas de las partes íntimas femeninas, circunstancias que pueden llegar a ocasionar molestias por irritaciones o infecciones vulvo-vaginales o urinarias. Para prevenirlas, a continuación te daremos algunas recomendaciones para disfrutar del verano manteniendo una higiene íntima adecuada y evitar cualquier molestia.

Lo primero que hay que cuidar de manera especial es el aseo íntimo, el cual es importante durante todo el año pero mucho más en verano, debido a la humedad y a las irritaciones por cloro, sal o arena. Así, es recomendable darse una ducha después de un baño en la piscina o en el mar para eliminar estos elementos irritantes y aumentar la frecuencia de aseo íntimo, pero sin pasarse para no alterar la flora vaginal microbiota normal. Usa siempre un jabón neutro especialmente indicado para la higiene íntima femenina que mantenga unos niveles de pH adecuados para no irritar ni secar excesivamente la zona, lo que eliminaría las defensas naturales del cuerpo.

Por otro lado, una de las mayores fuentes de infecciones durante la época estival es la derivada de la humedad acumulada en los bañadores y bikinis, tanto en la piscina como en la playa, por lo que los expertos recomiendan llevar siempre un bañador seco de repuesto o unas braguitas para cambiarse en cuanto salga del agua. Este sencillo gesto puede ahorrarnos de incómodas infecciones y problemas, ya que la humedad combinada con el calor da lugar al mejor ambiente para la proliferación de gérmenes.

Otro momento que debe ser especialmente vigilado es el de la menstruación, ya que las condiciones de calor y humedad al combinarse con el uso de compresas y tampones pueden complicar la situación, por lo que es conveniente aumentar la frecuencia normal de cambio de la compresa o el tampón durante el verano.

Un último consejo es utilizar ropa interior no ajustada y de materiales que permitan la transpiración como, por ejemplo, el algodón, para evitar aumentar la temperatura y la humedad de la zona. Recuerda que las infecciones vaginales son fáciles de tratar si se detectan a tiempo pero si se tardan en diagnosticar pueden ser más difíciles de curar e incluso pueden aparecer complicaciones.

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