viernes, 24 de mayo de 2013

DISFUNCION DEL SUELO PELVICO Y REPERCUSIONES SOBRE LA SEXUALIDAD

El prolapso de órganos pélvicos (POP) y la incontinencia urinaria puede tener muchas repercusiones sexuales para las mujeres. Recientemente, un equipo de investigadores europeos ha descrito estos problemas en detalle en la revista "Journal of Sexual Medicine". POP se produce cuando los órganos pélvicos femeninos se caen y causan presión sobre las paredes vaginales. La incontinencia urinaria (IU) se refiere a la pérdida de control de la vejiga y la pérdida de orina. Ambas condiciones pueden dificultar las relaciones sexuales, de manera mecánica y por supuesto la predisposición mental.

Los autores explicaron que los médicos a menudo no se consideran plenamente capacitados para tratar los problemas sexuales de las pacientes. Además, muchas investigaciones se han centrado en los aspectos cuantitativos de la función sexual de estas mujeres. En este estudio participaron 37 mujeres. Cada mujer estaba a punto de someterse a una cirugía correctiva para POP, incontinencia, o ambos POP e IU. Todos las participantes eran sexualmente activas, excepto una, que evita el sexo a causa de su condición, pero quería empezar de nuevo después de la cirugía.

Las preguntas de la entrevista se centraron en el deseo, la excitación, el orgasmo, el dolor, la satisfacción, la imagen corporal, las parejas y su intimidad. 17% de las mujeres dijeron que sus vidas sexuales eran satisfactorias, sin problemas de POP o UI. 39% calificó negativamente su vida sexual y el 44% indicó que su vida sexual estaban bien en general, pero con algunos aspectos negativos.

Las áreas sexuales más comúnmente afectadas por las disfunciones del suelo pélvico fueron:

• La imagen corporal. Las mujeres con POP describieron sus vaginas negativamente, utilizando descriptores como "fea" y "no es normal". Aquellas con IU tenían ansiedad acerca del uso de absorbentes de incontinencia de orina y el olor que emiten. Muchas mujeres sienten vergüenza, depresión, se ven poco atractivas o deseables. También estaban preocupadas por la experiencia de su pareja de que pudiera sentir el prolapso.
• Deseo. Muchas mujeres se vieron menos motivadas a tener relaciones sexuales por temor al dolor y a sentían incómodas. Algunas evitaban el sexo por completo.
• Excitación. La distracción, el miedo al dolor y dificultad para relajarse pueden contribuir a la disminución de la excitación.
• El orgasmo. Algunas mujeres tuvieron problemas para alcanzar el orgasmo, porque no podían relajarse. Otras encontraron su orgasmo menos intenso. Algunas no llegaban al orgasmo por temor a la incontinencia.
• Dolor. Las mujeres con POP eran más propensas a informar malestar o dolor, que se debieron principalmente a la posición sexual, al propio prolapso o la plenitud de su vejiga.

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